Marcelo Ebrard terminó ayer en un “punto sin retorno” y con un estrecho margen de acción, después de que cuestionó el proceso de Morena para designar a su virtual candidato presidencial. El aspirante denunció irregularidades en la encuesta para ese fin, reclamó su reposición, abandonó la parte final del proceso y, al final, dijo sentirse orillado a salir de su partido, después de no encontrar respuesta a sus demandas.
“Me están orillando a elegir entre seguir en Morena o defender lo que creo y voy a defender lo que yo creo”, anticipó el exaspirante a coordinar los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación, en una entrevista con Radio Fórmula.
A pesar de colocarse en un callejón en el proceso interno de Morena, el excanciller no descartó buscar la Presidencia de la República por otra fuerza política y dijo que el lunes discutirá ése y otros temas con sus simpatizantes, en una asamblea a la que convocó con carácter de urgente, con el fin de definir las próximas acciones que realizarán para defender su posición en el partido.
Lo que sí descartó es aceptar una posición en el Congreso de la Unión para la siguiente legislatura. Mencionó que su posición no es un capricho, pues dijo ser un hombre de Estado, aunque aclaró que “todo tiene un límite”.
Los señalamientos que desde hace meses había hecho el excanciller sobre una supuesta inequidad en la contienda y preferencia por otros aspirantes, incluso con apoyo de instituciones federales y estatales, tuvo ayer su clímax, cuando Ebrard Casaubon y su equipo denunciaron inconsistencias en el levantamiento de la encuesta, antes de que se llevara a cabo el conteo.
A pesar de las afirmaciones de la dirigencia de Morena, que ayer por la mañana presumió que el proceso interno marchaba “muy bien”, el equipo de Ebrard denunció irregularidades en la encuesta madre —a que realizó su partido—, que derivaron en la cancelación de paquetes con boletas y que, dijeron en ese momento, “ponen en riesgo el proceso democrático”.
En un hotel cercano al World Trade Center (WTC) —éste último donde se darían a conocer más tarde los resultados—, donde se mantuvieron acuartelados, representantes del aspirante señalaron que identificaron múltiples incidencias, y entre ellas destacaron que la información de las boletas no corresponde a la de los paquetes, y que algunos levantamientos sólo se hicieron entre el encuestador y el representante del aspirante que propuso la casa encuestadora.
Derivado de ello, Ebrard pidió reponer el proceso, situación que no fue escuchada por la dirigencia de Morena. “Lo que les quiero decir es que nosotros afirmamos que esto debe reponerse. Es decir, ya no tiene remedio”, explicó.
Señaló que, “por desgracia, encontraron incidencias en una proporción muy superior a lo que habíamos previsto”, esto es, una incidencia de 14.4 por ciento de urnas canceladas.
El equipo de Marcelo Ebrard, encabezado por Martha Delgado, aseguró que “esa incidencia” era muy alta y podía variar en el resultado final, por lo que era una obligación revisar el proceso. “Hay un índice de anulación de las urnas que resulta preocupante”, acusó.
Vamos a levantar un acta porque es una vejación la que han hecho hoy con la policía. Y qué cobarde Mario Delgado y Durazo, y todos los que están ahí dentroMarcelo Ebrard, Excanciller
Incluso, dijo, la sustitución de las secciones que no pudieron por alguna razón ser encuestadas, es otro factor adicional, en gran medida. “¡No estás solo, no estás solo!”, era el grito de sus simpatizantes, que en todo momento lo acompañaron.
La situación de tensión e inconformidad escaló cuando Malú Mícher, una de las coordinadoras del equipo de Ebrard, intentó ingresar al WTC, pero guardias de seguridad lo impidieron a golpes. Al respecto, el excanciller calificó a Mario Delgado y a Alfonso Durazo como cobardes.
“Vamos a levantar un acta porque es una vejación la que han hecho hoy (ayer) con la policía. Y qué cobarde Mario Delgado y Durazo, y todos los que están ahí dentro”, manifestó.
Por lo anterior, el excanciller decidió retirar del conteo final a sus representantes, y él mismo se ausentó de la reunión en la que fueron presentados los resultados.
No obstante los hechos suscitados, la senadora Malú Mícher fue clara al señalar que “no nos vamos a ir de Morena; formamos parte de esta familia; somos orgullosamente morenos, felices porque muchos llevamos años. Si eso es lo que quieren, no lo van a lograr, pero también hay diferencias; por ello, vamos a acompañar a Marcelo Ebrard porque merece respeto”.
Lamentó que se haya obligado a senadoras y senadores a legitimar un proceso que “no fue legítimo”.
A pesar de estas declaraciones, el presidente del Consejo Nacional de Morena, Alfonso Durazo, dijo en la conferencia donde se dieron a conocer los resultados del proceso, que el resultado es definitivo.
El equipo de Marcelo Ebrard y el propio exaspirante ya no dieron más posturas sobre el final del proceso interno de Morena. Sólo se mencionó que el lunes perfilarían las acciones y los pasos que darán.
Ante esta duda, surgieron voces que ven una clara ruptura de Ebrard y sus simpatizantes con Morena, sobre todo porque ha querido llegar a la Presidencia desde hace años.
El expresidente del extinto Instituto Federal Electoral (IFE) Luis Carlos Ugalde mencionó que en la decisión que tomará el excanciller se vislumbra un rompimiento con su partido, ya que llegó a un punto sin retorno.