Tonatiuh Guillén López, extitular del Instituto Nacional de Migración (INM) afirmó que el programa Quédate en México contempla siete puntos desde Tijuana, Baja California hasta Matamoros, Tamaulipas, y de acuerdo a un “estimado básico” serán retornados unos 21mil migrantes por mes.
“Cuando el programa ya esté operando en los siete puntos y que nos retornen por lo menos, unas 100 personas por día por cada punto, además de que en cuatro de éstos: San Diego-Tijuana; Nogales-Nogales; El Paso-Juárez y Laredo-Nuevo Laredo, van a tener que ir a sus citas con los jueves migratorios, en un tiempo previsto de 180 días, entonces, el desafío de atención es muy grande”, explicó en entrevista con La Razón.
Agregó que también se prevé que las personas que sean retornadas por Matamoros, Nuevo Laredo y Piedras Negras se muevan hacia algunas ciudades al interior de México como Monterrey o Saltillo, donde esperarán hasta seis meses.
Puso como ejemplo lo que ocurre con la población de haitianos que son distribuidos por diversos puntos del país; entonces, como el escenario no es bueno, en realidad es volver a una situación de urgencia en muchos sentidos, dijo.
“El programa prevé albergues de protección al menos eso es lo que el programa dice, para dar seguridad, facilitar empleos, es una lista importante de lo que se supone ofrecerá México”, indicó.
La parte material está descansando en lo que haga el gobierno mexicano, que francamente de manera histórica ha hecho muy poco, en ese sentido, la asistencia humanitaria más bien ha corrido a cargo de la sociedad civilTonatiuh Guillén, Exdirector del INM
Si bien hay la hipótesis de que ahora va a haber recursos desde Estados Unidos que permitan concretar el programa, aseveró, aún no se sabe si se destinarán a albergues, ni cómo se va a operar.
“La parte material está descansando en lo que haga el gobierno mexicano, que francamente de manera histórica ha hecho muy poco, en ese sentido, la asistencia humanitaria más bien ha corrido a cargo de la sociedad civil; entonces, el desafío va a ser muy grande, y lo que vamos a ver es que la protección sea insuficiente y deficiente”, manifestó.
Guillén López consideró que los gobiernos, en general, han intervenido de manera marginal, pues quienes han trabajado en favor de los migrantes son los integrantes de la sociedad civil; por eso, es importante conocer si están considerados en los planes del programa en el punto que garantizan albergues para las personas en espera de un juicio en EU.
“A todo esto le tienes que sumar a los que nos regresen por el argumento de salud, que son unos 180 mil por mes, por ejemplo, el mes pasado; y nosotros regresamos casi 200 mil al mes, puede ser que las personas lo intenten varias veces, pero no sabemos los números que ahora vayan a ser retornados con su cita ante el juez migratorio, esa es la parte que también vamos a empezar a medir”, expresó.
Guillén detalló que a todo esto hay que agregar de manera importante el flujo de mexicanos que es un tercio del total de los que van al mercado laboral Estados Unidos, con la novedad que el tamaño de nuestros refugiados por desplazamiento desde estados como Guerrero Michoacán principalmente, es mayor.
“Hago notar que muchas de estas personas que están en escenario, en esa condición, son mexicanos; estamos hablando de desplazados por la violencia esencialmente, pero a ellos no se les puede aplicar el Quédate en México”, resaltó.
- El dato: De acuerdo con el centro Transactional Records Access Clearinghouse (TRAC), durante casi dos años 70 mil 000 personas fueron enviadas de regreso a México de 2018 a 2020.
EU minimiza medida
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, declaró que no es un tema importante tratar el tema del restablecimiento de Quédate en México, justo cuando se está viviendo una crisis migratoria en la frontera sur de Estados Unidos.
En conferencia en paralelo a la Cumbre de Líderes de América del Norte, Psaki aseguró que dentro de la reunión trilateral no es un tema importante para tratar: “Como saben, hay ramificaciones legales en torno a esto. Creo que esa es parte de la razón por la que no se ha destinado a ser un foco importante de discusión”-
Aunque Jen Psaki, la portavoz de la Casa Blanca, aseguró que los cambios fueron realizados con el propósito de “mejorar los componentes humanitarios”, considera que “el programa sigue siendo ineficiente e inhumano”.
Plan busca no polarizar relación con EU: Encinas
El subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Segob, Alejandro Encinas, aseguró que la reactivación del programa Quédate en México busca que no se polarice la relación bilateral con Estados Unidos y se le dé un mejor trato a los migrantes.
“Yo creo que debemos de verlo como una muestra más de que el gobierno de México está priorizando una visión humanitaria en la política migratoria, en lugar de priori, de polarizar no solamente la relación bilateral con Estados Unidos, sino, particularmente el trato a la población migrante”, dijo durante la presentación del informe sobre la visita del Comité contra la Desaparición Forzada de la ONU.
Alejandro Encinas explicó que la reimplementación de está política migratoria es una medida de carácter humanitario que intenta proteger a las personas que no están en condiciones de retornar a su lugar de origen, para que “tengan la oportunidad de permanecer en nuestro país en espera del refugio solicitado en Estados Unidos”.
“Recargan responsabilidad en ciudades de la frontera”
Expertos en relaciones internacionales aseguran que tras la reimplementación del programa “Quédate en México”, las ciudades fronterizas de nuestro país, son las que cargan con mayor responsabilidad para atender a los migrantes.
En su edición de ayer, La Razón publicó una entrevista con Roberto Velasco, Jefe de la Unidad para América del Norte de la Cancillería, quien informó que la aplicación del pro-grama será gradual, pero en un corto plazo, y rechazó que detrás de la decisión de nues-tro país de reinstrumentar esta medida hubieran existido presiones de Estados Unidos.-
Al respecto, Gabriela de la Paz, académica del Tecnológico de Monterrey, consideró que “México es el que se queda con todo el flujo de personas que atender de este lado. Hay que darles un lugar donde puedan vivir y darles visas temporales de trabajo a los migran-tes. Todas estas situaciones ejercen una presión enorme en las ciudades fronterizas que son las que cargan con mayor responsabilidad”.
Por su parte, Miguel Ruiz Cabañas, dijo a La Razón que las ciudades fronterizas requieren de recursos económicos para atender el flujo migratorio y no se sabe si será suficiente con lo que aportará Estados Unidos, además recalcó que las solicitudes de asilo pueden durar meses e incluso años para ser resueltas.
“En primavera sube mucho la presión migratoria, por lo que en marzo se podría ver una crisis fronteriza, por la incrementación del flujo de migrantes desesperados intentando cru-zar, pero vamos a ver cómo viene.
“Si a eso le sumamos la recuperación económica de Estados Unidos se vuelve un imán para atraer más migrantes, así como la crisis de Cen-troamérica, por lo que en 2022 hay que prepararnos para albergar a miles de personas que van a querer pedir asilo”, aseguró el experto.
Con información de Daniela Gómez, Yazmín Veloz y Magali Juárez