Con una trayectoria política desde los años 70, Porfirio Muñoz Ledo fue protagonista de los momentos estelares en la ruta democrática de México, primero desde la Corriente Democrática priista y luego desde el Frente Democrático Nacional, en los que vivió y fue impulsor de los principales cambios políticos y gubernamentales del país, de prácticamente las últimas seis décadas.
Formado en el priismo en sus etapas de mayor rigidez, bajo los regímenes de Adolfo López Mateos, Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría y José López Portillo, desde sus jóvenes inicios en la función pública y la actividad política tuvo frecuentes aspiraciones presidenciales en una época en la que la sucesión la dictaba el presidente en turno.
Por ello, a partir de la década de los 80, Muñoz Ledo comenzó a tomar el protagonismo de los priistas inconformes con a emanado de sus filas, Miguel de la Madrid, que fue el primer presidente al que interpeló en su último informe de gobierno.
Como legislador de la Corriente Democrática, en una época en la que no se aceptaban las interpelaciones al presidente, Muñoz Ledo se levantó y gritó: “Con su permiso, señor presidente”, lo que desató el griterío entre priistas y panistas, estos últimos que acusaron el fraude electoral de 1988. El hecho casi llegó a los golpes entre el entonces gobernador de Aguascalientes, Miguel Ángel Barberena Vega, y el propio Muñoz Ledo.
Todo esto se dio después de la histórica ruptura de los priistas que conformaron la Corriente Democrática, encabezada por Cuauhtémoc Cárdenas, Ifigenia Martínez y, por supuesto, Porfirio Muñoz Ledo, que derivó en la conformación del Frente Democrático Nacional y la movilización social para la postulación de Cárdenas Solórzano en los comicios presidenciales.
Fue de esta lucha electoral de la que Muñoz Ledo surgió como el primer senador de oposición y también comenzó una etapa como uno de los primeros en trabajar en el recién creado Instituto Federal Electoral (IFE), donde fue representante del entonces nuevo Partido de la Revolución Democrática (PRD), partido que los expriistas fundaron el 5 de mayo de 1989 y que cobró gran fuerza, al grado que construyeron una candidatura todavía más competitiva para las elecciones de 1994, de nuevo con Cárdenas.
Ya en el sexenio de Ernesto Zedillo, Muñoz Ledo hizo historia como el primer legislador de oposición que habló ante un presidente en “su día”, al presentar el informe presidencial, en septiembre de 1997.
Luego de que a De la Madrid lo interpeló a gritos, a Zedillo le dio un mensaje de mil 069 palabras, en el que incluyó el juramento que los Reyes de Aragón hicieran a finales del siglo XII: “Nosotros, que cada uno somos tanto como vos y todos juntos valemos más que vos”, para mostrar que en adelante habría una relación de poder a poder.
Y puntualizó: “Saber gobernar es también saber escuchar y saber rectificar. El ejercicio democrático del poder es, ciertamente, mandar obedeciendo. Lo que en última instancia significa el cambio democrático es la mutación del súbdito en ciudadano”.
El entonces perredista subrayó: “Que esta igualdad en que hoy descansa el equilibrio de las instituciones de la República se convierta en la forma de vida que heredemos a las futuras generaciones de mexicanos”.
Y desde entonces se manifestó en contra de la intolerancia: “Remontemos las comarcas de la intolerancia; mostremos a todos que somos capaces de edificar, en la fraternidad y con el arma suprema de la razón, una patria para todos”.
Así como Muñoz Ledo no dudó en abandonar el partido en el que se formó, el tricolor, hacia el 2000 decidió dejar las filas del partido del sol azteca, que además de fundar y ser presidente nacional —en su momento también fue líder nacional del PRI—, pues acusó que estaba tomado por el “caudillismo” de Cuauhtémoc Cárdenas, replicando los viejos vicios del Revolucionario Institucional.
Tras salir del PRD, Muñoz Ledo aceptó la candidatura presidencial del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM) y casi al final de la campaña anunció que declinaba a favor del abanderado presidencial del PAN, Vicente Fox Quesada, que venció en las urnas al priismo, poniendo fin a 70 años de gobiernos continuos del tricolor.
