Entre lágrimas, los consejeros Lorenzo Córdova, Ciro Murayama, Adriana Favela y José Roberto Ruiz, así como el secretario ejecutivo, Edmundo Jacobo Molina, se despidieron del Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE), en el que fueron objeto de reconocimiento y aplausos por parte de sus compañeros en la “herradura de la democracia”.
Aunque fueron objeto de críticas y señalamientos por los representantes de Morena, Eurípides Flores y Julieta Ramírez, fueron distinguidos por los consejeros electorales que se quedan y por los representantes de los partidos de oposición.
Al dar su último discurso al frente del Consejo General, Lorenzo Córdova deseó: “Larga vida al INE y a la democracia”.
En la último ocasión en la que fungió como consejero presidente en las sesiones, recordó todos los desafíos que enfrentó en su cargo y encomendó a los consejeros que se quedan continuar la defensa de la institución, porque recordó que la batalla jurídica contra el Plan B todavía no termina.
“Luego de más de 11 años espero dejar esta institución más fuerte, sólida, experimentada y con mayor confianza ciudadana, les toca a ustedes, compañeros, continuar defendiendo a una institución clave para nuestra democracia y nunca olviden que en esa causa no están solos, la sociedad mexicana, en su diversidad y pluralidad, la que ha sido auténtica constructora de la democracia en el país, está siempre con ustedes”, declaró.
El consejero Ciro Murayama expresó a Córdova, con la voz entrecortada, “misión cumplida”, y reconoció: “Hubo sí presiones, pero también consejeros y consejeras que no se dejaron presionar”.
Puntualizó que no les pedirá trabajo a los partidos, porque regresa a su casa en la UNAM: “En lo personal concluye un fecundo periodo profesional, me voy con el acido reproche del gobierno, pero con el cálido afecto de los trabajadores. Quedar bien con el poder y mal con quienes hacen las elecciones habría sido una deshonra”.