Con la próxima llegada de los Reyes Magos se acercan nuevos juguetes que pueden representar riesgos en los niños por el tamaño de los objetos, pues pueden introducirse en la nariz, oídos o boca.
La gran mayoría de estas situaciones suceden en el hogar, frecuentemente en los menores de cinco años, pues están en la etapa de curiosidad en la cual buscan conocer cómo funcionan las cosas.
Algunas de las señales para identificar si el menor de edad ingresó algún juguete en su cuerpo son el olor fétido, acompañado de sangrado nasal, fiebre; incluso el niño puede estar irritable o tocar constantemente la zona afectada, generalmente aparece una supuración.
Si hay sospecha de que la pieza se aspiró, se debe observar si el menor cuenta con tos constante, seca, ronquera o disfonía. También existen cambios en la coloración de la piel a azul.
¿Cómo evitar la asfixia por ingesta o aspiración de objetos?
La ingesta o aspiración de objetos puede prevenirse si no se dejan al alcance de los niños y al estar al pendiente de ellos cuando juegan.
Se debe mantener la calma y no entrar en pánico; tampoco intentar maniobras inadecuadas e inefectivas.
En caso de que el juguete esté dentro de su cuerpo, la extracción no debe ejecutarse con los dedos de la mano, ya que la situación tiene probabilidad de empeorar.
Los adultos responsables deben llevar al menor a un hospital pediátrico.
Los juguetes que llegarán con los Reyes Magos deben ser acordes a la edad de los niños, por ello la importancia de leer las especificaciones en las cajas y envases.
MAEP
