Al dejar el cargo de gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González dejó una deuda de siete mil 156 millones de pesos que ahora debe solventar la administración encabezada desde el pasado 24 de septiembre por Mara Lezama.
Esta deuda se disparó en 288.1 por ciento en los dos últimos dos años del mandato de Joaquín, toda vez que en el 2020 la cifra era de mil 843 millones 785 mil pesos, de acuerdo con datos de la Dirección de Contabilidad Gubernamental de la Secretaría de Finanzas y Planeación del gobierno del estado.
Entre los acreedores se encuentran empresas y personas físicas que ofrecieron sus servicios en materias como turismo, publicidad, comunicación, construcción, asesoría, capacitación, equipamiento, mobiliario para oficinas y al menos otros 40 giros más.
La séptima parte del total de la deuda corresponde a servicios prestados al Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo (CPTQ), organismo que dejó facturas sin pagar por más de mil millones de pesos.
Durante el periodo de transición, los representantes del gobierno de Carlos Joaquín aseguraron que la deuda con los proveedores de servicios turísticos era de 600 millones de pesos.
Sin embargo, el pasado 12 de diciembre, el presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún, Puerto Morelos e Isla Mujeres, Jesús Almaguer Salazar, dio a conocer que durante una reunión con la gobernadora Mara Lezama se hizo una actualización de los datos y se informó que el adeudo rebasa los mil millones de pesos.
El líder hotelero señaló que, durante la reunión, en la que estuvo presente el secretario de Finanzas y Planeación, se acordó liquidar las deudas en un corto plazo, “para poder recuperar el prestigio del destino y la confianza de los socios comerciales”.
Almaguer celebró que se haya logrado un acuerdo de colaboración y de total transparencia y participación en la toma de decisiones con el gobierno del estado, con la finalidad de ver reflejados los impuestos que estarán pagando el próximo año y que se fortalezcan los diferentes destinos del Caribe mexicano.
Esta deuda es la que más preocupa a analistas financieros locales, pues el turismo es la principal actividad económica del estado de Quintana Roo. Y si los proveedores dejan de prestar servicios debido a que no les han pagado lo que se les debe, se podría generar una situación de bancarrota con pérdida de centenares de empleos y severos daños económicos colaterales.
El mal manejo de los recursos del CPTQ fue uno de los talones de Aquiles de la administración de Carlos Joaquín González, quien se prepara para hacerse cargo de la embajada de México en Canadá.
Los números rojos con los que fue entregado este organismo descentralizado llevó a empresarios del sector locales y nacionales a temer que éste fuera extinguido por el nuevo gobierno.
Sin embargo, el pasado 27 de septiembre, Mara Lezama dijo ante industriales del ramo que el CPTQ se mantendrá en operación, aunque se cuidará que los recursos “no se vayan en frivolidades”.
Por su parte, la extitular de la Secretaría de Finanzas durante la administración de Carlos Joaquín, Yohanet Torres Muñoz, afirmó que la pandemia fue un factor importante para que continuara el endeudamiento del estado.
