Una iniciativa presentada ante el Senado estadounidense para incluir a los cárteles mexicanos como grupos terroristas, lo que abre la posibilidad de que el país vecino envíe tropas a territorio nacional para capturarlos, provocó un diferendo entre autoridades de ambos países.
El Presidente, Andrés Manuel López Obrador, denunció que dicha propuesta se trata de propaganda política por la cercanía de las elecciones en ese país.
Agregó que esa pretensión se basa en la política exterior de Estados Unidos, que busca intervenir en otros países. “Si no es ni siquiera aceptable que nos certifiquen, ahora decir si hay o no hay terrorismo en un país. ¿Quién les da esta facultad? Pero, bueno, eso es una manía de considerarse el gobierno del mundo y calificar: tú te portas bien, tú te portas mal.
“Si te alineas, si te sometes, tu palomita. Si te quieres sentir soberano, tache. Ya se va a ir quitando esa mala costumbre, pero todavía es peor el que quieran utilizar la fuerza militar para intervenir en la vida pública de otro país, o sea invadir a otro país, con la excusa de que van sobre narcotraficantes terroristas. Desde luego, es pura propaganda; sin embargo, hay que estar rechazando todas esas pretensiones de intervencionismo”, advirtió.
Andrés Manuel López Obrador, ¿cómo te sentirías si una pandilla estadounidense estuviera envenenando a 70 mil mexicanos?Dan Crenshaw, Legislador texano
El promovente de la iniciativa, el legislador republicano Dan Crenshaw, respondió ayer al comentario del Presidente y le hizo duros cuestionamientos.
“Hoy (lunes) el Presidente de México dijo que se opone a mi proyecto de ley para autorizar la fuerza militar contra los cárteles. Me alegro de que finalmente se esté dando cuenta. Andrés Manuel López Obrador, ¿cómo te sentirías si una pandilla estadounidense estuviera envenenando a 70 mil mexicanos cada año con fentanilo?”, preguntó.
En otro mensaje, escribió: “Todo lo que queremos es enfrentarnos finalmente a los poderosos elementos criminales que aterrorizan al pueblo mexicano, sobornan y amenazan a los políticos mexicanos y envenenan a los estadounidenses. ¿Está en contra de eso, señor Presidente? ¿A quién representas? ¿Los cárteles o el pueblo? Este debería ser un tema en torno al cual los demócratas, los republicanos y México puedan unirse. Esta es una amenaza a la seguridad nacional para ambos países y necesitamos presión bipartidista sobre el presidente de México para poner fin a esto”, concluyó el republicano.
Además, Crenshaw se trenzó también en un intercambio declarativo con el líder de los senadores morenistas, Ricardo Monreal.
La iniciativa fue presentada el 12 de febrero por los legisladores republicanos Crenshaw y Michael Waltz.
Como líder de la mayoría del Senado mexicano, expreso mi rechazo y preocupación ante la iniciativa presentada en enero de este año por el legislador texano Dan CrenshawRicardo Monreal, Senador de Morena
Este domingo adquirió relevancia la resolución 18 “sobre la autorización del uso de la fuerza militar para combatir, atacar, resistir, apuntar, eliminar y limitar la influencia”, o resolución AUMF (por las siglas en inglés), que avanzó en comisiones del Senado estadounidense.
El senador Monreal publicó el martes pasado, en su página personal y a través de Twitter: “La semana pasada, dos parlamentarios estadounidenses emitieron un comunicado en el que expresaban su preocupación por el llamado Plan B. Como presidente de la Jucopo (Junta de Coordinación Política, del Senado), expreso mi rechazo a esta injerencia en un asunto de carácter meramente nacional”.
Luego, el domingo pasado, ante el avance de la legislación, Monreal Ávila publicó en sus redes sociales que “como líder de la mayoría del Senado mexicano, expreso mi rechazo y preocupación ante la iniciativa presentada en enero de este año en el Congreso estadounidense por el legislador texano Dan Crenshaw, la cual espero que sea desechada”.
Un legislador de Texas, Dan Crenshaw, este senador, pues son de los que están en contra de México. Lo paso al costo ahí, a nuestros paisanos de alláAndrés Manuel López Obrador, Presidente de México
En un segundo comentario, Monreal Ávila acusó que la iniciativa de Crenshaw era una muestra del uso político de un problema de seguridad. “Esa iniciativa es un ejemplo del uso político del combate al narcotráfico y, al mismo tiempo, representa una regresión a las épocas del intervencionismo, ya que propone autorizar al Ejecutivo de Estados Unidos el uso de la fuerza contra grupos criminales en México”, escribió.
En respuesta, Dan Crenshaw publicó un mensaje sarcástico y con poco tacto diplomático: “¿Los líderes del cártel escribieron este tuit por ti?”.
Además, señaló que “nuestro objetivo es ayudar al pueblo mexicano a librarse de los cárteles violentos y de los políticos corruptos que se quedan con su dinero. Si estás en contra de eso, yo estoy en tu contra”, le dijo a Monreal Ávila.
La respuesta provocó el malestar del legislador mexicano, quien escribió un mensaje en Twitter para el senador texano. “Mi respuesta al diputado por Texas Dan Crenshaw es directa y clara: rechazo toda injerencia extranjera en asuntos internos de México, y también la pretensión de aplicar leyes de Estados Unidos en nuestro país. Se llama ‘Soberanía’. Aunque Crenshaw no lo entienda”.
El Presidente, López Obrador, también arremetió en contra de declaraciones de William Barr, exfiscal estadounidense, sobre temas de seguridad.