Muñoz Ledo se sumó al gobierno de Fox Quesada, quien lo nombró coordinador de la Comisión de Estudios para la Reforma del Estado, posición en la que estuvo durante un año y después ocupó la Embajada de México en la Unión Europea.
Hacia el 2005, ya en plena efervescencia por una nueva elección presidencial, se distanció de Vicente Fox Quesada, quien en ese entonces emprendió el proceso de desafuero en contra de quien fuera el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador.
Ante ese escenario, Muñoz Ledo se sumó a la candidatura presidencial del mandatario capitalino y respaldó el cierre que López Obrador hizo del Paseo de la Reforma para denunciar el supuesto fraude electoral, así como la autodenominación de la presidencia legítima.
Para 2008, Porfirio Muñoz Ledo, como militante del Partido del Trabajo, coordinó el entonces denominado Frente Amplio Progresista y, un año después, se incorporó a la Cámara de Diputados como legislador plurinominal. En los comicios presidenciales del 2012 mantuvo su respaldo a la candidatura de Andrés Manuel López Obrador.
En esos años tuvo una etapa en la que estuvo relativamente separado de la política, al distanciarse de la escena en los años de gobierno de Enrique Peña Nieto, aunque más tarde regresa para sumarse a Morena.
En el 2016, Muñoz Ledo se hizo cargo de uno de los proyectos más relevantes para la capital del país, pues participó en el Secretariado Ejecutivo de la Comisión Redactora del Proyecto de Constitución para la Ciudad de México, que estuvo integrada por otras 28 figuras destacadas; de hecho, coincidió de nueva cuenta con Cuauhtémoc Cárdenas.
A partir del trabajo que realizaron en el secretariado, presentaron el borrador de la Constitución de la Ciudad de México al Congreso Constituyente de la capital.
Con la fundación oficial de Morena, que hasta entonces había sido movimiento, Muñoz Ledo se afilió a sus filas y trabajó, de nueva cuenta, en el proyecto de la candidatura presidencial de López Obrador para los comicios del 2018.
El ahora Presidente de la República no sólo reconoció a Muñoz Ledo como parte de los hombres y mujeres que lograron la “justicia, democracia y la defensa de la soberanía nacional”, sino que fue él quien le colocó la banda presidencial al tabasqueño.
Sin embargo, el distanciamiento entre Muñoz Ledo y López Obrador vino después de que concluyó el periodo del primero como presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, luego de que grupos de legisladores de Morena lo bloquearon para que ocupara por segundo año consecutivo ese cargo.
Aunque ahí comenzó el alejamiento, la ruptura definitiva de Muñoz Ledo con el partido guinda se dio cuando se realizó el proceso para la elección interna del dirigente nacional, en el año 2020.
Como acostumbra Morena, la nueva dirigencia se definió a partir de una encuesta. Sin embargo, el partido realizó un primer ejercicio que ganó Muñoz Ledo a Mario Delgado con 20 puntos de diferencia; se hizo otro estudio de opinión a partir del que se declaró un empate técnico, y en el tercero finalmente se anunció el triunfo de Delgado.
Ante este hecho, Muñoz Ledo acusó que fue un robo: “Estoy profundamente indignado porque se ha roto la legalidad por la que hemos luchado en los últimos 35 años”.
Por si fuera poco, después, la nueva dirigencia de Mario Delgado dejó fuera a Muñoz Ledo de las listas de candidatos a reelegirse en la Cámara de Diputados, lo que derivó en la ruptura definitiva.
A partir de ese momento Muñoz Ledo comenzó con los cuestionamientos hacia la Cuarta Transformación e incluso señaló que en los comicios intermedios del 2021 el crimen organizado intervino para favorecer a los candidatos de Morena a algunas gubernaturas, lo que le valió la descalificación del Presidente López Obrador.
Políticos y académicos reconocen el legado de Porfirio Muñoz Ledo
Con conceptos como hombre de Estado, constructor de instituciones, político que contribuyó de manera clave en el avance democrático del país y, en algunos casos, “entrañable amigo”, políticos, académicos y quienes fueron sus compañeros de lucha describieron en su partida a Porfirio Muñoz Ledo.
El hombre de las “rupturas”, como lo calificó el senador del Grupo Parlamentario Plural Emilio Álvarez Icaza, falleció este domingo por la mañana, a los 89 años, por causas que no se divulgaron.
