Las corcholatas de Morena concluyeron sus recorridos por el país y entraron en etapa de veda, en la que ya no podrá hacer proselitismo, para iniciar la realización de las encuestas mediante las cuales se perfilará al candidato presidencial; sin embargo, hasta horas antes de que iniciara hoy esta fase, entre los participantes prevalecían las dudas sobre la forma en la que se realizarán estos sondeos.
Este fin de semana, los representantes de Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López, Ricardo Monreal, Manuel Velasco y Gerardo Fernández Noroña todavía se reunieron en el comité del partido para conocer los detalles técnicos.
“El diablo está en los detalles”, advirtió Alejandro Rojas Díaz Durán, representante de Ricardo Monreal, quien dijo que, para este equipo, lo prioritario es abonar a la unidad y por eso retiraron su propuesta de casa encuestadora, pero reiteró que hay dudas sobre el proceso.
Las cinco encuestadoras, una del partido a través de la Comisión Nacional de Encuestas, más las cuatro casas encuestadoras propuestas por los aspirantes a coordinar los comités de defensa de la Transformación, aplicarán 12 mil 500 cuestionarios durante toda esta semana, por lo que se estima que serán dos mil 500 por cada una.
Se contempla que se apliquen, en cada uno de los 300 distritos uninominales del país, de modo que tengan representación nacional; por ejemplo, en el caso de la Ciudad de México, se prevé que el ejercicio se realice en las 16 alcaldías.
El dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, dijo que 350 representantes propuestos por los seis aspirantes acompañarán a las casas encuestadoras y afirmó que está garantizada la seguridad de las boletas que se utilizarán.
Sin embargo, Rojas Díaz Durán advirtió que esto implica sus riesgos, como podría ser lo que en el caso del Instituto Nacional Electoral (INE) se denomina como cadena de custodia sobre las papeletas.
Aunque habrá acompañamiento por parte de los representantes de las corcholatas, esto no facilitará la realización de las encuestas, reconoció la senadora Martha Lucía Mícher, del equipo de Marcelo Ebrard, quien comentó que cada ciudadano que reciba a un encuestador de Morena “tendrá que abrirle la puerta de su casa a siete personas, así que imagínate si la gente va a abrir la puerta”, además de que la gente no sabe que depositará su opinión en urnas simuladas.
Las encuestadoras preguntarán a los ciudadanos: “¿A quién prefiere como coordinador o coordinadora de los comités de defensa de la Transformación rumbo a las elecciones de 2024?”, pero ni el ejercicio ni la pregunta garantiza la unidad en el partido, estimaron expertos en estudios de opinión.
“Las encuestas en Morena han generado dudas y rupturas”, dijo Patricio Morelos, profesor del Tecnológico de Monterrey.
“Con todo el proceso que se ha vivido, para por fin llegar a una sola pregunta con la ciudadanía, se ha hostilizado el proceso de Morena. Cuando iniciaron en junio había un pacto de no agresión, entre candidatos, donde cada uno hablaría en las asambleas de por qué eran con sus proyectos la mejor alternativa, pero no se trataba de denostar a los demás. Ahora, todo se hostilizó y mostraron molestias. Morena pasó de cuidar las encuestas a evitar un rompimiento”, dijo.
Para Azucena Rojas, especialista en gestión de la opinión pública, “la encuesta final tendrá varios matices”, pero remarcó los riesgos en torno a la unidad de este partido.
Será el miércoles 6 de septiembre cuando Morena anuncie quién será su candidato presidencial, así como los nombres de las casas encuestadoras que trabajaron en el proceso.
- 28 de agosto al 3 de septiembre: Levantamiento de encuestas (una nacional y cuatro espejo)
- 4 al 6 de septiembre: Procesamiento de información
- 6 de septiembre: Presentación de resultados, dando a conocer al abanderado de Morena para 2024