En 8 meses registran 6,938 conflagraciones

Incendios arrasan lo de mil 314 Bosques de Chapultepec

Especialistas estiman que este año podría ser el de mayor superficie afectada en la historia del país; consideran que ciclos irregulares de lluvias y sequías severas van a continuar

Incendios arrasan lo de mil 314 Bosques de Chapultepec
Incendios arrasan lo de mil 314 Bosques de Chapultepec Foto: Pixabay

A causa de los seis mil 938 incendios registrados del 1 de enero al 7 de septiembre de este año, se han perdido 901 mil 846 hectáreas de territorio forestal en el país, equivalentes a mil 314.6 veces las tres secciones del Bosque de Chapultepec (686 hectáreas de extensión); seis veces la Ciudad de México y dos el estado de Tlaxcala; el 2023 se ubica como el segundo peor en pérdida de superficie afectada.

La cantidad total de conflagraciones forestales reportadas en este año representan 52 por ciento menos del récord registrado en 1998, cuando se presentaron 14 mil 387, aunque provocaron la pérdida de 848 mil 122.56 hectáreas, menos de las registradas este año, de acuerdo con la Comisión Nacional Forestal (Conafor).

El promedio de superficie afectada por incendio en 1998 fue de 59.95 hectáreas, en tanto que para el 2023 la cifra subió a 129.99 hectáreas. En el 2016 se dio la cifra más baja, con 32.27 hectáreas dañadas.

La situación ha encendido alertas en el sector rural. Gustavo Sánchez Valle, presidente del Consejo Directivo en Red Mexicana de Organizaciones Campesinas Forestales (Red MOCAF), dijo que este año se perfila como el segundo y, probablemente, se ubique como el primero con más afectación en superficie en la historia.

“De acuerdo a la superficie afectada que va conforme a la estadística, 2023 sería por lo menos el segundo año con más incendios en medio siglo. Las estadísticas que hay en México son de 53 años, y estaría 2023 por ubicarse como el primer año si se sigue acumulando superficie que todavía no está lo suficientemente contabilizada y se incorporan a fin de año los incendios que hay en estas partes del clima mediterráneo”, señaló.

Este año se ha disparado, en parte por las olas de calor que se presentaron de manera extraordinaria (y) cada vez esta situación va a ser la que impere; ciclos irregulares de lluvias, sequías más severas
Gustavo Sánchez, Presidente de la Red MOCAF

En entrevista con La Razón, mencionó que el año más severo que se tenía hasta ahora es el 2011, con 950 mil 763 hectáreas dañadas. Expuso que en el 2023 se han disparado los incendios forestales, pero lo lamentable son las hectáreas perdidas de superficie, las cuales tardan entre cinco y 10 años en recuperarse.

“Este año se ha disparado, en parte por las olas de calor que se presentaron de manera extraordinaria, pero creemos que hay dos elementos fundamentales: Uno, que cada vez esta situación va a ser la que impere; es decir, ciclos irregulares de lluvias, sequías más severas y, si continuamos con una desinversión en el sector forestal, seguramente vamos a tener años complicados con poca capacidad para atender y con pocas acciones de prevención realizadas durante el año”, alertó.

Según Conafor, las entidades con mayor daño a su superficie fueron: Jalisco, Chihuahua, Nayarit, Durango, Guerrero, Sonora, Chiapas, Oaxaca, Sinaloa y Zacatecas, que representan el 84 por ciento de los 32 estados afectados.

Gráfico
Gráfico

Del total de hectáreas quemadas, 97 por ciento correspondió a vegetación en los estratos herbáceo y arbustivo, mientras que el tres por ciento a arbóreo.

Las entidades con mayor presencia de incendios fueron: Jalisco, Estado de México, Ciudad de México, Michoacán, Chihuahua, Chiapas, Puebla, Durango, Guerrero y Veracruz, que representan 80 por ciento del total nacional. Para enfrentar estos siniestros, se aplicó un total de 297 mil 896 días/persona, según la Conafor.

José Iván Zúñiga, gerente de Bosques de Institutos de Recursos Mundiales (WRI, por sus siglas en inglés), expuso a este diario que no sólo se han incrementado el número de incendios o hectáreas dañadas, sino la severidad de los fuegos.

“Hay ecosistemas que están adaptados al fuego y lo necesitan cada cierto tiempo para disminuir plagas y enfermedades, para tener su proceso de incineración o mejora del arbolado. Hay otros que, como las selvas, no están adaptadas, son sensibles al fuego y ahí es donde hay más problemas.

“Los incendios de alto impacto o alta severidad en todos los ecosistemas no son buenos, porque nos cuesta mucho restaurar esos espacios que se queman con alta severidad”, señaló el especialista.

Añadió que otro problema son los daños al aire, el medio ambiente y los cuerpos de agua, además de las afectaciones en vías respiratorias de los seres humanos.

Ambos especialistas insistieron en la necesidad de aumentar la inversión del Gobierno federal en el sector, la cual debería ser igual que con Sembrando Vida, que en 2024 recibirá casi 39 mil millones de pesos.