Miguel, el activista asesinado por el caso

Miguel Ángel Jiménez Blanco, quien ayudó al colectivo Los Otros Desaparecidos de Iguala en el 2014, está entre las 26 personas fallecidas ligadas al caso Ayotzinapa y que fueron dadas a conocer en el informe que presentó el Gobierno federal la semana pasada.

“A Miguel lo matan al inicio de la investigación, pero yo tengo entendido que no lo mataron por el caso, sino por otras cosas que estaba haciendo. Al final, todo mundo se va a colgar de lo que sea para salir beneficiado”, explicó Adriana Bahena, directora de la organización.

La también activista mencionó que, al inicio, Miguel Ángel hizo búsquedas en el territorio para encontrar a los normalistas, pero lo realizó por la recompensa de un millón y medio de pesos que la entonces Procuraduría General de la República ofreció por el paradero de cada uno.

“Fue una recompensa que siempre tuvo latente, pues si encontraban a los jóvenes, les entregarían el dinero, por eso lo hacía; de ahí se desencadenaron otros temas que por ello le quitaron la vida”, dijo.

Adriana Bahena sostuvo que, a final de cuentas, Jiménez Blanco se fue metiendo con los criminales, lo que desembocó en su asesinato.

El activista fue de los primeros en comenzar las búsquedas en Guerrero, pues en esos momentos se dijo que había mucho temor de las familias por denunciar; incluso, se le unieron más familias, luego de señalar que las montañas de Guerrero eran un cementerio.

En el informe que presentó la Comisión para la Verdad y Justicia del Caso Ayotzinapa, se lee una lista de 26 personas que estuvieron ligadas al tema, aunque no se dimensiona el motivo del homicidio de cada uno.

Además, se conoce que Jiménez Blanco tuvo algunos problemas con grupos delictivos, pues al ser parte de un grupo de defensa comunitaria, logró en su momento expulsar a varios grupos de los territorios.

Por separado, Joel Díaz, presidente de la ONG y amigo del activista, comentó que en esos años llegó con la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero y fueron los primeros en subir los cerros, en donde lograron localizar restos de personas que, al parecer, tenían años de haber sido asesinados.

“Los cuerpos ya eran de tiempo, eran restos y osamentas, por lo que comenzaron a preguntar de quiénes son, ya que no eran de los estudiantes normalistas.Ellos se reunían en la iglesia de San Gerardo para hacer las búsquedas y así fue como se integró el grupo. Estuvimos mucho tiempo con él, pero a él no le interesaban tanto los desaparecidos de los demás, sino que tenía un interés directo de los estudiantes”, explicó Díaz.

Joel Díaz sostuvo que Jiménez Blanco se juntaba con Bruno Plácido Valerio, fundador de la UPOEG, quien fue detenido en días pasados por el presunto delito de robo específico y daños en agravio de diversas víctimas, por atacar una caravana en donde viajaba el vicefiscal de Investigación de la Fiscalía General de Guerrero, Ramón Celaya Gamboa. Además, la organización está ligada al Cártel de Sinaloa.