La Iglesia Católica reprobó la determinación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la que avaló la norma que, entre otros aspectos, permite que las personas menores de edad recurran a la interrupción del embarazo en casos de violación, sin orden judicial y autorización de la madre y padre.
A través de su editorial en el semanario Desde la fe, también se pronunció en contra de la invalidez que se declaró sobre la legislación de Nuevo León, en la que se protegía a la vida humana desde el momento de la concepción.
Para el primer caso, argumentó que es una “clara violación a la patria potestad” y que fomenta la impunidad y revictimiza a la mujer violentada al facilitar el aborto sin que la personas que lo solicita presente una denuncia contra su agresor sexual.
“El mismo agresor podría ser, incluso, quien lleve a la mujer a abortar”, advirtió.
Respecto a la invalidez del artículo primero de la Constitución Política de Nuevo León, que protege la vida humana desde el momento de la concepción, aseguró que esto es “un nuevo retroceso en materia de derechos humanos”.
Durante la discusión del asunto, la ministra Loretta Ortiz señaló que el máximo tribunal tenía el deber de proteger los derechos humanos de las mujeres y personas gestantes con el fin de eliminar barreras estructurales y legales “que han impedido el goce absoluto, pleno y libre de los derechos fundamentales, sexuales y reproductivos”.
Sobre esto, la Iglesia Católica señaló en su editorial que la mayoría de ministros de la Corte consideran que proteger el derecho a la vida desde la concepción limita a otros “supuestos derechos, pero ¿qué derecho puede existir que implique la muerte de un ser humano?”
Además, apuntó que los ministros buscan imponer el aborto como una solución social, pues creen que “es lo máximo que se espera para tener una vida digna y libre de violencia”, por lo que acusó a la justicia de parecer “miope” al dar mensajes erróneos a una población que sufre por la violencia.
“A nosotros, como pueblo católico, nos toca acoger a cada mujer en situación vulnerable o de violencia, evitar esas situaciones proclamando el evangelio que nos llama a amar al prójimo y condena que se haga daño a cualquier ser humano; enseñar a nuestros hijos a respetar la vida de cada persona”, concluyó.
avc