Como cada año, México realizó su ajuste para el horario de invierno al retrasar una hora el reloj durante la madrugada de este domingo, lo que, además de crear la sensación de tener más tiempo, también podría tener efectos en la salud.
El cambio repentino de horario hace que el reloj biológico se desajuste y el cuerpo reaccione ante algo que no es habitual, ya que sólo sucede dos veces al año.
De acuerdo con un estudio publicado por la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México, las alteraciones dependen de los sistemas encargados de la adaptación, por lo que no constituyen enfermedades.
¿Cuáles son los cambios?
- Somnolencia.
- Irritabilidad.
- Dificultades en la atención y fallas en la memoria.
- Nerviosismo.
- Fatiga, baja en el rendimiento y menor productividad.
- Trastornos digestivos, aumento en la secreción del jugo gástrico y aumento nocturno de apetito.
El mayor impacto se lo lleva el ciclo de sueño, ya que las personas no cambian su horario para iniciar con sus labores, por lo que, desde la perspectiva del reloj biológico, la hora de despertar y dormir rompe la rutina a la que el cuerpo ya estaba acostumbrado.
Pero no todo es malo, ya que el impacto positivo se ve en la capacidad que el cuerpo muestra para adaptarse a nuevas circunstancias al paso de unos días, lo que puede estimular un mejor desarrollo y una capacitación para enfrentar retos o modificaciones de la misma o diferente naturaleza.
KEFS
