“Gobernaré para todos y para todas, y tengan la certeza de que pondré mi conocimiento, mi fuerza, mi historia y mi vida misma al servicio del pueblo y de la patria”, ofreció Claudia Sheinbaum Pardo, al rendir ayer protesta ante el Congreso de la Unión como la primera mujer Presidenta de México, frente al que reivindicó que es tiempo de mujeres y defendió la reforma judicial como el proyecto que se concretará en el primer tramo de su Gobierno.
Numéricamente, se convirtió no sólo en la primera mujer en el máximo cargo público del país, sino en la mandataria número 66 de la República y la persona más votada en la historia reciente, al haber recibido 35.9 millones de votos el pasado 2 de junio.
Con el brazo y la palma extendida por encima del atril en la Cámara de Diputados, aseguró cumplir con la tarea fundamental al tomar la batuta: “Protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de Presidenta de la República que el pueblo me ha conferido, mirando en todo por el bien y prosperidad de la Unión; y si así no lo hiciere, que la nación me lo demande”.
Agradeció la presencia de representantes de 105 países, con quienes posteriormente sostuvo un primer encuentro oficial dentro de Palacio Nacional. De manera particular, reconoció la presencia de la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, quien acudió en representación del Gobierno de aquel país.
En la primera parte de su mensaje, evocó el proceso de desafuero que enfrentó el expresidente Andrés Manuel López Obrador hace 19 años, cuando era Jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal, quien hoy, dijo, la historia lo ha juzgado y será recordado como el mejor Presidente de México, por haber iniciado la revolución pacífica de la Cuarta Transformación del país.
“Hoy lo decimos con certeza y sin temor a equivocarnos: la historia y el pueblo lo ha juzgado, Andrés Manuel López Obrador, uno de los grandes… Ha sido un honor luchar con usted. Hasta siempre, hermano, amigo, compañero, Andrés Manuel López Obrador… Usted nos ha pedido en varias ocasiones no develar bustos ni poner su nombre en calles, avenidas, barrios o colonias. La verdad que no hace falta; usted estará siempre en el corazón del pueblo de México”, exclamó, mientras alzaba la voz, que se perdía entre los eufóricos gritos de morenistas y ante los ojos de los dignatarios de otros países que en el palco del primer piso se miraban entre sí y aplaudían.
En medio de la fricción diplomática con España, país del que sí acudieron algunos legisladores, dijo a López Obrador que su retiro de la vida pública lo hace como un demócrata y un maderista que ahora emprenderá la lucha desde otra trinchera: la escritura, para sostener que la riqueza mexicana nació con las civilizaciones originarias antes de la llegada de los españoles.
Pidió a todos reflexionar y evaluar “con la cabeza fría” los resultados del sexenio obradorista, y que son reconocidos dentro y fuera del país.
Así, exhortó a responder cómo es que 9.5 millones de mexicanos salieron de la pobreza, de acuerdo con el Banco Mundial; cómo es que México es de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) menos endeudados y con una moneda fuerte; cómo es que hay un récord de inversión extranjera, aumentó el salario mínimo y no subió la inflación, lo cual atribuyó al cambio en la conducción de las políticas económicas y la visión de país, que continuarán.
Si el objetivo hubiera sido que la Presidenta controlara la SCJN, hubiéramos hecho una reforma al estilo Zedillo. No, eso es autoritarismo; nosotros somos demócratas. En unos años, todas y todos estaremos convencidos que esta reforma es lo mejorClaudia Sheinbaum, Presidenta de México
“La respuesta es que cambió el modelo de desarrollo del país, del fracasado modelo neoliberal y el régimen de corrupción y privilegios, a uno que surgió de la fecunda historia de México, del amor al pueblo y de la honestidad; lo llamamos el humanismo mexicano. Y, aceptémoslo, a todas y a todos les ha ido mejor. Con este pensamiento y su puesta en marcha se cayeron muchos mitos y engaños del pasado. Por ello, para bien de México, de todas y todos, vamos a continuar con el humanismo mexicano”, enfatizó.
En el rubro económico, ratificó que se mantendrá la autonomía del Banco de México, se promoverá la inversión pública y privada, a razón de lo que aseguró a los inversionistas que su capital estará seguro en México.
Como parte del plan está el no aumentar el precio de combustibles en términos reales y reunirse en las próximas semanas con empresarios para llegar a un acuerdo con el que se fije que no aumentarán los precios de la canasta básica.
En cuanto a la relación comercial con Estados Unidos y Canadá, mencionó que no hay competencia, sino complementación mutua en la que se generan las condiciones para la consolidación de la economía continental con miras a que esto tenga alcances mundiales.
Lo mismo refirió respecto a los países de América Latina, con quienes afirmó que fortalecerá la relación económica y cultural.
En un decálogo, enunció los principios de la Cuarta Transformación y de su gobierno, que fueron coreados por los diputados y senadores de la 4T: Por el bien de todos, primero los pobres; no puede haber gobierno rico con pueblo pobre; con el pueblo todo, sin el pueblo nada, entre otros.
