Desde las cuatro de la tarde de este sábado, cientos de jóvenes acudieron a los bares en la Zona Rosa de la Ciudad de México, para seguir la fiesta tras la Marcha del Orgullo LGBTTTIQ.
A pesar de que la lluvia comenzó en el primer cuadro de la capital del país, los integrantes de la marcha abarrotaron todos los locales con venta de bebidas alcohólicas y de alimentos, ya que la larga caminata despertó también el apetito y el cansancio.
En un recorrido que realizó La Razón, se pudo observar que desde el Metro Insurgentes hasta la avenida Paseo de la Reforma los manifestantes ya bailaban, brindaban y prácticamente se acababan los alimentos que los negocios les ofrecieron.
Además, en las calles traseras a Bellas Artes también llegaron decenas de personas, pues aparte en los bares locales se ofrecían conciertos pequeños para alegrar a los paseantes. Tacos, quesadillas, hamburguesas y restaurantes lucieron llenos y con largas filas en espera de entrar.
El servicio del Metrobús en las Líneas 1 y 4 suspendieron el servicio, lo que provocó que varias personas que acudieron a sus lugares de trabajo.
LRL