El Presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que al final de su gobierno algunos lo juzgarán y otros reconocerán su labor para abatir la pobreza, alcanzar el crecimiento económico y lograr un verdadero avance democrático, así como la lucha emprendida para regresar la tranquilidad al país, aunque “no será fácil”.
“Estoy consciente de que al final del gobierno no sólo me reconocerán o juzgarán por mi labor en beneficio de los pobres, del crecimiento económico y del avance democrático por garantizar plenas libertades, sino también por la imperiosa necesidad de reducir la violencia y vivir en paz”, afirmó.
En el capítulo cuarto titulado “El Porvenir” de su libro A la mitad del camino, el mandatario en un ejercicio de autocrítica aceptó que disminuir la violencia en México es un gran desafío, “un enorme reto que estamos empeñados en superar. No es un asunto fácil”.
Sobre todo cuando se trata de los cárteles y bandas heredadas del periodo neoliberal, dijo, “como si se tratara de calarnos y ver si somos capaces de enfrentar uno de los grandes problemas nacionales de nuestro tiempo”.
Admitió que pacificar al país puede llevar tiempo, pero la fórmula más segura es atender la raíz del problema que durante los gobiernos del pasado dejaron crecer, por vínculos con los cárteles o pactos como los que estableció la administración de Felipe Calderón.
Sin querer excusarme con la pandemia, lo cierto es que la Covid-19 afectó la economía de todos los países del mundo; en nuestro caso, en 2020 decrecimos en 8.5 por ciento, algo que no se había padecido en México desde 1933Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México
Tras reconocer al Ejército y la Marina, el mandatario aseveró que todo ese esfuerzo para conseguir la paz se ha llevado a cabo sin violaciones a los derechos humanos, sin el involucramiento de las fuerzas federales en masacres, sin cometer tortura, sin perpetrar desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales.
“No se ha ordenado a las fuerzas armadas que le hagan la guerra a nadie; no se les ha pedido que vigilen u opriman a la sociedad, que violen las leyes, que coarten las libertades, y mucho menos, que se involucren en acciones represivas o violatorias de derechos humanos”, dijo.
Al inicio de dicho capítulo, López Obrador aceptó también que al final de su gestión en 2024 es posible que no se logre la autosuficiencia alimentaria, y sólo se logren reducir las importaciones de maíz, sorgo, frijol, arroz y trigo. Tampoco, señaló, se logrará alcanzar un crecimiento anual de 4 por ciento como lo prometió en campaña.
“Sin querer excusarme con la pandemia, lo cierto es que la Covid-19 afectó la economía de todos los países del mundo; en nuestro caso, en 2020 decrecimos en 8.5 por ciento, algo que no se había padecido en México desde 1933”, puntualizó.
Plantea crear algo similar a la Unión europea
Al abordar la oportunidad del tratado comercial del norte, propuso al gobierno de Joe Biden establecer una comunidad similar a la Unión Europea en toda América Latina, pero que no signifique aplicar la misma política de los últimos siglos caracterizada por las invasiones y el modelo hegemónico de una nación.
“No se trata de aplicar en nuestra América la misma política de los últimos siglos, caracterizada por invasiones para poner o quitar gobernantes al antojo de la gran nación; es decir, deben quedar atrás las exclusiones, los bloqueos, las invasiones y la pretensión de dominio hegemónico”, explicó López Obrador.
Insistió en que la cercanía con EU obliga a buscar acuerdos, “y sería un grave error ponernos con Sansón a las patadas, pero siempre hay poderosas razones para hacer valer nuestra soberanía y demostrar con argumentos, sin balandronadas, que no somos un protectorado, una colonia o su patio trasero”, sostuvo.
Más adelante opinó que los países no pueden cerrar sus economías ni apostar a la aplicación de aranceles a países exportadores del mundo, y mucho menos declarar la guerra comercial a nadie.