No regresará la irresponsable guerra contra el narco, de Calderón, que tanto daño le sigue haciendo a México. Nuestra convicción es que la seguridad y la paz son fruto de la justiciaClaudia Sheinbaum, Presidenta de México
Así, sostuvo que entre sus planes está la transformación “sin duda” del Poder Judicial, la cual negó que represente autoritarismo y de la que aseguró que en unos años todos se sentirán convencidos.
“Piénsenlo sólo por un momento: si el objetivo hubiera sido que la Presidenta controlara la Suprema Corte, hubiéramos hecho una reforma al estilo Zedillo. No, eso es autoritarismo; nosotros somos demócratas… Estoy segura que, en unos años, todas y todos estaremos convencidos que esta reforma es lo mejor. Aprovecho para decirle a las y los trabajadores del Poder Judicial que sus derechos y salarios están totalmente salvaguardados”, dijo.
En ese momento, la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Piña Hernández, que se encontraba en el presídium, miraba hacia la mesa; del lado izquierdo, en donde se encontraban el resto de los ministros del alto tribunal, éstos se miraban entre sí, excepto Loretta Ortiz, Lenia Batres y Yasmín Esquivel, que aplaudían.
Entre los compromisos manifestados por la Presidenta está la garantía a todas las libertades: la de expresión, de prensa, de reunión, de movilización, así como el respeto a los derechos humanos, la diversidad religiosa, política, cultural y sexual, además de no recurrir a la fuerza del Estado para reprimir.
Hoy lo decimos con certeza y sin temor a equivocarnos: la historia y el pueblo lo ha juzgado, Andrés Manuel López Obrador, uno de los grandes; usted estará siempre en el corazón del pueblo de MéxicoClaudia Sheinbaum, Presidenta de México
“Cualquiera que diga que habrá autoritarismo está mintiendo. Nuestra política exterior seguirá los principios constitucionales de autodeterminación de los pueblos, la no intervención y la solución pacífica de controversias”, mencionó.
Como lo hizo desde el arranque de campaña aquel 1 de marzo en el Zócalo de la Ciudad de México, destacó las tareas a las que se habrá de enfocar en diversas áreas, de entre las cuales destacó como la más “ambiciosa” la creación del programa de digitalización para facilitar el pago de impuestos y otros trámites que también favorezcan la inversión.
Sobre las políticas sociales, reiteró que se mantendrán la pensión universal para las y los adultos mayores, pensión universal a personas con discapacidad, becas Benito Juárez para estudiantes de preparatorias públicas, becas a estudiantes de escasos recursos, Sembrando Vida, Jóvenes Construyendo el Futuro, producción y pesca para el bienestar, fertilizantes gratuitos, precios de garantía, La Escuela es Nuestra y La Clínica es Nuestra.
A éstos se sumarán los tres nuevos programas que ella presentó en campaña para que todas las mujeres de 60 a 64 años tengan un apoyo bimestral; para que estudiantes de nivel básico en planteles públicos tengan una beca, y el programa para que haya servicios de salud a domicilio en beneficio de adultos mayores.
Otros proyectos mencionados son la contratación de 20 mil médicos, la consolidación del IMSS-Bienestar, la construcción de al menos un millón de viviendas para jóvenes y conceder créditos a bajo costo.
El plan de reactivación ferroviaria tendrá continuidad con la ampliación del Tren Maya a Puerto Progreso, en Yucatán, se terminará la Línea K del Tren Interoceánico de Ciudad Ixtepec a Ciudad Hidalgo, en Chiapas. También compartió que se seguirá con el fortalecimiento de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Pemex.
En materia ambiental, adelantó que el proyecto más “ambicioso” tendrá lugar en Tula, Hidalgo, con la construcción de un complejo ambiental para aprovechar los residuos y tratamientos de aguas, generación de energías, productos reciclados para reducir la contaminación; asimismo, vendrá la tecnificación del riego.
Puso otro acento en seguridad, al sostener que disminuirán los delitos de alto impacto, sobre lo cual aseguró que “no regresará la irresponsable guerra contra el narco de (el expresidente Felipe) Calderón”.
Tras repasar sus compromisos de Gobierno y llamar a una reflexión sobre los logros del sexenio obradorista, convocó a la Cuarta Transformación a seguir por el mismo camino.
“Soy madre, abuela, científica y mujer de fe. Y, a partir de hoy, por voluntad del pueblo de México, la Presidenta constitucional de los Estados Unidos Mexicanos… Les convoco a seguir haciendo historia. Que viva la Cuarta Transformación, que viva México, que viva México, que viva México”, concluyó.
Y entonces alzaron su voz: “¡Llegamos todas!”
Es tiempo de transformación, pero también de las mujeres, porque Claudia Sheinbaum no llega sola, sino que “llegamos todas”, aquellas que no han tenido voz y que no han contado.