Reconoció que decidió detener la operación de captura de Ovidio Guzmán en octubre del 2020, por el poder de fuerza que tenía el Cártel de Sinaloa. “El mismo Barr dice que yo detuve la detención de Ovidio porque al parecer había un grupo con 70 ametralladoras y precisamente por eso detuve la acción, porque habría muertos; nosotros no vamos a permitir masacres; esa es una mentalidad de halcones”, acusó el mandatario, al responder a los señalamientos que hizo el exfiscal, quien criticó la actuación del gobierno contra los capos de las drogas.
EU sube el tono en diferendo con México por maíz; pide consultas
El gobierno de Estados Unidos subió de tono en su desacuerdo en torno a la limitación de importaciones de maíz amarillo transgénico por parte de México, por lo que le solicitó consultas técnicas bajo el Capítulo de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (MSF) del tratado comercial que comparten los dos países junto con Canadá (T-MEC).
El Departamento de Comercio de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés) amagó que, de no llegar a un acuerdo, su gobierno no dudará en subir al siguiente escalón para recurrir a un panel de solución de controversias para garantizar el acceso del grano estadounidense a territorio mexicano.
Ante ello, la Secretaría de Economía (SE) aseguró que la solicitud realizada no es de carácter contencioso, sino una etapa previa, en la que se busca encontrar una solución de manera cooperativa y la dependencia mexicana aseguró que buscará demostrar con datos y evidencia que “no ha habido afectación comercial y que, por el contrario, el decreto es consistente con el propio tratado”.
El desacuerdo entre México y Estados Unidos surgió a partir de la prohibición del intercambio comercial y el consumo humano de maíz transgénico que se decretó en México el 31 de diciembre de 2020 y se modificó el 13 de febrero de 2023. Para el gobierno estadounidense, la falta de justificación científica para esta medida contradice las disposiciones del T-MEC en el Capítulo 9 del acuerdo comercial.
Analistas y empresarios del país coincidieron en que México sí está violando el acuerdo comercial con el decreto, por lo que llegar a un panel de solución de controversias es prácticamente inminente y con alta probabilidad de que el vecino país del norte salga vencedor.
Si sucede de esta manera, coincidieron, México tendrá que enfrentar represalias comerciales en sus sectores más productivos, como el agroindustrial, aunado a que cerrar las fronteras a las compras de ese grano sería catastrófico para la producción nacional de alimentos; esto último, alertó el Congreso Nacional Agropecuario (CNA).
En materia de capitales, los expertos aseguran que la solicitud de consultas no afectará las inversiones en el corto y mediano plazo; por el contrario, se envían señales de que existe el mecanismo suficiente para dirimir diferencias por la vía legal.
El Departamento de Agricultura estadounidense (USDA, por sus siglas en inglés) refirió que “la solicitud de las consultas representa el próximo paso para abordar las preocupaciones de Estados Unidos con respecto a las políticas biotecnológicas de México”.
El titular de la USDA, Tom Vilsack, expuso que, si bien su gobierno aprecia el compromiso activo y sostenido con sus homólogos mexicanos en todos los niveles, el país vecino se mantendrá firme en su opinión de que la trayectoria biotecnológica actual de México no se base en la ciencia, que es el soporte del T-MEC.
“Seguimos siendo inequívocos en nuestra postura de que la ciencia en torno a la biotecnología agrícola se ha asentado durante décadas”, mencionó al asegurar que confía en que las preocupaciones de su gobierno se aborden por completo, pero advirtió que “de no ser así, “continuaremos tomando todas las medidas necesarias para hacer valer nuestros derechos bajo el T-MEC para garantizar que los productores y exportadores estadounidenses tengan acceso pleno y justo al mercado mexicano”.
El funcionario estadounidense refirió que una relación comercial agrícola sólida y transparente, basada en reglas y ciencia, es vital para garantizar la seguridad alimentaria, mitigar los efectos persistentes de la inflación de los precios de los alimentos y ayudar a abordar la crisis climática; “las innovaciones en biotecnología agrícola juegan un papel clave en el avance de estos objetivos globales críticos”, puntualizó.
El director general del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), Fernando Haro, dijo a La Razón que cerrar la frontera a la importación de maíz amarrillo es “catastrófico” para la producción nacional de alimentos, y aseguró que es prácticamente imposible que algún día México sea autosuficiente en la generación de ese grano.
Añadió también que resulta cuestionable la afirmación del Gobierno federal en el sentido de que el Conacyt cuenta con alternativas para sustituir el uso del glifosato, toda vez que para concluir una investigación de esa magnitud se requieren entre 10 y 15 años.
Lamentó que decisiones tan trascendentales relacionadas con la producción alimenticia sean tomadas con base en ideologías carentes de conocimiento científico.
Haro destacó que el sector pecuario representa 42 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) agroalimentario a nivel nacional y se consume casi la totalidad de los 18 millones de toneladas de maíz amarillo que, en promedio anual, se importan desde Estados Unidos.
“Habría un impacto catastrófico para el sector pecuario y por ende para la producción de alimentos básicos como leche y carne, por ejemplo, si se llega a cerrar la frontera y carecer de abasto suficiente de maíz amarillo”, sentenció.
El director de Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), Juan Carlos Anaya, explicó que México no ha presentado evidencias científicas de que el maíz transgénico dañe la salud, aunado a que de acuerdo con sus condiciones productivas no ha mostrado que logrará la suficiencia alimentaria.
Señaló que, a raíz del diferendo, los gobiernos de Estados Unidos y México seguramente llevarán a cabo un panel, en el que nuestro país podría tener mucha probabilidad de perder y poner en riesgo con aranceles a productos del sector agropecuario, agroalimentario y otros sectores; “consideramos que el diferendo es comercial y no político”, subrayó.