Crimen amplía control en rutas migratorias también en el norte

Los grupos de la delincuencia organizada expandieron su alcance territorial en las rutas migratorias; ahora controlan las de los estados del sureste y, en el norte, sumaron una más hasta ahora inexplorada.

En fechas recientes, encontraron una nueva ruta para extorsionar a los migrantes irregulares que buscan pasar a Estados Unidos. Se trata de la zona llamada “Montaña Cristo del Rey”, un espacio entre Chihuahua y el estado de Texas que fue descubierto por los migrantes en meses anteriores para cruzar de manera ilegal al país vecino del norte, debido a que en esa parte no hay muro fronterizo, lo que facilita su traslado.

Sin embargo, los grupos criminales lo detectaron y tomaron su control, por lo que ahora cobran entre 5 mil y 10 mil dólares para dejarlos cruzar, o ellos mismos trasladarlos hasta Estados Unidos.

De acuerdo con datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, en la zona de El Paso, Texas, se han registrado 132 muertes y 757 rescates en lo que va del año debido a que es una zona desértica de mucho riesgo para las personas.

Al respecto, Eunice Rendón, directora de la iniciativa Agenda Migrante, dijo a La Razón que históricamente los grupos criminales controlan las rutas migratorias debido a que “tienen demasiados ojos”, e incluso, se han descubierto diversos puntos en la zona de la frontera entre ambos países por donde pasan a la gente indocumentada.

“Hace unos años descubrieron una zona de cruce dentro de una empresa, que incluso el mismo dueño ni sabía que estaba. Cuando se descubre un paso se empieza a correr la voz y es por ello que todos van a ese sitio, sean migrantes o sean criminales, pues en muchas casas de la frontera hay cámaras para vigilar en todo momento lo que hacen las autoridades”, explicó.

Señaló que la presencia de los cárteles es muy importante en la frontera, debido a que su negocio histórico es el del trasiego de drogas; sin embargo, en los últimos años se ha visto que el traslado de migrantes es ahora el primer negocio de ellos, pues es difícil que los atrapen, mientras que por las drogas ya se corren muchos riesgos.

“Ya no sólo se cobra por el traslado, sino que se suma el tema de la extorsión hacia sus familias; digamos que se va sumando toda una serie de recolección de dinero para sus fines”, resaltó.

La activista sostuvo que hay muchos pasos que se han ido controlando por los grupos delictivos, como el Ceibo en Tabasco o los cruces en Oaxaca, además de que los recientes conflictos que se han generado en Chiapas es por el control del tráfico de personas, pues es el punto de ingreso, que deja ganancias por miles de millones de pesos al año.

“Ya el símbolo del pollero ya no existe, pues ahora son grupos y redes que tienen sistemas sofisticados para trasladar a la gente, por ello cada vez es más difícil atraparlos”, expuso.

En días pasados, Gloria Chávez, jefa de la Patrulla Fronteriza del Sector del Valle del Río Grande, aseguró que los grupos criminales se encuentran utilizando drones para vigilar la presencia y movimientos de esa corporación de Estados Unidos, debido a que es de las regiones más concurridas para los cruces ilegales.

El Sector del Valle del Río Grande de Texas es una de las dos regiones masivas para el ingreso de migrantes y lo conforman 446 kilómetros de río, cuenta con nueve estaciones de la Patrulla Fronteriza y dos retenes de revisión.

Los grupos Beta del Instituto Nacional de Migración (INM) rescataron, en los primeros cinco meses de este año, a 20 mil 168 migrantes en el país; sin embargo, la mayoría de los rescates fue realizada en zonas alejadas de Baja California, Chihuahua, Coahuila y Tamaulipas.

Por su parte, Isabel Turcios, directora de la Casa del Migrante en Piedras Negras, Coahuila, dijo a este diario que, ante la falta de respuesta y oportunidades, los migrantes se ponen en manos de la delincuencia organizada, lo que les genera cientos de riesgos, porque en la mayoría de las veces sólo los extorsionan y los dejan “botados”.

“La gente que viene es extorsionada por los criminales, pero en muchas ocasiones también están coludidos con las autoridades locales, pues cada uno se lleva su tajada. Para poder avanzar, tienen que arriesgarse por esos cruces y siempre los dejan botados en los desiertos”, explicó.

Sostuvo que en toda la frontera norte hay criminales que controlan cada paso que existe y aprovechan cualquier oportunidad para crear pasos y descubrir nuevas maneras de pasar; por ello, en varias zonas se ha dejado de transitar, pero la desesperación de los migrantes es tal que se arriesgan, aun cuando saben que hay peligros.