A dos días de haber salido de Tapachula, Chiapas, con destino a la Ciudad de México, la caravana migrante se fracturó luego de que varios de sus integrantes aceptaron formalizar sus trámites ante el Instituto Nacional de Migración (INM).
El éxodo conformado por centroamericanos duró íntegro unas 56 horas y logró avanzar hasta la comunidad de Álvaro Obregón; sin embargo, alrededor de 400 de sus integrantes decidieron finalizar su recorrido, de acuerdo con estimaciones cercanas a la organización del contingente de extranjeros.
El grupo, integrado por personas de Nicaragua, Guatemala, El Salvador, Honduras, Perú, Colombia, República Dominicana, Venezuela, Cuba, Siria y otras nacionalidades, logró establecer un diálogo con las autoridades migratorias, pese a que el viernes tuvo un enfrentamiento con miembros de la Guardia Nacional.
El propósito fue que el INM enviará vehículos hasta el centro de la comunidad de Álvaro Obregón, donde permanecieron varias horas, para trasladarlos a la comunidad de Huehuetán, desde donde fueron llevados a Tabasco y Oaxaca.
Una vez que lleguen a esos estados, precisaron autoridades, se les otorgarán visas por razones humanitarias para continuar con su destino o, si es el caso, para trabajar en México.
Los autobuses salieron a las 15:00 horas con los migrantes desde Chiapas, por lo que la caravana quedó fragmentada y, hasta anoche, se desconocía si otros de sus integrantes iban a continuar caminando o no.
Antes de conocerse esta decisión y luego de enfrentarse en dos ocasiones con la Guardia Nacional y el INM, el contingente de indocumentados decidió permanecer en el ejido Álvaro Obregón, en el estado de Chiapas.
Algunos de estos extranjeros se suturaron los labios e iniciar una huelga de hambre para exigir que se les haga el tramite de sus documentos migratorios.
De acuerdo con la activista Eunice Rendón, integrante de Agenda Migrante, se trataba de unas 250 personas de varias nacionalidades, la mayoría hombres solos y acompañados.
Ayer mismo, el INM hizo un llamado a las personas migrantes a no autolesionarse ni a convertirse “en rehenes de intereses de terceros” en nombre de defender sus derechos humanos.
En un comunicado, el instituto acusó que hay personas que dicen defender los derechos de las personas migrantes, pero los motivan a cometer acciones que dañan su integridad física y psicológica.
La institución abordó el tema, luego de que integrantes de la caravana que salió de Tapachula se causaron lesiones al suturarse los labios o al recurrir a huelga de hambre para exigir atención.
Al respecto, el INM recordó que las leyes y normas mexicanas en la materia establecen rutas e instancias de atención para mantener una migración segura, ordenada y regular.
Por ello, pidió a las personas extranjeras a acudir a las oficinas correspondientes, con el fin de regularizar su situación, como ya lo habían hecho otras que también salieron en la misma caravana de Tapachula, entre ellas grupos vulnerables como mujeres, menores de edad, adultos mayores o con alguna discapacidad.