La no ratificación de Ernestina Godoy como fiscal de la CDMX es una derrota para el oficialismo y el Morena, además de que representa un mensaje de que todavía hay contrapesos y ciudadanía y no poderes absolutos, afirmaron expertos consultados por La Razón.
“Tenemos que tomarlo con buen ánimo, esto refleja que todavía podemos tener contrapesos, y los contrapesos políticos siempre son necesarios en una democracia. Hubiera sido un mensaje bastante complejo para la ciudadanía la ratificación y una votación absoluta porque eso no solamente reintegra la idea de un poder central o centralizado de presidencialismo absoluto, sino que además la carencia total de contrapesos”, declaró la politóloga Arlene Ramírez Uresti.
Cuestionada sobre si es una derrota para el guinda o el Gobierno capitalino, afirmó que para el oficialismo, de alguna forma sí: “Más que una derrota, es un mensaje de que todavía hay contrapesos y hay ciudadanía, y esa parte nos tiene que alentar, sobre todo en un ambiente democrático, quitando totalmente el esquema partidista”.
Sebastián Godínez, politólogo de la UNAM, dijo que al no ser ratificada la fiscal “es un duro golpe para el oficialismo que generó molestia entre los principales líderes, mientras que para el PRI, PAN, PRD y MC es una victoria que destaca la importancia de la división de poderes.
“Es un insumo, un motor que ha movido a la oposición y que a lo mejor podría darle un respiro fuerte rumbo a las elecciones de junio, pero también es un golpe para la exjefa de Gobierno y ahora candidata del oficialismo (Claudia Sheinbaum), ya que ella apostaba por su ratificación”, expresó.