A pesar de que también atienden casos ambulatorios de Covid-19 (consultas por síntomas que no requieren hospitalización), los titulares de consultorios médicos independientes (CMI) —que según Inegi suman 2 mil 855 en el país (2019), sin contar a los consultorios médicos adyacentes a farmacias privadas (CAF)— también se encuentran en la línea de riesgo de la pandemia; sin embargo, no están considerados en la campaña nacional de vacunación.
Su situación de desventaja se hace más evidente cuando todos ellos, médicos y médicas que despechan consultorios en pequeños locales, en colonias o barrios populares, carecen de protocolos oficiales de prevención para ejercer su profesión.
Es el caso de “Rogelio”, un médico particular del Estado de México. Desde marzo de 2020, cuando inició la pandemia en el país, ha visto a varios adultos con Covid en su consultorio; sin embargo, el peligro para él viene cuando sus pacientes, con mentiras, programan una cita para chequeos por diabetes o cualquier otro padecimiento crónico, pero al llegar resulta que tienen síntomas de coronavirus.
“Lo hacen así por temor a que no quiera atenderlos, incluso aunque les pregunte si tienen algún síntoma o sospecha de Covid, dicen que no”, alertó el galeno, quien habló con La Razón bajo anonimato.
Ante esta situación, dijo “Rogelio”, “es preciso que a nosotros también se nos aplique la vacuna, y se nos den protocolos para la atención de nuestros pacientes”.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía (Inegi), los consultorios médicos independientes (CMI), a pesar de ser superados en número por los CAF, se ocupan de 60 por ciento de las consultas médicas del sector privado. La situación es más preocupante cuando, según la Encuesta Nacional de Salud 2018, la primera causa de consulta de sus servicios tiene que ver con las enfermedades respiratorias agudas —25.6 por ciento—, categoría en la que se encuentra el Covid-19.
Si un paciente llega con dolor de cabeza, ¿cómo sabemos que no tiene Covid? Además los asintomáticos no saben que lo traen y el médico ni se entera que se expuso. Es ridículo que no trabajar en el servicio público deje sin derechos a la genteMalaquías López, Comisión universitaria para la atención del Covid-19
Por una situación similar pasa “Rosa”, una médica que trabaja por su cuenta en un consultorio de la colonia Roma, en la CDMX. “Rento un consultorio para atender a mis pacientes, pero hasta la fecha no nos han dicho si a nosotros nos van a ingresar a una lista (de vacunación)”.
Aunque “Rosa” reconoce que no se compara el riesgo que ella vive con el de sus colegas en los hospitales Covid, pide que las autoridades no dejen a los médicos particulares en segundo plano.
“También atiendo a pacientes con prueba positiva o sospechosos con síntomas, sin contar a los que, teniendo seguro social, prefieren pagar una consulta con tal de no exponerse”, comentó a La Razón.
Antes de la contingencia sanitaria, “Rosa” citaba a sus pacientes de lunes a sábado; sin embargo, de unos meses a la fecha tuvo que disminuir la frecuencia de sus consultas, para evitar el contacto, lo que pegó a sus ingresos.
La última entrega del censo de población del Inegi reflejó que para el año pasado en el país sumaban 32 millones 999 mil 713 personas sin afiliación a algún sistema de salud público, como IMSS, ISSSTE u otros, lo que implica que los médicos particulares sean la opción para alrededor de 26 por ciento de la población.
Malaquías López Cervantes, miembro de la comisión universitaria para la atención de la emergencia del Covid-19 de la UNAM, dijo en entrevista que es injusto que el Estado mexicano no contemple a los médicos de consultorios particulares en la jornada de vacunación, ya que no hay manera de brindar servicio a todos los mexicanos sólo a través de los servicios de públicos de salud.
“El sistema sanitario no los puede cubrir. En el censo que acaba de dar a conocer el Inegi tenemos valores menores de cobertura de servicios públicos que antes, esto se debe a que desapareció el Seguro Popular, que seguramente tenía a la gente afiliada y ahora las personas no saben qué hacer en caso de necesidad”, consideró.
López Cervantes destacó que los médicos que trabajan por su cuenta están en posibilidad de contagiarse, ya que un galeno —generalmente— no le niega la atención a un paciente; además de que hay otros ejemplos, como los odontólogos, quienes en su gran mayoría trabajan de forma privada en el país.
“Si un paciente llega con dolor de cabeza, ¿cómo sabemos que no tiene Covid-19? Además de que los asintomáticos son otro ejemplo, pues no saben que lo traen (el virus) y el médico ni se entera que se expuso. (...) Es ridículo que no trabajar en los servicios públicos deje sin derechos a estos profesionistas”, lamentó.