El éxodo migratorio de haitianos, colapsó el albergue Tochan en la Ciudad de México; en sólo dos días llegaron 30 migrantes que requieren comida y un techo dónde dormir.
El lugar se localiza en la colonia Pino Suárez de la alcaldía Álvaro Obregón y cuenta con espacio para 25 personas, sin embargo, la noche del martes arribaron 30 haitianos para solicitar estancia ya que no tienen sitio para pasar las noches.
Gabriela Hernández, directora del albergue, explicó a La Razón que nunca habían tenido a tantos extranjeros de Haití. Recordó que hace dos meses sólo se albergaron a cinco personas de ese país, pero al cabo de unos días abandonaron las instalaciones.
“Es sorprendente la cantidad de migrantes de Haití que comienzan a llegar a la Ciudad de México, no se habían visto a tantos y en nuestro albergue se desbordó la atención porque los recursos son pocos”explicó.
La responsable comentó que sobrellevan la situación porque las autoridades capitalinas les mandan alimento para las personas, aunque aclaró que aún falta ya que pueden llegar más solicitantes. “Nosotros no podemos negar la atención porque lo necesitan, pero sí requerimos de más insumos; sobre todo ropa y medicinas”, destacó.
Hasta el momento en el albergue hay 30 migrantes de Haití y 20 de Centroamérica, aunque sólo hay una familia originaria de la Isla, ya que la mayoría son hombres que viajan solos.
Migrantes esperan la respuesta de Comar para quedarse en México
Jan Centilma es un joven de 35 años que llegó hace dos días a la capital del país, luego de una travesía desde Chile, República Dominicana, Panamá, Guatemala y Chiapas, utilizando todo tipo de transportes e internándose en la selva del sur de México.
“El trayecto fue muy complicado porque fue en camión, aventón, en lancha y caminando por la selva. Vengo desde Chile porque allá no hay mucho trabajo y por ser migrante te quieren cobrar todo al doble. La comida, el bus y los servicios son más caros para los que no son de ahí”detalló.
En su camino, Jan fue extorsionado en Panamá y Guatemala para poder pasar la frontera con 150 dólares. “Mucha gente mala hace negocio en la frontera porque te ven que quieres pasar y te cobran aunque no son autoridad. Fue muy difícil el camino, pero ya estamos aquí a ver qué pasa”, añadió.
El migrante contempla la posibilidad de quedarse en México o ir a Estados Unidos, pero depende de la respuesta que la Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado (Comar) le dé en los siguientes días.
En el albergue Tochan sacaron de la bodega decenas de colchonetas que preparan en caso de que arriben más extranjeros, además les brindan información sobre el trámite, requisitos y tiempo de espera de sus solicitudes de refugio.
ANR