La tradición de comer 12 uvas para recibir al Año Nuevo se ha mantenido en muchas familias mexicanas, que ven a este pequeño ritual como una manera de fijarse metas y propósitos para los 365 días que se aproximan.
Hay quienes colocan las uvas en el centro de la mesa y a medida que las campanadas del reloj marcan la llegada de la media noche, cada integrante de la familia arranca un pequeño fruto verde o morado del racimo que corona la cena familiar.
Otras personas colocan 12 uvas en cada copa que se le brinda a los asistentes de la cena de fin de año, pero ¿cuál es la manera correcta? En La Razón te decimos cómo se deben comer las uvas en Año Nuevo.
Nochevieja: ¿Cómo se comen las uvas en Año Nuevo?
La tradición de comer 12 uvas al término de la Nochevieja y a la llegada del Año Nuevo viene de España, país en donde se cree que estos frutos dotarán de prosperidad la vida de los comensales.
Por eso no es una coincidencia que tengas que comer 12 uvas, pues el año se compone por 12 meses, así que por cada pequeño fruto llenas de suerte a cada mes del año entrante, según indica la tradición.
Aunque otro factor que coincide con el número de uvas que se come en Año Nuevo son las campanadas del reloj, por ello es importante que vayas pensando en tus metas, propósitos o deseos para este fin de año; así evitarás que justo al sonar de las campanas, tu mente se quede en blanco, el reloj siga corriendo y "la magia" se evapore.
Ideas para las uvas de fin de año
Ya quedó claro que lo importante es que con cada campanada ingieras una uva, pero ¿y si les das un toque especial? Para cambiar un poco la presentación de las 12 uvas, algo que puedes hacer es darles una cobertura.
Puedes bañarlas en chocolate e insertarlas en un palito para hacer una brocheta de deseos. También puedes cubrirlas con limón y azúcar para darle un toque acidulado a esta mágica tradición.
Si eres más tradicional, puedes sólo colocarlas en una copa para cambiar su presentación, presentarlas en un platito con un diseño divertido o combinar uvas moradas y verdes. Recuerda que el límite es tu imaginación.
EASZ