A pesar de que la iniciativa de Reforma Electoral avanzó en comisiones de la Cámara de Diputados, el Presidente López Obrador volvió a arremeter contra los detractores de la misma, y dijo que “ya es políticamente un hecho que el bloque conservador va a impedir la reforma”, por lo que insistió en presentar, el próximo fin de semana, su “plan B” que no toque la Constitución.
"Yo quiero que antes de que termine el periodo se vote. Como es reforma legal no se necesita mayoría calificada; es sólo con la mayoría simple", demandó el Presidente.
Reconoció que los cambios que podrá realizar con su propuesta son mínimos, pues se atendrá a los márgenes de la Constitución. Por ello, ironizó sobre los alcances de la misma.
"No podemos, de forma constitucional, quitar plurinominales; van a seguir habiendo 500 diputados. Esto por la defensa del INE, ¡aplausos! […] No se les va a quitar dinero a los partidos, ¡aplausos! Van a seguir siendo los partidos los que, por órdenes de sus jefes, nombren a los consejeros y magistrados del Tribunal Electoral, ¡aplausos!”, ironizó el mandatario federal.
Señaló que, si la oposición no está conforme con la propuesta que presentará, todavía puede recurrir a la Suprema Corte, donde, dijo, los ministros son libres y deciden de forma autónoma.
"En la Corte ya no son como eran antes: empleados, subordinados al Presidente. Estamos viviendo un tiempo en que los ministros son libres, ya sea porque no están de acuerdo con nuestro proyecto o tienen la arrogancia de sentirse libres", señaló López Obrador.
AM