Sedentarismo, insomnio, fumar...

Malos hábitos, riesgo en cuarentena, alertan

Expertos aseguran que la gente está adoptando prácticas que ponen en juego la salud mental; psicóloga advierte que es necesario romper con patrones negativos

Un padre y su hijo en cuarentena, el pasado 18 de julio.
Un padre y su hijo en cuarentena, el pasado 18 de julio. Foto: AP

Fumar, comer en demasía, insomnio, violencia y sedentarismo, son algunos de los hábitos que las personas han adoptado durante el aislamiento social por la emergencia sanitaria provocada por Covid-19, situación que pone en riesgo su salud física y emocional, alertan expertos de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

En entrevista con La Razón, Carlos Contreras Ibáñez, sociólogo de esa casa de estudios, asegura que las principales afectaciones son a nivel emocional, ya que por el aislamiento se han vuelto más visibles conductas relacionadas al estrés y ansiedad, pues es difícil tolerarlas cuando hay un encierro.

“La gente está consumiendo más sustancias lícitas e ilícitas y son cambios a los que se están acostumbrando. También la salud mental es un tema muy importante, pues las personas ocupan su tiempo frente la pantalla de un televisor, computadora o teléfono, lo que también produce problemas de sueño y ansiedad al no ocupar su tiempo de manera productiva”, precisó.

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El investigador dijo que se han vuelto costumbre los trastornos de sueño, emocionales y alimenticios, lo que también genera otro tipo de conductas negativas como la violencia intrafamiliar.

“Los impactos son relacionales y el efecto es la violencia que ya existía y que ahora se está recrudeciendo, sobre todo con las mujeres; además de ancianos y menores de edad”.

Isis Estrada, psicóloga independiente y experta en manejo de la depresión dijo que las personas deben encontrar maneras de distraerse para no caer en malas conductas, pues es necesario romper con los nuevos patrones que afectan la salud mental.

“Es necesario detectar cual es el disparador de la conducta; por ejemplo, las personas se distraen más por las noches. Para algunos es estar en Internet, otras en la televisión, etcétera; pero deben saber que es lo que les está siendo nocivo para erradicarlo”, señaló.

Agregó que los jefes en los trabajos deben entender que el estar en casa no significa laborar todo el día, pues avanzar en la nueva normalidad también requiere de buena salud mental y el exceso de trabajo en los hogares, aunado a las labores cotidianas aumenta el estrés y la ansiedad de las personas, lo que detona conductas negativas.

nuevas prácticas

Elsa Yoguez, de 34 años de edad, narra que estaba acostumbrada levantarse temprano, sin embargo, desde que inició el confinamiento se ha acostumbrado a despertar tarde, además de que le da por comer más y emplear más tiempo en su teléfono celular, por lo que también se le dificulta conciliar el sueño por las noches.

El encierro también ha provocado que muchos pierdan su rutina y adquieren prácticas que no tenían.

Adrián Martínez se consideraba fumador ocasional “de repente me acababa uno en las fiestas”. Ahora se termina una cajetilla cada semana.

Eduardo Cabrera también es de los que han sido víctimas del cigarro en la cuarentena, sin embargo y a diferencia de Adrián, él no fumaba.

“Un día de mucho estrés sentí la necesidad de fumar, a partir de ahí lo hago y aunque no es constante, sí es algo nuevo para mí”, dijo.

  • El dato: En México, 50% de personas en aislamiento pueden presentar ansiedad, temor o irritabilidad, según la Asociación Psiquiátrica Mexicana.
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