José López era informante de las movilizaciones

Un militar, entre los 43 normalistas de Guerrero

El Gobierno indica que el soldado estaba bajo el mando directo del teniente Marcos Macías Barbosa; éste tendrá que rendir cuentas de su omisión, señala Encinas

La noche del 26 de septiembre del 2014 desapareció el soldado Julio César López Patolzin, junto con los normalistas de Ayotzinapa, quien era infiltrado en la Escuela Normal Rural, por la Sedena.
La noche del 26 de septiembre del 2014 desapareció el soldado Julio César López Patolzin, junto con los normalistas de Ayotzinapa, quien era infiltrado en la Escuela Normal Rural, por la Sedena. Foto: Especial

Entre los estudiantes de la Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero, se encontraba un soldado a quien un mando castrense encargó infiltrarse para informar sobre las movilizaciones y acciones de los jóvenes antes de la marcha del 2 de octubre en la Ciudad de México, reconoció el Gobierno mexicano.

Este militar, de nombre Julio César López Patolzin, estaba activo y, de igual manera, desapareció la noche en que también fueron ubicados por última vez los 43 normalistas.

En conferencia, el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, Alejandro Encinas, explicó que López Patolzin tenía la encomienda de reportar todo lo que pasaba en las asambleas internas de la Normal Raúl Isidro Burgos, de cara a las movilizaciones que planeaban.

“Era el responsable de informar de lo que acontecía en las asambleas de la Normal y de las movilizaciones de los estudiantes, e incluso estaba informando de los actos preparatorios de la marcha del 2 de octubre”, detalló el funcionario.

Mencionó que López Patolzin estaba bajo el mando directo del teniente de Infantería Marcos Macías Barbosa, del 27 Batallón, y se tiene conocimiento que su último reporte fue al filo de las 10 de la mañana del 26 de septiembre de 2014, horas antes de su desaparición.

“Y desapareció, junto con los otros estudiantes, sin que sus mandos hicieran ninguna acción para garantizar su integridad y su búsqueda, como lo establece el Protocolo para Militares Desaparecidos, que, de haberse aplicado, hubiera permitido no solamente proteger la integridad y buscar al soldado López Patolzin, sino a todos los estudiantes”, explicó.

La decisión de abandonar al soldado infiltrado es responsabilidad de un mando que estaba investigando a los estudiantes, dijo Encinas Rodríguez.

“Esa es la responsabilidad del teniente Barbosa, que tendrá que rendir cuentas de su omisión, en la integridad física y la búsqueda del soldado Patolzin, que coincido, efectivamente, hubiera sido muy útil implementar el protocolo de búsqueda de militares desaparecidos para evitar la desaparición de los muchachos”, dijo.

El subsecretario comentó que se está revisando la cadena de mando en todos los espacios del ámbito de la zona, de la región, y lo está revisando la Fiscalía General de la República (FGR).

Expresó que espera que el teniente sea procesado: “Esperemos que así sea, tanto por la justicia civil como también por la justicia militar, porque no cumplió con sus protocolos”.

En torno de la información que la Secretaría de la Defensa ha entregado al Gobierno federal, sostuvo que están a la espera de que les llegue más información que han solicitado.

De acuerdo con el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh), Julio César López Patolzin fue rechazado tres veces para ingresar a la Normal, pues quería ser profesor, por lo que tuvo que aprender diversos oficios como ayudante de un herrero, chofer de un camión de volteo, campesino de tiempo completo y también, señaló, fue parte del Ejército Mexicano durante dos años.

También realizó labores de rescate en el 2013, cuando los huracanes Manuel e Ingrid arrasaron su pueblo natal, Tixtla. Pero su vocación, aseguró el Centro Prodh, no estaba en la milicia, sino en la Normal.