Versión difundida

Medio liga crimen de exrector con El Chapito

De acuerdo con el sitio web crashoutmedia.com, Zambada García se reuniría ese día con el exrector y con Joaquín Guzmán López

Ismael El Mayo Zambada, cofundador del Cártel de Sinaloa.
Ismael El Mayo Zambada, cofundador del Cártel de Sinaloa. Foto: AP

Una versión difundida ayer vinculó a Ismael El Mayo Zambada, líder del Cártel de Sinaloa detenido el sábado pasado, con el exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), Héctor Melesio Cuén, asesinado el mismo día de la captura.

De acuerdo con el sitio web crashoutmedia.com, Zambada García se reuniría ese día con el exrector y con Joaquín Guzmán López, también integrante de ese grupo delictivo, tras conseguir éste último que El Mayo viajara de su guarida en Durango a Culiacán, para tenderle una emboscada.

En un reportaje publicado en dicha plataforma, los periodistas Ioan Grillo y Juan Alberto Cedillo señalaron también que la captura de ambos líderes del narcotráfico se dio en Sinaloa, según información obtenida de un antiguo miembro del equipo de seguridad del hoy preso Zambada García.

De acuerdo con la información de su confidente, los periodistas relataron que el líder del Cártel de Sinaloa salió de su escondite en la Sierra de Durango para desplazarse a Culiacán una semana antes de la reunión acordada con El Chapito, para acudir al médico a tratarse del cáncer que padece desde hace un tiempo.

Expusieron que cuando Zambada ingresó a la casa ubicada en la colonia Huertos del Pedregal, pistoleros de El Chapito rodearon a El Mayo y a cuatro de sus guardaespaldas: “Estos agentes siguen en paradero desconocido, posiblemente muertos. Otro guardaespaldas y un asistente personal de El Mayo iban en un vehículo detrás y consiguieron escapar”.

Los periodistas escribieron, de acuerdo con su fuente, que agentes de Estados Unidos estaban presentes en el momento en que fue sometido Zambada, aunque no especificaron a qué agencia pertenecían. Añadieron que los guardias de Guzmán López ataron a El Mayo y lo trasladaron al rancho Lazareto, desde donde lo obligaron a subir a un avión privado y lo llevaron hacia el norte de México, sin detallar que hubieran hecho alguna escala en Sonora u otro estado.

La versión coincide con la declaración de Frank Pérez, abogado de Zambada, quien afirmó que éste no se entregó a la justicia de EU, sino que fue “secuestrado, emboscado, tirado al piso y esposado por seis hombres con uniformes militares y Joaquín”.