Así, con una buena parte de su discurso dedicado a reivindicar la vital importancia de las mujeres en la vida pública y privada, la madataria federal resaltó el rol que han tenido en la historia de México, la mayoría de las veces invisibilizadas.
Un mensaje de palabras y de simbolismos fundidos en un ceremonial que rescató la llegada de todas a la conducción de los destinos del México tradicional, aquel que las negó durante siglos.
Destacan el hecho de que, a partir de este 1 de octubre, y por primera vez en la historia, los tres Poderes de la Unión son encabezados por mujeres: Claudia Sheinbaum se convirtió en la primera Presidenta, con “A” al final, hecho que abona a revertir el paradigma de que el curso de la humanidad únicamente es conducido por los hombres, mencionó en su discurso ante el Congreso al rendir protesta como la primera mandataria del país.
También es para exaltar que, por primera vez, una mujer —Ifigenia Martínez, presidenta del Congreso— le entregara la banda presidencial a la Presidenta, y que una cadeta le ayudara a colocársela.
La carga emocional del primer mensaje de la Presidenta de México hizo presentes a quienes nunca lo estuvieron, a quienes nunca tuvieron voz ni un camino fácil.
“Durante mucho tiempo, las mujeres fuimos anuladas, a muchas de nosotras nos contaron desde niñas una versión de la historia que nos quería hacer creer que el curso de la humanidad era protagonizado únicamente por hombres. Poco a poco esa visión se ha ido revirtiendo; hoy, sabemos que las mujeres participaron en las grandes hazañas de la historia de México desde diferentes trincheras y también sabemos que las mujeres podemos ser presidentas”, enfatizó.
“Soy madre, abuela, científica y mujer de fe. Y a partir de hoy, por voluntad del pueblo de México, la Presidenta constitucional de los Estados Unidos Mexicanos.
“Hago una respetuosa invitación a que nombremos Presidenta con ‘A’ al final, al igual que abogada, científica, soldada, bombera, doctora, maestra, ingeniera con ‘A’, porque, como nos han enseñado, sólo lo que se nombra existe”, subrayó.
Ante dos mujeres presidentas del Congreso, Ifigenia Martínez, y de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Piña, Claudia Sheinbaum hizo un reconocimiento a las heroínas sin nombre.
“Hoy quiero reconocer no sólo a las heroínas de la patria, a las que seguiremos exaltando, sino también a todas las heroínas anónimas, a las invisibles (...) llegan las que pudieron alzar la voz y las que no lo hicieron (...) las trabajadoras del hogar que salen de sus pueblos para apoyarnos a todas las demás, a las bisabuelas (...)
Llegan nuestras madres que nos dieron la vida y después volvieron a dárnoslo todo, nuestras hermanas que desde su historia lograron salir adelante y emanciparse, llegan nuestras amigas y compañeras, llegan nuestras hijas hermosas y valientes, y llegan nuestras nietas; llegan ellas, las que soñaron con la posibilidad de que algún día no importaría si naciéramos siendo mujeres u hombres, podemos realizar sueños y deseos sin que nuestro sexo determine nuestro destino”, expresó la mandataria.
Sus palabras reflejaban la emotividad de toda la jornada. Cobijada por simpatizantes y vecinos de Tlalpan, temprano salió de su domicilio, al sur de la Ciudad de México, rumbo a la Cámara de Diputados, para recibir la banda presidencial de manos de Ifigenia Martínez. En el trayecto en su vehículo hacia el Palacio Legislativo se hizo acompañar de su esposo, Jesús María Tarriba, a quien sólo en los momentos necesarios soltó la mano.
“Llegamos todas las mujeres y apoyamos todas juntas. ¡Sheinbaum, Presidenta!”, fue la consigna que se escuchó a la salida de su domicilio, en voz de decenas de simpatizantes y curiosos, niñas, niños, jóvenes y otros sectores que se abalanzaban sobre el vehículo para intentar saludarla.
Una escena similar vivió el expresidente Andrés Manuel López Obrador, cuyo vehículo fue seguido por simpatizantes que intentaron seguirle el paso a pie.
A las 11:05 horas, el ahora exmandatario ingresó por el vestíbulo principal de San Lázaro acompañado de una comisión de cortesía integrada por diputados y senadores de la 4T.
La comisión pronto se perdió entre el tumulto de legisladores que se abalanzaron sobre él para besarlo, abrazarlo, estrechar su mano y tomarse una fotografía, mientras en el resto del salón de sesiones resonaba por última vez la palabra “¡Presidente, Presidente!”.
Tardó alrededor de 10 minutos en atravesar el recinto hasta llegar a la Mesa Directiva, donde ya lo esperaba la presidenta Ifigenia Martínez, de 94 años de edad, y quien se incorporó hacia el final de la sesión en silla de ruedas, conectada a un tanque de oxígeno, movilizada por elementos de Protección Civil, médicos y algunos legisladores.
Aunque dos mujeres cadetas que permanecían en guardia intentaron levantarla cuando el expresidente llegó, él se acercó, le besó la frente y la mano derecha, para luego tomar asiento, del cual pronto tuvo que levantarse porque los morenistas salieron de sus lugares para formar una fila e ir a saludarlo.
