La Iglesia católica aseguró que las autoridades federales deben instrumentar una “estrategia de cuidados efectivos” con capacitación a maestros, padres de familia y alumnos para tener un regreso seguro a clases presenciales el próximo 30 de agosto.
“Estamos ante una decisión compleja, que además incide en el bien común: ¿Regreso o no a clases presenciales? La respuesta ideal es sí, pero con una estrategia de cuidados efectivos, con una política educativa adecuada a los nuevos escenarios, con capacitación a los docentes, padres de familia y alumnos”, propuso en su editorial Desde la Fe.
La Iglesia católica explicó que debido a la variante Delta y que sólo alrededor del 20 por ciento de la población cuenta con esquema completo de vacunación, en estos momentos, el sector más afectado es el de los menores de edad porque algunos tienen enfermedades subyacentes que los ponen en riesgo y no han sido vacunados contra el COVID-19.
Por tal motivo, exhortó a encontrar soluciones que consideren los “factores que juegan en los diferentes escenarios y en los entornos de cada una de las escuelas del país”.
La Iglesia católica afirmó que en el ciclo escolar 2021-2022 tiene que prevalecer la seguridad de los niños y adolescentes, porque es responsabilidad de cada familia, en especial de los padres, y de las autoridades educativas públicas o privadas garantizar políticas que protejan a estudiantes, profesores y todo el personal.
“El riesgo de padecer COVID-19 y agravarse aumenta entre quienes no han logrado comprender cómo cuidarse, al no saber cuáles son los mecanismos de contagio y cómo protegerse de los aerosoles contaminados -partículas liquidas exhaladas por personas infectadas- al convivir fuera del núcleo familiar en lugares cerrados y sin ventilación, como son los salones de clases”, detalló la Iglesia católica.