En el marco del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, que se conmemora cada 12 de junio, La Red por los Derechos de la Infancia (Redim) y el Colectivo Pro Derechos de la Niñez (Codeni) exigieron el reconocimiento de las infancias trabajadoras y un abordaje del trabajo infantil en México, basado en políticas públicas no criminilizadoras.
Los organismos piden dignificarlas, pues sería un paso fundamental para garantizar los derechos de las poblaciones más vulnerables, como la niñez indígena, migrante e incluso con discapacidad.
De acuerdo con la definición de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el trabajo infantil es aquel “que priva a los niños de su niñez, su potencial y su dignidad, siendo perjudicial para su desarrollo físico y mental”.
Sin embargo, desde Codeni y la Redim advierten que buscan diferenciarlo del término “niñez trabajadora o infancias trabajadoras”, ya que no todos los niños, niñas y adolescentes que trabajan se encuentran privados de su potencial y dignidad por trabajar. Desde un enfoque de derechos de la niñez, esta visión les resta autonomía y participación sobre sus aportaciones a las familias, a su comunidad e incluso a la economía.
“Las organizaciones que conformamos la Redim, incluyendo a Codeni, pedimos que se garanticen los derechos humanos de las niñas, niños y adolescentes, cuyas condiciones de desigualdad, discriminación y pobreza los llevan al trabajo infantil y en los peores casos, a ser víctimas de explotación y reclutamiento por parte de grupos delincuenciales”, señalan en un comunicado.
Agregan: “Esto implica dejar de criminalizar a las familias que se ven obligadas a trabajar por las desigualdades, la pobreza y la violencia que las rodea. Es urgente proteger a quienes contribuyen al ingreso o trabajo del hogar”.
Indican que “debemos recordar que alrededor de una de cada cinco niñas, niños y adolescentes que trabajan en México lo hacen para subsistir a las necesidades económicas de sus familias”.