En el extremo derecho de la Mesa se encontraba la ministra presidenta de la Corte, Norma Piña, también primera mujer en el cargo y quien no fue saludada por el exmandatario federal.
Veinte minutos después, la Presidenta llegó a la Cámara de Diputados y subió las escalinatas, donde fue recibida por la respectiva comisión, conformada únicamente por mujeres legisladoras.
Caminó al interior del recinto, donde fue recibida con la nueva consigna: “¡Es un honor estar con Claudia hoy!”. Seis minutos tardó en atravesar el mismo camino de selfies, abrazos y porras hasta la Mesa Directiva, donde saludó incluso a Norma Piña, con un beso en la mejilla. Andrés Manuel López Obrador se retiró la banda presidencial e intentó dársela a Ifigenia Martínez para que la entregara a la Presidenta. “Apenas y me sostengo”, exclamó la legisladora.
La banda pasó por su frente y fue recibida por la nueva Jefa del Ejecutivo Federal, a quien una cadeta le ayudó a colocar la banda cruzada por su torso sobre el vestido color marfil bordado con ganchillo por una artesana oaxaqueña que portó.
La banda presidencial para una mujer
A las 11:25 del 1 de octubre de 2024, Claudia Sheinbaum bajó del Aveo austero, que se estacionó a las puertas de San Lázaro, hacia el que enseguida encaminó de la mano de su esposo Jesús María Tarriba.
Faltaban sólo 8 minutos para que la banda presidencial, símbolo del poder máximo en la nación llegara a sus manos.
Una comisión plural de recepción cumplió su cometido con dejos de emoción. Rumbo al Palacio nada ni nadie hizo palidecer el inmaculado vestido de un color que los diseñadores llaman “crudo”, con bordados de flores en falda y puños, que se le ceñía con nítida elegancia al cuerpo esbelto.
El trajín rumbo a la Mesa Directiva del Congreso, donde se cumpliría el ritual de transmisión de poder, le resultó mucho menos complicado que el que antes hubo de superar Andrés Manuel López Obrador, quien había llegado 25 minutos antes, acompañado de su esposa Beatriz Gutiérrez.
El tabasqueño, como marca el protocolo, portaba la banda tricolor con el Escudo Nacional bordado con hilos dorados. Imposible no distinguir que el lienzo estaba hecho a la medida de Sheinbaum, pues en el frente a López Obrador prácticamente se le encajaba en la garganta y por detrás parecía envolverlo por debajo de la axila. Tendía a arrugarse el satín escrupulosamente planchado para la ocasión.
Esa banda debió superar empujones y estrujamientos de decenas de diputados —tanto de antigua militancia como de conversos recientes a la 4T— que buscaron con tesón y cuando fue necesario con fuerza, la selfie con el Presidente saliente.
A las 11:15, López Obrador pudo llegar a la Mesa Directiva en cuyo extremo derecho aguardaba la presidenta de la Corte, Norma Piña, con la que intercambió desdén.
La marabunta para las selfies no se pudo disipar sino hasta 13 minutos después, cuando por el pasillo izquierdo el caminar de Claudia Sheinbaum atrajo la atención.
Sus pasos fueron seguidos al momento, esta vez llevaba el cabello anudado en un chongo, en vez de la cola de caballo que desde hace años es su distintivo, hasta que llegó a encontrarse con López Obrador. La parte final de la sucesión —que quizá inició su curso hace casi 25 años cuando se conocieron— se puso en marcha. Un beso, un abrazo en el que, por cierto, quedó en medio la banda presidencial. Claudia se aproximó luego a la histórica Ifigenia Martínez —segunda integrante del Frente Democrático Nacional a la que, de manera consecutiva, le toca entregar la banda presidencial, pues a López Obrador en el 2018 se la entregó Porfirio Muñoz Ledo—. Figura de la izquierda desde hace casi 40 años, ya ocupaba su lugar en la presidencia del Congreso, vestida con un elegante atuendo rojo —pero apoyada por una cánula nasal que le suministra oxígeno— para cumplir una nueva cita con la historia, ahora a los 94 años de edad.
Sheinbaum sí saludó a la ministra Piña, entre sonrisas de cordialidad. No fueron pocos quienes vieron en el gesto una señal de nuevos tiempos, a pesar de la reivindicación que la morenista haría minutos después de la reforma al Poder Judicial.
Después no pasaron ni diez segundos para que arrancara formalmente la ceremonia por todos esperada. Sheinbaum con la mano derecha levantada prometió guardar y hacer guardar la Constitución. Y cuando dijo: “el cargo de Presidenta de la República que el pueblo me ha conferido…” retumbaron aplausos y vítores que inundaron el salón de plenos. Siguió luego con la voz bien impostada, hasta concluir: “…y si así no lo hiciera que la nación me lo demande”. Los chasquidos de los obturadores de cientos de cámaras se alcanzaron a escuchar mezclados con aplausos cuando Claudia levantó los dos puños en señal de triunfo.
