La Iglesia mexicana advirtió que el peor escenario que se debe evitar en los actuales comicios federales y locales es la intervención del crimen organizado.
A través de un posicionamiento de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), firmado por su presidente, Rogelio Cabrera, arzobispo de Monterrey, y el secretario general, Ramón Castro, obispo de Cuernavaca, señaló que “sabemos ya de algunos riesgos que amenazan la estabilidad democrática mediante la violencia criminal que, al mismo tiempo, afectan la libertad ciudadana”.
Por ello, consideró que todavía hay tiempo de evitar esta situación, confiando en la fortaleza de las instituciones electorales y en la honestidad de todos los candidatos.
La CEM apuntó que corresponde a las autoridades electorales, como el Instituto Nacional Electoral (INE), el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales (Fisel) actuar con apego a la imparcialidad y la justicia, con ética y competencia profesional, para garantizar que el proceso se desarrolle con plena legalidad y con oportuna corrección de las anomalías que pudieran presentarse.
Mientras que señaló que las autoridades responsables de la seguridad ciudadana y las fuerzas del orden, como la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Guardia Nacional (GN) y la Secretaría de Marina (Semar) deben garantizar la protección y el ambiente de paz, de tal manera que “se eviten, por motivos electorales, las agresiones, los atentados y los lamentables asesinatos de candidatos, políticos”.
El peor de los escenarios, el que mayormente debemos evitar, es aquel en el que el crimen organizado y otros grupos delincuenciales intervengan en el proceso electoral, en cualquier lugar y momentoConferencia del Episcopado Mexicano, Posicionamiento público
“La seguridad deberá estar garantizada en todos los rincones del país el próximo domingo 2 de junio, sin excepción alguna. Creemos que el peor de los escenarios, el que mayormente debemos evitar, es aquel en el que el crimen organizado y otros grupos delincuenciales intervengan en el proceso electoral, en cualquier lugar y momento.
“La democracia electoral, mezclada con la delincuencia, es un binomio totalmente inaceptable, es un signo de la más deplorable corrupción que se debe evitar a toda costa. Por ningún motivo se puede justificar, y mucho menos, entrar en complicidad”, sostuvo.
La jerarquía de la Iglesia católica en México subrayó que todos desean un proceso electoral que sea ejemplo de civilidad y que esté a la altura de la cultura democrática que se ha construido y perfeccionado en las últimas décadas: “Por el bien de México, primero la democracia y el Estado de derecho”.
“Participemos todos, en lo que a cada uno nos toca, vigilando con esmero el proceso electoral en su conjunto, hasta la entera jornada del 2 de junio, donde los verdaderos demócratas, como fruto de un proceso ejemplar, deberán reconocer los resultados sin apasionamiento, dejando de lado intereses meramente partidistas y conductas egoístas, poniendo por delante el bien común de nuestro México”, enfatizó.
La CEM reiteró que México necesita campañas electorales limpias, legales y austeras, que favorezcan el ejercicio del voto, además de ciudadanos que participen y tomen sus decisiones pensando en el bien de la nación.
“No es tiempo de apatía, indiferencia o abstencionismo. Es tiempo de participación y compromiso. Exhortamos a todos los ciudadanos, especialmente a los jóvenes, a informarse, interesarse y tomar sus propias decisiones buscando el bien de la nación. Igualmente, exhortamos a los partidos políticos y candidatos para que se conduzcan con ética, con altura de miras y que no pierdan de su horizonte de acción el bien común”, indicó.