Envían carta a Claudia Sheinbaum

Para jueces, elección no ataca la corrupción

Integrantes del Poder Judicial consideran que voto popular no favorece las cualidades de la formación profesional; no somos políticos, no competimos en la arena política, dicen

Trabajadores del Poder Judicial se reunieron en la entrada del Palacio de Justicia, el viernes.
Trabajadores del Poder Judicial se reunieron en la entrada del Palacio de Justicia, el viernes.Foto: Cuartoscuro
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En una carta enviada a la virtual Presidenta electa, Claudia Sheinbaum, trabajadores del Poder Judicial de la Federación (PJF) advirtieron que no son políticos y que no juzgan al Gobierno, aunque asentaron que se mantienen en su rechazo a que los juzgadores sean designados a través de elección por voto popular, porque consideran que no representa una solución para combatir la corrupción.

“No vemos, señora Presidenta, qué relación existe entre elegir juzgadores por voto y resolver un problema de corrupción”, subrayaron al referirse a la reforma judicial que está en marcha propuesta por el Poder Ejecutivo.

“Si así fuera, no existiría ese mal en otras esferas del poder público y hemos visto que no es así”, apuntaron los jueces de Distrito, magistrados de Circuito, egresados de la Especialidad en Administración de Justicia en Juzgados de Distrito del Instituto de la Judicatura Federal, generación 2011-2012.

Los firmantes dijeron que el voto popular no está dirigido a favorecer las cualidades derivadas de la formación social y profesional del juzgador y que una reforma de esa naturaleza sí interviene con el buen funcionamiento del Poder Judicial.

“El voto popular es fuente y producto de la actividad política, que no nos corresponde realizar; se dice que todo el Poder Judicial es corrupto y se arreglará con la reforma. Nuestra vocación nos ha enseñado que actuar con justicia pasa por no generalizar, dar razones que sustenten nuestros dichos, apoyarnos en pruebas, no basarnos en prejuicios y, menos aún, actuar motivados por animadversión”, señalaron.

Los juzgadores advirtieron que, por ello, no pueden aceptar que se atribuya corrupción generalizada sin haber discutido los argumentos y fundamentos de las sentencias dictadas durante su función, ni haber señalado concretamente qué prueba sustenta ese dicho que los señala como corruptos.

Asimismo, resaltaron que no importa cómo se elige al juzgador, pues su función es la misma: dará la razón a una parte, pero no a la otra; “en el mundo entero, los tribunales no agradan a quien ha perdido en juicio”, apuntaron.

“Creemos firmemente que ése no debe ser el sustento de la reforma. La mejor manera de instaurar un gobierno es construyendo y no destruyendo; es perfeccionando, no erosionando a las instituciones de la República”, anotaron.

Los firmantes aseguraron que en las recientes tres décadas, el Poder Judicial ha realizado una gran inversión en formar profesionales al servicio de México, no solamente económica, sino en investigaciones, desarrollo de planes de estudio y programas académicos.

En la misiva enviada a la virtual Presidenta electa, Claudia Sheinbaum, los trabajadores del PJF dijeron que ellos son ajenos a los terrenos políticos.

“Presidenta, los juzgadores no somos políticos, no competimos en la arena política, menos aún si hemos sido señalados frecuentemente por no haber resuelto en el sentido que una de las partes pretendió, sin la posibilidad de rebatir en igualdad de condiciones esas críticas”, se lee en la carta.

De igual forma, los firmantes de la carta abierta reconocieron que a jueces y magistrados les falta mejorar mucho, como a todos los Poderes de la Unión les falta perfección para lograr la paz social y el progreso del pueblo.

También aclararon que están abiertos al cambio y que prueba de ello son las reformas del 2008; la del 2011 en materia de derechos humanos; la del 2019 en materia laboral y la civil y familiar del 2024.

Al final de la misiva, los juzgadores hicieron un llamado a construir y perfeccionar las instituciones republicanas, en lugar de erosionarlas, con el argumento de que la estabilidad y el progreso del país dependen de fortalecer, no debilitar al Poder Judicial.