El arraigo de las fiestas religiosas no es una excusa para reunirnos de forma masiva, pues está de por medio nuestra vida y la de muchas otras personas, aseguró la Arquidiócesis Primada de México a través desde su semanario, Desde la Fe.
En su editorial, señaló que la celebración a los fieles difuntos en 2020, está marcada por la emergencia sanitaria que provoca la COVID-19, misma que ha dejado a un millón 190 mil personas fallecidas en todo el mundo así como dolor por la apresurada partida.
En este sentido detalló que la Iglesia mexicana no es ajena a este dolor, ya que también ha sufrido la partida de sacerdotes y religiosos a nivel nacional, por ello, ha sabido ser familia en el acompañamiento de las personas que han sufrido algún deceso.
Por esta razón, la Arquidiócesis exhortó a la ciudadanía a seguir luchando contra el virus, así como evitar la concentración de personas en los panteones del país para evitar que la enfermedad se propague.
El propio Santo Padre ha pedido a la Penitenciaría Apostólica facilitar la obtención de la indulgencia plenaria a favor de los difuntos, para evitar la concentración de fieles en panteones e iglesias, y la Conferencia del Episcopado Mexicano ha publicado un subsidio para conmemorarlos en familia y desde casa
La Arquidiócesis Primada de México pidió a la población y fieles quedarse en casa y hacer oración para las personas que han fallecido, además de exhortar a los sacerdotes a transmitir las misas a través de medios digitales para evitar concentraciones en iglesias y parroquias.
Asimismo, alertó que todas las medidas de contención del virus no serán suficientes si las personas usan como pretexto las fiestas religiosas y civiles como pretexto para reunirse.
KA