Se duplican en San Luis Potosí y Zacatecas

Feminicidios aumentan 600% en Oaxaca y en SLP 100% en un mes

En el primer caso pasan de una carpeta en octubre a 7 en noviembre; en el segundo, de una a 2; en Puebla de 4 a 6, un incremento de 50%

Activista oaxqueña protesta en 2016, por la violencia machista.
Activista oaxqueña protesta en 2016, por la violencia machista. Foto: Cuartoscuro

En un contexto de escalada de los feminicidios a nivel nacional, 10.8 por ciento más en la última medición —de noviembre—, estos crímenes experimentaron un repunte dramático en Oaxaca, 600 por ciento por encima de lo registrado en octubre, en una entidad donde la violencia contra las mujeres no cesa.

El salto porcentual de feminicidios, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) viene después de que en octubre las autoridades reportaron sólo una carpeta de investigación por este delito y en noviembre ya fueron siete.

Con noviembre, el más sangriento para las mujeres de esa entidad, abril y junio fueron los meses con el mayor número de denuncias de feminicidios en Oaxaca, con cinco casos cada uno.

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En lo que va del año, el SESNSP reportó 33 carpetas de investigación por asesinatos de mujeres por razones de género, seis más que para el mismo periodo de 2019.

De acuerdo con una revisión de La Razón en reportes periodísticos locales, en lo que va de diciembre ya hubo al menos cinco feminicidios, los dos últimos perpetrados este fin de semana.

En plena Navidad, el pasado 25 de diciembre, se dio a conocer el caso de Bertha José Domínguez, una joven oaxaqueña de 27 años, cuyo cuerpo fue localizado, con huellas de violencia, en el Istmo de Tehuantepec —una de las zonas más peligrosas para las mujeres, de acuerdo con colectivos feministas locales—. Familiares de la víctima señalaron a su esposo, identificado como Jesús “M”, quien está prófugo, como responsable del feminicidio.

La mañana de ayer, medios locales reportaron el asesinato de una adolescente de 17 años la tarde del sábado 26 de diciembre. La víctima recibió varios impactos de bala en el cuerpo, en la comunidad de San Antonio de la Cal, un municipio de la región de Valles Centrales.

Otra víctima —María Magdalena, de 35 años—, fue ultimada el 18 de diciembre en Miahuatlán de Porfirio Díaz, al sur del estado. En esa misma localidad se reportó el asesinato de otra mujer de la misma edad, Alba, el pasado 3 de diciembre. Y tres días después, el 6, una adulta mayor, Guadalupe de 75 años, en el municipio de San Antonio Castillo.

ALERTAS SE QUEDAN CORTAS. Para Ana Yeli Pérez Garrido, del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF) estas cifras dan cuenta de que ninguna política pública para erradicar los feminicidios ha funcionado, ya que año con año en el país incrementan los asesinatos de mujeres.

“En el tema de las Alertas de Género —como en el caso de Oaxaca, donde se activó en agosto de 2018 en 40 municipios— lo que evidenciaron no es solamente la problemática y sus contextos diversos, sino también han visibilizado que las autoridades de los tres órdenes de gobierno, pero principalmente los estatales y municipales, no hacen ni lo mínimo indispensable para hacer frente a la violencia contra las mujeres”.

En entrevista para La Razón, Pérez Garrido aclaró que aunque las Alertas de Género no han funcionado para lo que se esperaba —la disminución de la violencia feminicida en México—, sí han servido para que la situación sea cada vez más visible y para hacer entender, con datos duros, que estos gobiernos deben aplicar una política pública más a fondo.

La activista destacó que aunque las cifras son el único método para medir la violencia en el país, éstas son engañosas, pues hay casos en algunas entidades —sobre todo del norte— en los que sus datos hacen parecer que “se vive en el paraíso”, pero esto se debe a que los delitos no se están contando, mientras que hay otros en los que los feminicidios “están disfrazados de otros crímenes”.

“Hay entidades federativas que han incrementado el tipo penal, puede responder a una política clara o a las coyunturas específicas, pero hay otras que invisibilizan totalmente. (...) Hay entidades en las que si sumamos los feminicidios y los homicidios dolosos, en realidad la cifra es altísima”, lamentó.

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