Los gobiernos de México, Estados Unidos y Canadá firmaron la Declaración de la Alianza para América del Norte para la Igualdad y la Justicia Racial, mediante la cual se busca combatir el racismo en las tres naciones.
El canciller Marcelo Ebrard encabezó la ceremonia en la que estuvo acompañado por el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, y la ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Mélanie Joly, quienes signaron el acuerdo.
“Es un acuerdo que surge porque somos tres países que estamos pensando en algo similar en nuestra política, es una gran suerte y una gran oportunidad, porque no tienes que convencer a nadie, sino organizarnos porque ya lo estamos haciendo”, destacó el secretario de Relaciones Exteriores.
En su mensaje, Ebrard explicó que en el caso de México, tanto el racismo como la esclavitud son temas de los que no se hablaba, pese a su constante presencia en el país.
“El racismo es un tema muy actual que tiene que ver con el diseño de la sociedad. Le ha hecho un gran esfuerzo por desmantelar la cultura del racismo, es una cultura no es un tema sencillo, pero es una lucha que tenemos que dar cada día”, dijo.
Explicó que en México existen 63 lenguas vivas, por lo que el Presidente Andrés Manuel López Obrador pidió hacer un esfuerzo para revisar todos los episodios de México e identificar los casos, como el de los Yaquis, que prácticamente fueron exterminados.
“Recién en Estados Unidos nos pidió el Presidente que en los consulados, no obligues a todos los que te hablan a hablar español, porque no es su lengua materna, estamos recibiendo llamadas de personas que hablan náhuatl, otomí, zapoteco, me faltan muchas lenguas, pero vamos por cinco, las principales”, detalló.
Ebrard mencionó que “cuando vemos que en Estados Unidos la administración Biden tiene preocupaciones similares y también el ministro Trudeau y nosotros contamos esta historia, por qué no hacemos causa común”.
Al respecto, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, sostuvo que esta alianza “se basa en un ideal en común que se encuentra en el corazón de las democracias, todos estamos mejor cuando cada persona disfruta de los mismos derechos”.
Aseguró que en el Departamento de Estado están comprometidos a integrar este trabajo en toda la política exterior.
Por su parte, la ministra de Asuntos exteriores de Canadá, Mélanie Joly, apuntó que el objetivo es erradicar las desigualdades: “Es un paso histórico para erradicar la injusticia tan profundamente anclada”.
“La diversidad es un hecho, pero la inclusión es una decisión”, agregó, y reconoció que el trabajo para luchar contra la intolerancia en las sociedad no es fácil.
Leo