El reloj registraba las 11:32 horas cuando, para retirarle la banda presidencial, se aproximó a López Obrador una cadete del Colegio Militar (ya no soldados hombres como se estilaba en el pasado): desprendió el velcro hasta que los dos extremos de la parte inferior quedaron separados. La militar le retiró entonces la tela tricolor que sólo unos pocos en la historia han podido usar. En ese momento, el de Tepetitán, de 73 años, dejó de ser, para efectos simbólicos, el Presidente de la República, tras gobernar el país por cinco años y diez meses. La cadete entonces extendió la tela tomándola con la puntas de pulgares e índices, con delicadeza. La dio al ahora expresidente que, enseguida, se acercó, como marca el protocolo, hacia la depositaria momentánea del símbolo.
Martínez demoró un poco para ponerse de pie. Claudia y Andrés apuntalaron su esfuerzo, cada uno con un brazo, mientras una voz rompía el silencio y la expectación: “¡Viva Ifigenia!” (muchos respondieron la arenga, incluida Sheinbaum: “¡viva!”). Y este último buscó entonces iniciar la entrega de la banda que volvió a extender, pues la había doblado en tres partes. “Te la paso a ti”, le dijo.
Con la mano izquierda trémula, la luchadora social pudo asirla o acaso dejar que se deslizara los instantes y centímetros necesarios para acercarla a quien es la nueva Presidenta, quien ya con ella en sus palmas dio un paso y asintió para que otra cadete la asistiera en la tarea de colocarla sobre el hombro y alrededor del torso. Norma Piña, unos pasos atrás atestiguaba el momento con una mirada tierna y aplausos incesantes.
En la escena, como se aprecia, había tres mujeres representando a los tres Poderes de la Unión.
Se escucharon suspiros cuando el último centímetro de la banda quedó adherido en sus extremos y Claudia miró hacia el fondo de salón que hizo las veces de firmamento. Los suspiros devinieron en gritos de celebración porque Claudia Sheinbaum Pardo, de 62 años, oriunda de la Ciudad de México, a las 11:35, con la banda presidencial ya tenía todas las atribuciones que detenta el Poder Ejecutivo en la República, el poder de los poderes.
Claudia a esa hora era ya la primera Presidenta de México en 200 años de vida independiente, quizá sean 500, como ella misma dijo, si se agregan los tres siglos de Conquista. Y decidió compartir ese nuevo poder conquistado con 35 millones de votos, cuando, ya en el atril, en su primer discurso ante la Nación dijo: “Llegamos todas”.
Enlista 100 compromisos como eje de su mandato
Con el compromiso de encabezar un Gobierno “honesto, honrado, sin influyentismo ni nepotismo, sin corrupción ni impunidad”, Claudia Sheinbaum Pardo ofreció su primer mensaje como Presidenta de México ante un Zócalo de la Ciudad de México abarrotado, ante el que también prometió no robar, no traicionar, no mentir y no fallarle al pueblo.
La mandataria federal dijo, ante decenas de miles de mexicanos procedentes de todo el país, que “no les fallará”, ya que junto a todos se construirá el segundo piso de la Cuarta Transformación.
Sheinbaum Pardo dio un mensaje claro, al señalar que “México no vive un Estado de excepción ni se violan los derechos humanos de las personas”, frente a las críticas por el traslado de la Guardia Nacional (GN) a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), pues reiteró que no existe una militarización. “La comandanta suprema de las Fuerzas Armadas es civil y es una mujer, y nunca vamos a dar una orden para reprimir al pueblo de México”.
Expuso que en la actualidad hay más libertades, más derechos y se vive un verdadero Estado de derecho, el cual se seguirá construyendo con el cambio en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y el Poder Judicial.
En este tema, dijo que en su gestión se garantizará la disminución de los delitos de alto impacto, pues no regresará la “irresponsable guerra contra el narco” que el expresidente Felipe Calderón impulsó en su administración, y que, dijo, tanto daño le sigue haciendo a México.
Aseguró que su convicción sigue siendo que la seguridad y la paz son fruto de la justicia y, por ello, dijo que se encuentran consolidando la estrategia de seguridad en cuatro ejes: la atención a las causas para que los jóvenes no sean enganchados por grupos delictivos, a través de programas sociales como Jóvenes Uniendo a la Nación, acceso a vivienda y al trabajo.
Otro eje es el del fortalecimiento de la Guardia Nacional; investigación e inteligencia, así como una mejor coordinación con estados y municipios, por lo que adelantó que será la próxima semana cuando se dé a conocer la estrategia de seguridad a detalle.
Sheinbaum Pardo adelantó que iniciará su administración con un recorrido en los estados de Guerrero y Michoacán para ayudar a los damnificados por el huracán John, que dejó fallecidos, fuertes inundaciones y daños en ambas entidades.
