El titular de la Secretaría de Hacienda, Arturo Herrera, afirmó que es necesario tener una Auditoría Superior de la Federación (ASF) “fuerte, sólida y técnicamente creíble”, luego de cuestionar el análisis sobre la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAIM), que era “de una dimensión tan equivocada, que equivale a uno por ciento del PIB”.
En conferencia de prensa en Palacio Nacional, Herrera dijo que no suele a meterse a detalle para analizar los informes del órgano de fiscalización porque la rendición de cuentas es un ejercicio “sano y crucial para la democracia”, y corresponde a cada área solventar sus observaciones.
“Poco más de 75 por ciento del monto total estaba equivocado, eran 253 mil millones de pesos. Para poner esto en perspectiva, es más o menos uno por ciento del PIB; eso es más de lo que se va a las universidades públicas y a las de educación media superior”, explicó el secretario de Hacienda.
Reconoció que puede haber discrepancias sobre la metodología empleada, sobre los tiempos en que se ejerció el gasto o si había comprometidas licitaciones, pero aquí “era absolutamente básico” porque iba a ser uno de los casos más revisados por las implicaciones que tiene, por eso sorprendió que se hayan cometido errores tan elementales.
Sobre la forma en que analizó la ASF el proyecto de cancelación del NAIM, el secretario de Hacienda señaló que se construyó con dos componentes: uno de construcción, que es claramente entendible y ahí tiene que haber costos, por ejemplo “si tú tendiste una pista o una calle de acceso a un aeropuerto que ya no se pudo construir, el costo de esa calle es un costo hundido, algunos se pueden recuperar, no al cien por ciento, se hablaba de 60 o 70 mil millones de pesos que tiene que ver básicamente con la construcción que ya se había hecho”.
Otra parte de lo revisado tiene que ver con asuntos financieros, que, según Arturo Herrera, se consideraron porque el dinero se invirtió en un Fideicomiso de Infraestructura y Bienes Raíces (Fibra), pero estos instrumentos fueron utilizados para pagar a los inversionistas, así que no hubo ganancias ni pérdidas para los inversionistas o el Gobierno. Otra parte se invirtió en bonos con la misma mecánica de la Fibra.
Otro error que cometió la ASF es que auditó obras realizadas en 2016, 2017 y 2018, pero la cuenta que se estaba auditando corresponde a 2019, “no tenían que haberse incluido, pero eso debieron saberlo y prevenirlo”.
Al presentar la Guía de Prevención de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita durante Proceso Electorales, Herrera Gutiérrez insistió en que lo ocurrido con la ASF carece de lógica: “bien a bien no sé qué pasó, si le dieron esta revisión a un auditor nuevo o muy entusiasta que quería aparecer en los titulares, o sea eso es algo que ellos van a tener que explicar”.
- El dato: Tras darse a conocer los resultados de la ASF, el Presidente López Obrador llamó a hacer una rectificación, al asegurar que los datos “son exagerados” y aseveró tener otra información.