En México, donde la cifra de personas desaparecidas supera las 112 mil y en el que son las familias de esas personas quienes andan con pico y pala para buscar a quienes algún día salieron de casa y no han regresado, se han hallado 12 fosas clandestinas cada semana, en promedio, al menos en lo que va de la actual administración.
La Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) hizo pública una plataforma de consulta en la que se muestra el registro interno de fosas clandestinas, elaborado a partir de la información que comparten la Fiscalía General de la República (FGR) y las fiscalías de las 32 entidades federativas.
De acuerdo con el mapa, que se actualizará de forma trimestral, entre el 1 de diciembre de 2018 y el 30 de enero de este año —217 semanas transcurridas— se documentaron dos mil 710 fosas clandestinas en todo el país.
Los estados donde más hallazgos se han dado, según este registro, son Veracruz, con 323; Colima, 305; Sinaloa, 246; Guerrero, 229, y Michoacán, 213.
De forma diferida, expone que entre 2006 y 2018 fueron descubiertas dos mil 835 fosas, pero a diferencia del periodo exclusivo de este sexenio, el estado con más cavidades fue Tamaulipas, con 402; seguido por Veracruz, con 324.
Sin embargo, para quienes han tenido que recorrer zonas inhóspitas, de bajo de la lluvia o fuertes rayos del sol en busca de sus hijos, hermanos, parejas, esta plataforma no es más que el reflejo del trabajo que ellas y ellos han tenido que hacer ante la irresponsabilidad que ven en las autoridades para asumir las búsquedas.
“Es la autoridad la que tiene que buscar y con supervisión de los familiares. Así debería ser la fórmula, y actualmente la fórmula es: ¿cuántas palas y picos necesitas, familiar, para que vayas a buscar? Y así no es, pero es lo que solicitamos que cambie.
“Me gustaría saber si los créditos (del mapa) son para los familiares que los han encontrado. Ya basta de que seamos nosotros quienes hacen el trabajo y ellos se lleven los créditos”, dijo a La Razón Melchor Soto Torres, integrante del Consejo Estatal Ciudadano en Materia de Búsqueda de Personas en Baja California Sur, y cuya hija desapareció hace 13 años.
María Luisa Núñez, fundadora de Voz de los Desaparecidos en Puebla, coincidió en que “ningún mapa que no tenga la información completa nos ayuda”, pues explica que la Fiscalía de su estado ha “localizado” las fosas gracias a los familiares, pero de poco sirve para realmente encontrar a personas desaparecidas.
Esto porque no se trabaja por identificar la identidad de los restos hallados y que terminan desapareciendo nuevamente al ir a dar a una fosa común, pero “si hubiera apertura, los familiares acudiríamos para acceder a esa información y descartar o corroborar que los nuestros se encuentren ahí.
Cecilia Flores, de Madres Buscadoras de Sonora, reclamó que deban ser ellas quienes hacen el trabajo, más no quienes reciben los recursos: “Ellos solamente están poniendo lo que más o menos piensan que puede haber, porque la verdad ni nosotras sabemos cuántas fosas hay en cada estado. Las autoridades ocultan y minimizan. Queremos que sean las autoridades las que hagan el trabajo y no nosotras, las víctimas y exponemos nuestras vidas”.