Por ello, dijo que va a seguir recorriendo el país y acercándose a la gente, ya que entiende que el poder es humildad y responsabilidad, pues la nación y su gente son grandiosos; aclaró que el movimiento que representa es el único que representa a la gente y que busca la justicia.
“Me comprometo con ustedes a que entregaré mi conocimiento, mi alma y vida, para el bienestar del pueblo de México. Me comprometo a defender al país, a enaltecer la lealtad y condenar cualquier forma de discriminación. No les voy a fallar”, puntualizó.
Mencionó que se seguirá trabajando con los familiares para alcanzar la verdad y la justicia hasta encontrar a todos los jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa y dijo que no se aumentarán impuestos ni la canasta básica. También se comprometió a erradicar la reelección y el nepotismo y a la obligatoriedad de que haya fiscalías contra feminicidios en todos los estados.
Con mantas, pancartas, banderas y un sinfín de porras, unas 400 mil personas, según estimaciones de las autoridades capitalinas, se congregaron para conmemorar la toma de protesta de Claudia Sheinbaum Pardo como Presidenta de México.
El sonido de los tambores y la orquesta monumental de Pilares ambientaron el escenario de un nuevo momento de la historia de México. A pesar de haber un clima mayormente nublado, el ambiente festivo de los asistentes no decayó y las banderas continuaron ondeando.
“AMLO, te vamos a requete extrañar. ¡Gracias por nunca rendirte!”, “amor por la ciudad”, “soy obradorista, no chapulín. Viva la 4T”, se podía leer en las múltiples pancartas que portaban los asistentes.
Al abrirse las puertas del Palacio Nacional, la euforia inundó el lugar; enseguida llegaron los aplausos y los gritos de “¡Presidenta, Presidenta!”; las porras, los tamborazos e incluso las bombas de papelitos no se hicieron esperar.
Al trazar los 100 compromisos de su gobierno, Sheinbaum Pardo hizo un recorrido por los principales temas de su administración, como salud, educación, ciencia, programas sociales, economía, medio ambiente y política, entre otros. Entre sus compromisos que más se destacaron fue gobernar separando el poder económico del político, pues aseguró que no se rendirá ante el dinero.
Dijo que será una prioridad la atención a los mexicanos en el exterior, ya que son sumamente importantes para el país, así como defender la grandeza de México y no permitir nunca una subordinación a otro país. Además, atepuso el combate a la corrupción, una reforma electoral, y adelantó que en el 2027 se someterá a una consulta de revocación de mandato.
Además, impulsará una reforma para la no reelección y otra para que ningún familiar suceda a otro en un cargo público. Respeto a la independencia del Banco de México, impulsará un programa de digitalización de trámites a nivel nacional, otro para facilitar el pago de impuestos, así como reformas contra el maltrato animal y transformar escuelas en espacios seguros.
Asimismo, aseguró que inicia el segundo piso de la transformación, pero aclaró que no llega sola, sino con todas las mujeres; señaló que gobernará para todos los mexicanos.
Desde su salida, la gente no dejó de apoyar a la mandataria; en todo momento se exclamaron arengas, porras y gritos de apoyo, además de que la gente ovacionó cada una de sus acciones de gobierno a cumplir.
Comunidades indígenas le entregan bastón de mando
Ante un Zócalo repleto en cada uno de sus rincones, la Presidenta Claudia Sheinbaum recibió de las 70 comunidades indígenas y afromexicanos el bastón de mando con el que se le reconoce como mandataria del país y representante también de los pueblos originarios del país.
“Tú eres la voz de las que no tuvimos voz por mucho tiempo, la voz de nuestros pueblos con dignidad, la esperanza que teníamos. Las mujeres indígenas estamos de fiesta, todas, porque por primera vez, una mujer llega a este lugar tan preciado para nosotros, para el pueblo, para el sueño. Claudia, que los elementos dorados te acompañen, que el agua bendita purifique tu alma, que nuestra madrecita tierra te bendiga siempre”, exclamaron.
Las comunidades aseguraron estar de fiesta por la llegada de Sheinbaum Pardo, para que lleve en sus manos la agenda que atienda sus pueblos.
Después de pedir a todos los asistentes del Zócalo que se retiraran cualquier sombrero y gorra, todos los asistentes la acompañaron a mirar hacia el oriente con las manos levantadas.
“Invocamos a los nahuales, a las deidades y a los demás seres y espíritus divinos que habitan este lugar. Pedimos vida, iluminación y sabiduría para la Presidenta; pedimos para ella tu luz divina, que la acompañes, la ilumines a cada paso que dé, en cada decisión que tome, a ella y su equipo de trabajo. La encomendamos a nuestras ancestras afromexicanas, que le den la resistencia y la fortaleza para que gobierne con amor, con compromiso, entereza y humildad al pueblo de México”, fueron algunas de las palabras.
También fue encomendada a los guardianes para que la acompañen en su camino y los momentos difíciles.
Asimismo, pidieron que se conduzca con humildad, respeto y acompañamiento de toda la población.
Entre las prioridades de los pueblos originarios está el que la paz sea garantizada en sus comunidades, así como el bienestar de todos sus integrantes.
