Expertos en política nacional aseguraron que los señalamientos entre el canciller, Marcelo Ebrard, y la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, puede acarrear conflictos internos que impactarían en la unidad de Morena, y que los favoritismos del Presidente Andrés Manuel López Obrador dañan la relación de los mismos candidatos.
En entrevista con La Razón, Ulises Corona, politólogo de la UNAM, detalló que mientras no se defina quién va a ser el abanderado de Morena a la candidatura presidencial, las pugnas serán cada vez intensas, pues cada aspirante trata de ser el mejor visto por la militancia y por el mismo Presidente.
“Esto puede dañar la estructura del partido y puede afectar la confianza de los militantes, pero puede mermar la unidad de Morena, esa unidad que se va disminuyendo por sus mismos errores. Esto apenas empieza y las pugnas van a aumentar, ya que cada aspirante busca ser el mejor”, estimó el especialista.
Esto puede dañar la estructura del partido y puede afectar la confianza de los militantes, pero puede mermar la unidad de Morena, esa unidad que se va disminuyendo por sus mismos errores. Esto apenas empieza y las pugnas van a aumentar, ya que cada aspirante busca ser el mejorUlises Corona, Politólogo de la UNAM
Expuso que el gran problema es que fue el mismo Presidente quien adelantó los tiempos electorales, al abrir el abanico a muchas personas interesadas en sucederlo, pero al final, de ellos, cuatro, tres, van a ser los afectados; van a quedar muy lastimados porque creen que tienen las mismas oportunidades que quien es favorito o favorita.
“Es un error pensar que se iban a comportar los candidatos, sino más bien se les dio alas y ahora quieren volar, pero lo más grave es que, una vez que exista el candidato, los tres que sobran estarán heridos de muerte, y tal vez con menos presencia y favoritismo en el partido”, indicó.
El experto mencionó que el proceso de selección de aspirante presidencial va a dejar “mal parado” a Morena, pues si bien el Ejecutivo les ha pedido unidad, ya se ha visto que no va a ser así, ya que comenzó la guerra de declaraciones entre ellos. “Ya comenzó el proceso de selección y las declaraciones, por ello seguramente irá en aumento el conflicto”, explicó.
Es necesario esperar a ver en qué termina el proceso y cómo queda el partido en el poder, ya que puede ser perjudicial para los que sigan el proyecto, además de que se requiere saber si habrá unidad en los diferentes frentes que van a quedar vacíos entre los candidatosHugo García Marín, Politólogo de la UNAM
Hugo García Marín, politólogo de la UNAM, coincidió en que el proceso para la selección de candidato va a ser muy desgastante para Morena, debido a que los roces entre los aspirantes van a ser cada vez mayores, a pesar de los llamados a la unidad, lo que está dejando a esa fuerza política “muy dividida”.
“Es la antesala de una decisión tomada por el canciller de poner toda la carne al asador y competir de buena forma en este proceso, pues una de sus colaboradoras ya renunció de la SRE para apoyarlo; creo que es un cálculo de Ebrard para enfilarse contra Sheinbaum”, evaluó.
El experto en ciencias políticas sostuvo que sólo el Presidente es el que mantiene la unión partidista y prueba de ello es que cuando el Ejecutivo estuvo enfermo, los aspirantes “se dieron entre sí”.
Por ello, estimó que dependerá de la capacidad del Presidente López Obrador el evitar las rencillas entre ellos.
García Marín consideró necesario esperar a ver en qué termina el proceso y cómo queda el partido en el poder, ya que puede ser perjudicial para los que sigan el proyecto, además de que se requiere saber si habrá unidad en los diferentes frentes que van a quedar vacíos entre los candidatos.
La Razón publicó el miércoles que el canciller Marcelo Ebrard insistió a Morena en que fije ya una fecha para el levantamiento de la encuesta que definirá al candidato presidencial de ese partido y se establezcan las reglas de la contienda, frente a lo cual Claudia Sheinbaum, pidió tener paciencia, mientras que el dirigente nacional morenista, Mario Delgado, pidió a las corcholatas que “no se calienten”.
