Ante las protestas de mujeres afuera de Palacio Nacional por la violencia de género y particularmente los feminicidios que azotan a México, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que no está "metiendo la cabeza en la arena" frente al problema.
Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, López Obrador fue cuestionado en torno a la claridad de su gobierno en torno al tema de los feminicidios.
Al respecto, aclaró que está en contra de los feminicidios y que su administración está trabajando todos los días para garantizar la paz, al tiempo que reconoció el derecho de las mujeres de manifestarse.
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"No tengo ningún problema de conciencia, y decirles que tienen todo el derecho de manifestarse", señaló el presidente López Obrador.
Precisó que él no es un simulador, sino un transformador, pues, dijo, no es un presidente surgido de la élite insensible.
"No soy un presidente surgido de la elite, insensible, simulador. Estamos haciendo todo lo que nos corresponde y vamos a seguir informando", aclaró el tabasqueño.
Señaló que se debe proteger la vida de todas las personas. Dijo que es una cobardía atacar a las mujeres, pues es un anacronismo y una brutalidad el machismo.
Aseguró que habrá castigo a responsables de la violencia de género y que el gobierno se ocupará de garantizar la seguridad de las mujeres.
Sin embargo, ante los reclamos de algunas feministas que lograron colarse a la mañanera, como la activista Frida Guerrera, para que recibiera a las manifestantes, López Obrador se negó a recibirlas personalmente y giró instrucciones para que otros funcionarios le den seguimiento.
Afuera de Palacio Nacional, las mujeres escucharon las declaraciones del presidente, ante lo que algunas declararon que sólo se trata de un discurso, pero que no ven acciones concretas.
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