“Usted no está sola, estamos todos los pueblos unidos para seguir trabajando y seguir poniendo en alto nuestras comunidades”, exclamaron.
Confían en que nuevo Gobierno abra diálogo
Legisladores de oposición coincidieron en su expectativa de que los años venideros sean de diálogo, concordia y acuerdo para sacar adelante al país.
Antes de la toma de protesta de Claudia Sheinbaum como Presidenta constitucional, las bancadas parlamentarias del Congreso de la Unión fijaron sus posicionamientos frente al nuevo Gobierno, en los que bajaron el tono de la frontalidad que se había dado con la administración anterior.
Para esta sesión, se estableció un acuerdo de respeto mutuo para evitar el barullo dentro del Salón de Sesiones, que se habría podido generar por la contrariedad entre el bloque oficialista y el opositor.
Esto se mantuvo, a pesar de las intervenciones de PAN, PRI y Movimiento Ciudadano, que en uso de la tribuna lanzaron acusaciones contra el Gobierno del expresidente Andrés Manuel López Obrador.
En cambio, el PRI vio para los próximos años “oportunidades y no enemigos”; el dirigente nacional del tricolor y senador Alejandro Moreno Cárdenas centró una parte de su discurso en la búsqueda del consenso, sin simulaciones, para enmendar los errores que, consideró, se cometieron en el Gobierno obradorista y para lo cual el instituto político que encabeza está dispuesto a colaborar.
“Hoy le decimos al Gobierno que puede contar con el PRI, que juntos podamos corregir el rumbo y trabajar a favor de las familias mexicanas… Lo que han llamado la transformación del país ha tenido grandes equivocaciones”, sostuvo.
Aunque dijo que el Gobierno actual goza de popularidad, acusó que ésta es resultado de un proceso “poco transparente, que sólo es visto por los beneficiarios como un gesto de quien ocupa la Presidencia de la República”.
Por ello, pidió al nuevo Gobierno que su ruta contenga “rectificaciones”, pues ninguna mayoría se legitima por medio de la negativa a escuchar y dialogar, como ha ocurrido, dijo, y que sería “lo más grave” si se repite en el futuro.
“Ninguno debe de olvidar que una manera de destruir al país es haciendo silencio y quedarse callado; si el Gobierno calla, que hable la calle… Nadie por encima de la patria, nadie por encima de la ley, nadie por encima de la Constitución; éste es el momento y la hora de demostrar de qué estamos hechos los mexicanos”, dijo.
A nombre del PAN, Guadalupe Murguía Gutiérrez felicitó a Sheinbaum por el nuevo cargo y confió en que hará valer su autonomía para gobernar para todos en un sistema democrático en el que, subrayó, para conservar su fortaleza se debe acompañar de contrapesos fuertes, hecho para el que aseguró que su bancada está dispuesta a abonar.
“En México no hay cabida para caudillos ni para maximatos, no queremos una Presidenta tutelada. La fuerza del voto se expresó en las urnas y nos ha enseñado una vez más que en democracia nadie gana todo y tampoco nadie pierde para siempre”, exclamó.
Al elevar el volumen de la voz, dijo que este martes concluyó una de las épocas más oscuras del país, que terminó “dolido, con miedo y está de luto”, a causa de la deuda económica, los homicidios y desapariciones, y las deficiencias en salud.
“Pedimos a la Presidenta Sheinbaum que gobierne para todos… Somos la principal oposición y somos la resistencia de este país”, exclamó.
La emecista Ivonne Ortega consignó que la llegada de Sheinbaum deberá significar mucho a futuro, para lo cual le aseguró que su partido ofrecerá sororidad, mas no complicidad; diálogo, pero no sumisión, y respeto, mas no sometimiento.
Expuso que la bancada naranja impulsará más reformas en materia laboral, social y de seguridad, para lo cual pidió el apoyo de la mayoría. “En México, nuestra obligación frente a la historia es la reconciliación nacional. Así, esperamos de la Presidenta voluntad para que, con la misma rapidez con la que se aprobaron las reformas que capturaron al Poder Judicial y militarizaron la seguridad, se apruebe la reducción de la jornada laboral de 40 horas”, comentó.
En representación de Morena, el coordinador Ricardo Monreal exaltó que la población confió en el movimiento y ratificó la esperanza en el mismo con el “triunfo abrumador” del pasado 2 de junio, donde 60 puntos separaron al primero del segundo lugar electoral, y como resultado de las décadas de lucha con la conducción del expresidente López Obrador. Las razones por las que esto ocurrió, argumentó, fueron llevar propuestas como el apoyo a más de 30 millones de hogares.
El petista Reginaldo Sandoval ratificó que su partido seguirá a disposición para la transformación del país.
En nombre del PVEM, Manuel Velasco dijo que están orgullosos de haber abonado con cinco millones de votos al triunfo electoral y aseguró que “estamos listos para defender con todo el proyecto de la Presidenta de México, sin titubeos”.
