Por David Saúl Vela
La captura de Carlos Beltrán Leyva fue a consecuencia del seguimiento a las llamadas que hizo su hermana Felícitas durante las últimas dos semanas, tras la muerte de Arturo Beltrán Leyva, el jefe de jefes, en un tiroteo con marinos en Cuernavaca.
Autoridades federales confirmaron lo anterior y dijeron que el 30 de diciembre pasado, día de su captura, Carlos fue convocado a una reunión familiar con motivo del fin de año.
En dicho evento, quizá por seguridad de la propia familia Beltrán Leyva, no se esperaba la presencia de otros dos de los hermanos, Mario Alberto, El General, y Héctor, El H, ambos buscados por narcotráfico.
Enfundado en una identidad falsa, Carlos se dirigió al domicilio, ubicado en la colonia Cañadas, en Culiacán, Sinaloa, donde personal de la Secretaría de Seguridad Pública Federal ya lo esperaba.
“A través del Centro de Inteligencia de la SSP se estudiaron a fondo las llamadas y cuando se tuvo la certeza de que Carlos Beltrán Leyva iba a asistir a esa reunión se montó el operativo”, dijeron las autoridades.
Al momento de ser abordado por los agentes federales, Beltrán Leyva se identificó como Carlos Gámez Orpineda en un afán por confundir a las autoridades, pero finalmente aceptó ser hermano del jefe de jefes y originario de La Palma, en Badiraguato, Sinaloa.
Carlos Beltrán Leyva se encuentra sujeto a investigación como presunto responsable de los delitos de delincuencia organizada, contra la salud, lavado de dinero, portación de armas de fuego de uso exclusivo del Ejército y lo que resulte.
Y es que, de acuerdo con las autoridades, se le encontró en poder de diversas dosis de cocaína y una pistola calibre 45 mm marca Charlesdal, matrícula CD019415, así como un arma larga, calibre .308.
Y aunque es hermano de Arturo, Mario Alberto y Héctor Beltrán Leyva, Carlos no figura entre los delincuentes más buscados por la PGR ni por las autoridades de Estados Unidos.
Sin embargo, había una orden de localización y presentación derivada de la averiguación previa AP/SIN/CLN/465/2008/M-AR, iniciada en Culiacán, Sinaloa.
Carlos Beltrán Leyva, de 40 años, fue detenido 14 días después de que su hermano y líder del cártel de los Beltrán Leyva, Arturo, murió en un enfrentamiento con infantes de la Marina-Armada de México en una zona residencial de Cuernavaca.
Un quinto hermano, Alfredo Beltrán Leyva, El Mochomo, fue detenido en enero de 2008. Actualmente está recluido en un penal de máxima seguridad.
Los hermanos Beltrán Leyva estuvieron aliados al cártel de Sinaloa, dirigida por Joaquín, El Chapo, Guzmán Loera. Ellos estaban al cargo de grupos de sicarios como Los Pelones, en Guerrero, y Los Güeros, en Sonora.
En 2008 se unieron a los nuevos jefes del cártel del Golfo y la organización criminal conocida como Los Zetas.
A través de Édgar Valdez Villarreal, La Barbie —líder del brazo armado de los Beltrán Leyva—, extendieron su dominio a Guerrero, Chiapas, Querétaro, Quintana Roo, Sonora, Sinaloa, Tamaulipas, Estado de México y Distrito Federal.
Una de las líneas de investigación de la PGR es que Carlos Beltrán Leyva lavaba el dinero obtenido por la organización de narcotraficantes que dirigía su hermano Arturo.
Arraigado por 40 días
La Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), de la PGR, obtuvo de un juez federal una orden de arraigo por 40 días en contra de Carlos Beltrán Leyva.
La dependencia federal inició una averiguación previa contra el hermano del extinto capo Arturo Beltrán Leyva —muerto el 16 de diciembre pasado durante un enfrentamiento con infantes de Marina—, por delitos contra la salud, delincuencia organizada, operación con recursos de procedencia ilícita y violación a la Ley Federal de Armas de Fuego.
El arraigo fue concedido el 30 de diciembre pasado, mismo día en que Carlos fue detenido en Culiacán, Sinaloa, por el juez Primero Federal Penal Especializado en Cateos, Arraigos e Intervención de Comunicaciones.
Según la Procuraduría General de la República, Carlos Beltrán Leyva fue detenido por elementos de la Policía Federal, en respuesta a una denuncia ciudadana en la se acusó a una persona armada en la vía pública.
agp