Marchan en el país miles de madres buscadoras; ven gobiernos en deuda

“¿Dónde están?” se lee en las lonas que acompañan las fotografías de las y los hijos no localizados de las decenas de madres que esta mañana marcharon en la Ciudad de México, para reiterar que este 10 de mayo no es un día para celebrar, sino uno más de búsqueda.

En la capital, la velada que una noche anterior iluminó el Monumento a la Madre en nombre de los que hoy no están, desde temprano se convirtió en el punto de encuentro de colectivos de madres buscadoras que acudieron para convocar a una unificación por la paz en el país. 

Sobre el piso colocaron las fichas de búsqueda oficiales y otras hechas por cuenta propia, con la esperanza de que alguien reconozca los rostros y les diga en dónde están sus seres queridos que, algunas, dejaron de saber desde hace más de una década. 

Una de ellas fue la madre de Paola Yaneth Álvarez, quien fue desaparecida el 1 de febrero de 2015 en Lumbreras de Cieneguilla, Aguascalientes, desde donde familia y conocidos se movilizaron hasta la capital del país. 

“¡Hijo, escucha, tu madre está en la lucha!” gritaban a su paso sobre Paseo de la Reforma rumbo al Zócalo en donde realizan una concentración para exigir a las autoridades que no haya más dilación en atender sus casos.

Para aquellas que intuyen o tienen la certeza de que sus hijos ya no están con vida, la demanda central es que las autoridades cumplan con sus compromisos y pongan en marcha las herramientas e instituciones para la identificación de las osamentas que hallan entre las tierras que escarban en sus jornadas de búsqueda. 

Una vez que llegaron al Zócalo, extendieron sus manifestaciones. Una madre pasó al frente con un ramo de rosas negras que entregó a un policía detrás de las vallas metálicas, con las que se mantuvo al contingente alejado más de diez metros del recinto donde vive el Presidente Andrés Manuel López Obrador.

“Asegúrense que le llegue al Presidente. Lo queremos ver en la mañanera. ¡Justicia para los desaparecidos!”, gritaban.

En la movilización estuvieron organizaciones y activistas. Una de estas fue Amnistía Internacional, que hizo un llamado a las autoridades mexicanas a garantizar el derecho a la vida de las familias de personas desaparecidas.

“Es intolerable que al dolor por la desaparición de un familiar se sumen esas violencias terribles que han costado la vida a más de una decena de personas buscadoras. Por eso, desde Amnistía Internacional recordamos la obligación que tienen los tres niveles de Gobierno, de brindar el apoyo necesario y la protección a las familias de personas desaparecidas en su labor de búsqueda. Tal y como lo establecen diversos instrumentos internacionales” declaró Edith Olivares Ferreto, Directora Ejecutiva de Amnistía Internacional México.

Aunque madres provenientes de otros estados de la República acudieron a la marcha en la capital, el acto se replicó en otros territorios del país y con la misma demanda porque la desaparición es un crimen que “no tiene fronteras”.

En Chiapas, varios colectivos de buscadoras se unieron para recorrer las calles de San Cristóbal de las Casas con flores en las manos como el símbolo de esperanza que quieren representar ante la falta de atención del Gobierno para cumplir con su obligación de garantizar paz.

En Cancún, Quintana Roo, se registró un altercado, luego de que una policía en estado de ebriedad amedrentó a las madres que protestaban al exterior de la Fiscalía General (FG).

Aunque otras policías acudieron para atender la situación, la responsable fue retenida por las mujeres, quienes decidieron atar a la oficial a un poste mientras forcejeaban con un par de uniformadas que intentaron auxiliar a su compañera.

En Zacatecas también salieron a tomar las calles en demanda de justicia y visibilización a la crisis que, afirman, padecen desde hace años, pero que en los recientes se agudizó.

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FGR