Aunque ciudadanos ven con buenos ojos la iniciativa presidencial para reformar las leyes del Infonavit y del ISSSTE con el fin de que los trabajadores puedan acceder a sus créditos de manera directa, sin intermediarios y en efectivo, expertos en vivienda aseguran que en términos operativos es sumamente difícil que sea exitosa.
"Es complicado principalmente porque la autoconstrucción es difícil, los ciudadanos prefieren ahorrarse a un arquitecto, no estiman bien los gastos o lo terminarían utilizando para otras cosas si se les da de manera directa y no concluir la vivienda. Son algunos de los riesgos a los que se enfrenta la propuesta, entonces sí debería de haber un plan de seguimiento y supervisión para garantizar que las personas mejores sus condiciones de vivienda", explicó a La Razón Dora Estrada, gestora de vivienda del Infonavit.
El proyecto, que ya fue aprobado en la Cámara de Diputados, y se envió a la de Senadores para su análisis, permitirá solicitar un crédito de vivienda y usar el dinero como mejor le convenga al ciudadano, incluso para adquirir un terreno o para liquidar un crédito hipotecario con un banco.
El objetivo central, explicó el presidente la Comisión de Vivienda, el diputado de Morena Carlos Torres Piña, es evitar el coyotaje de las inmobiliarias.
“Ya no va a permitirse a las inmobiliarias hacer las gestiones ante el Infonavit y Fovissste, sino que de manera directa y más sencilla, los trabajadores podrán hacer su trámite, sin que se les quite un alto porcentaje como los hacen alguna inmobiliarias, que quitaban entre el 10 y hasta el 20 por ciento de los créditos”, puntualizó.
En el año 2019, Laura Robledo, licenciada en administración de empresas, consiguió un empleo en la Ciudad de México, por lo que compró una casa en Nezahualcóyotl, Estado de México, y se mudó desde su natal Salamanca, Guanajuato.
Recuerda que la inmobiliaria se quedó más de 100 mil pesos de comisión: “La casa me costó un millón 200 mil, entonces di 500 mil de enganche y se supone que me prestaron 700 mil pesos en el Infonavit, pero el trámite fue directo con la inmobiliaria y cuando cayó el depósito resulta que la inmobiliaria pidió 812 mil pesos, y me dijeron que esa diferencia eran gastos administrativos del Infonavit porque la comisión de la inmobiliaria iba en el precio del inmueble, nunca supe quién fue el que me quitó esos 112 mil de comisión. Sin contar que por los 812 mil pagué en cinco años casi el doble”.
Omar Couh, chef de profesión, compró un departamento dúplex en San Vicente Chicoloapan, Estado de México, en el año 2016. Aseguró a este diario que el inmueble le costó 450 mil pesos, pero el préstamo que solicitó la inmobiliaria fue por 520 mil pesos.
“Es una robadera, fueron 70 mil pesos de la dichosa comisión, aunque ellos dicen que no es así, y el problema es que además los intereses son interminables, yo voy a terminar de pagar en 15 años un total como de un millón y medio”, denunció.
Eliseo Acevedo, gestor inmobiliario, advirtió que la propuesta puede terminar con miles de empleos: “Yo que he tramitado créditos desde hace 12 años, te puedo asegurar que las inmobiliarias no cobran esas comisiones tan exorbitantes, las comisiones son de entre 10 mil y 20 mil pesos, lo altos cobros vienen directo del Infonavit, y no apoyo la propuesta porque si pasa eso es probable que muchos agentes nos quedemos sin empleo, serían miles de puestos perdidos”.
Torres Piña descartó que, en el caso de los créditos directos, los ciudadanos puedan usarlo para otras cosas, ya que en el caso de crédito para casa, departamento o terreno, “el dinero se depositará a la persona o empresa que le compraste”, mientras que para construcción, ampliación o remodelación, sí se dará el dinero al beneficiario, “pero se otorgará en etapas condicionado a que se vayan demostrando los avances”.
De acuerdo con el proyecto, al reformar los artículos 3 y 169 de las leyes del Infonavit y del ISSSTE, y entregar directamente los recursos “se reducirán los trámites que al efecto tenga que realizar el beneficiario pues ya no se encontraría obligado a actuar a través de un intermediario”.
Otro de los cambios importantes de la propuesta, es que no se limitará el número de créditos que puede adquirir un trabajador derechohabiente del Infonavit a lo largo de su vida laboral, ya que actualmente, solo se puede pedir un segundo crédito tras haber liquidado el primero, pero ya no un tercero tras pagar el segundo.
“El Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores cuenta con una sólida posición de liquidez que le permite financiar con recursos propios la totalidad de un segundo crédito y posteriores”, resalta el documento.
olr