IP respalda a nuevo gobierno y ofrece trabajo conjunto
El sector empresarial mexicano aseguró que tienen confianza en el gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo, quien el día de ayer tomó protesta como Presidenta Constitucional de México; empresarios e industriales, a través de distintas cámaras y confederaciones dieron a conocer que respaldan la administración y buscan trabajar en conjunto para enfrentar los retos que atañen al país.
La Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos, (Concamin) aseguró que “el gobierno de la Dra. Sheinbaum cuenta con el respaldo y la colaboración de la Concamin, con su experiencia, conocimiento técnico y capacidad operativa”.
Sostuvo que se encuentran en la “disposición plena” de trabajar en conjunto con el Gobierno federal para fortalecer el Estado de derecho, e impulsar una política industrial activa, defender la posición de México ante la revisión del Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), robustecer el sistema educativo e impulsar la innovación, atender los problemas del cambio climático y la escasez del agua. Asimismo, consideró que la buena relación entre gobierno y sector industrial detonará la inversión productiva.
“Reiteramos nuestro respaldo y disposición plena para contribuir con el Gobierno federal en los retos comunes… superar los desafíos que enfrenta el país y generar condiciones de crecimiento sostenido y bienestar para todas y todos”.
Por su parte, Francisco Cervantes Díaz, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) felicitó a la mandataria por convertirse en la primera Presidenta de México. “El sector empresarial reitera su compromiso con la estabilidad y la unidad para trabajar juntos por el desarrollo de México. ¡Enhorabuena!”, destacó en una breve publicación en sus redes sociales.
Con un tono menos confrontativo, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) felicitó a Claudia Sheinbaum por convertirse en la primera Presidenta en la historia de México y reiteró su compromiso de colaborar con el nuevo gobierno y mantener un diálogo constante y respetuoso que permita enfrentar los principales desafíos del país.
Mencionó que para lograr un desarrollo económico, social e inclusivo es necesario recuperar la seguridad y la paz, atender a los damnificados afectados por el Huracán John, y dar certeza jurídica a las inversiones; además, aseguró que es esencial que el Gobierno entrante se apegue a la división de poderes, Estado de derecho y las libertades ciudadanas.
En tanto, la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco Servytur) aseguró que confía en la nueva administración y destacó que trabajarán conjuntamente para crear políticas públicas que permitan el desarrollo económico y el bienestar social del país.
Octavio de la Torre de Stéffano, presidente de la Concanaco, dijo que las 257 cámaras de comercio que forman parte de su organización, “reafirman su compromiso de trabajar en unidad por un México más fuerte y próspero”.
De igual forma, Miguel Ángel Martínez Millán, presidente de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar) señaló que se suman al proyecto de nación que emprenderá Sheinbaum Pardo, porque coinciden “plenamente en su visión de protección al medio ambiente y la migración a energías limpias”.
Y refrendó el apoyo y compromiso que tienen los transportistas en el desarrollo y crecimiento económico de México, “nos mantendremos de frente a los nuevos tiempos”.
El representante de la Canacar destacó que la llegada de Sheinbaum fue un logro histórico, pues en 1955, las mujeres emitieron por primera vez el voto democrático, y 69 años después, el país tiene “a la primera mujer al frente del Poder Ejecutivo de México”, destacó.
Por otro lado, Luis Méndez Jaled, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) reiteró su respaldo y la disposición para colaborar con el nuevo gobierno, “nos motiva, en particular, su propósito de ampliar y modernizar la infraestructura logística, carretera, ferroviaria, portuaria, aeroportuaria, energética, hídrica, urbana y social, incluyendo la construcción de vivienda”.
Las personas constructoras de México confiaron en que las decisiones que tome la administración de Sheinbaum Pardo harán que el país tenga un desarrollo sostenible e incluyente.
En ese sentido, el Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (Index), afirmó que el nuevo gabinete genera confianza en el sector manufacturero y dijo que sus integrantes se muestran abiertos “a la cooperación con el nuevo gobierno para generar bienestar y crecimiento para nuestro país”.
MINEROS CONFÍAN EN DIÁLOGO. La Asociación de Ingenieros de Minas, Metalurgistas y Geólogos de México (AIMMGM) confía en que el gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo dará pie al diálogo “abierto y constructivo” para abordar los temas, retos y oportunidades que el sector y la industria minera enfrentan.
Rubén del Pozo Mendoza, presidente de la AIMMGM, aseguró que trabajarán en coordinación con Marcelo Ebrard Causabon, secretario de Economía y con Alicia Bárcena Ibarra, secretaria del Medio Ambiente y Recursos Naturales, para “seguir contribuyendo en la construcción de un México más próspero e incluyente que tenga como base el desarrollo sostenible de la industria minero-metalúrgica”.
Pues “la industria minero-metalúrgica es un pilar esencial para el bienestar de al menos 690 comunidades y 3 millones de familias que dependen directa e indirectamente de esta actividad que representa el primer eslabón de más de 70 sectores productivos en México”, señaló el presidente.