La ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Ana Margarita Ríos-Farjat, aseveró que la vocación de servicio de las personas juzgadoras debe ser encomiable, ejemplar y meritoria, por lo que no debe permitirse que bajo este manto superior se esconda la corrupción.
Al inaugurar el Concurso escolarizado: Curso de formación para personas secretarias del Poder Judicial de la Federación 2024, la ministra aseguró que el mundo judicial no está exento de que entre sus filas haya malos elementos. Sin embargo, enfatizó que no es posible tolerarles.
La ministra Ríos-Farjat señaló que “la justicia bien impartida premia con creces a quien la dicta, la contaminada, tarde o temprano, castiga al mal juzgador, también con creces”.
Además, consideró que no es válido el aprovecharse de los grandes debates nacionales para aparentar posturas progresistas: “No, no se trata de impunidad disfrazada de progresismo, ni de que las generaciones del porvenir sufran porque una sentencia encontró mejor fundamento en billetes y monedas que en los límites de las leyes de desarrollo urbano, civiles, ambientales, autorales, laborales… Justicia a modo”.
Afirmó que nadie espera que las y los juzgadores sean perfectos, sin embargo, “escudarnos en que somos personas imperfectas para hacer de eso una credencial que nos autorice impunidad y corrupción, y justificar nuestras ambiciones personales como simples flaquezas humanas, es inadmisible”, dijo.
La ministra llamó a las y los abogados a poner su mayor empeño en adquirir las herramientas que les brindan en este curso, que cuenta con los mejores elementos profesionales y rigor técnico, que les permitirá retornar a los orígenes filosóficos, éticos y morales.
Además, recordó que el Poder Judicial de la Federación es exigente, y solamente quiere a los mejores perfiles, así que no se bajarán los estándares de ingreso para las capacitaciones, “porque México no merece menos”.
JVR