Desde la cuenta en Twitter del fundador del Partido de la Revolución Democrática (PRD) se notificó la noticia sobre el deceso del reconocido tribuno, quien murió a 15 días de cumplir los 90 años.
“Con profundo dolor y tristeza, la familia comparte la noticia del sensible fallecimiento de nuestro querido padre Porfirio Alejandro Muñoz Ledo y Lazo de la Vega D.E.P.”, se publicó.
Para Cuauhtémoc Cárdenas e Ifigenia Martínez, quienes fueron los compañeros de lucha de Muñoz Ledo en la Corriente Democrática del PRI, que representó un parteaguas en la historia de dicho partido, en 1987, su principal aporte y legado fue en materia democrática.
Cárdenas, quien lamentó el deceso de su amigo, señaló que Muñoz Ledo será recordado como un luchador que dejó grandes aportaciones a la democracia.
“Un luchador, un amigo, dio aportaciones muy importantes a la democracia, al cambio democrático; se mantuvo en esa lucha y pues así es como lo vamos a recordar, como un luchador”, expresó el excandidato presidencial, al asistir al velorio de quien fuera diputado de Morena.
También la senadora Ifigenia Martínez manifestó su consternación por la pérdida de su amigo. “Gran tristeza y consternación por el deceso de un gran mexicano y entrañable amigo Porfirio Muñoz Ledo; su contribución en el avance democrático de la Patria es innegable. Continuaremos adelante recordando siempre su importante legado en la construcción de un México más próspero y justo. ¡Gracias por tanto, querido hermano!”, publicó en sus redes sociales.
Como todos, Emilio Álvarez Icaza reconoció los aportes democráticos de Muñoz Ledo, pero sobre todo, distinguió que siempre defendió sus ideas.
Para el político abocado a los derechos humanos, Muñoz Ledo fue un político de rupturas, porque en un momento complicado de la vida política del país, donde todo lo controlaba un partido hegemónico, no dudó en romper con el PRI; después, pese a que apoyó a Vicente Fox, tampoco se detuvo y se separó de él cuando no compartió sus acciones de gobierno y, finalmente, también rompió con Andrés Manuel López Obrador y con Morena cuando vio que se desviaban del proyecto que originalmente habían planteado.
“Porfirio Muñoz Ledo impulsó un hilo conductor por la transición democrática y entendió que los partidos son un medio, no un fin. Respeto a gente como él, cuyas batallas fueron luchar en lo que creía, aunque eso le significara varias rupturas políticas que le abrieron espacios de expresión”, indicó.
Por ello, aunque los políticos y funcionarios de Morena expresaron sus condolencias por el deceso y remarcaron que reconocían su papel democrático en el país, recordaron que hubo diferencias con él en sus últimos años de vida.
Así lo dejó claro el propio Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien señaló que, no obstante las discrepancias con el exlegislador, eso no borra sus momentos de amistad: “Lamento el fallecimiento de Porfirio Muñoz Ledo, con quien por mucho tiempo tuve coincidencias. Las discrepancias recientes no borran los buenos y largos momentos de amistad y compañerismo; mucho menos su legado político. Abrazo a sus familiares y amigos”, dijo.
Bajo la misma tónica, las corcholatas de Morena expresaron su pesar por el fallecimiento de Porfirio Muñoz Ledo, a quien reconocieron por jugar un papel fundamental en la vida democrática del país.
En Chapala, Jalisco, Claudia Sheinbaum señaló que, a pesar de que hubo diferencias con el exlegislador, se le distinguía porque en su momento tomó la decisión de respaldar a Cuauhtémoc Cárdenas. “Es una pena, la verdad; lamentamos el fallecimiento de Porfirio, aunque al final tuvimos nuestras diferencias, pues fue un hombre que en el momento más importante tomó la decisión correcta al salirse con la Corriente Democrática del PRI e impulsar al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas como candidato a la Presidencia, y desempeñó un papel fundamental en la vida democrática de México”, dijo.
Marcelo Ebrard lo definió como un “destacado constructor de la actual democracia mexicana” y dijo que lo recordará “siempre como compañero y amigo, especialmente en la 57 Legislatura —que Muñoz Ledo presidió—, primera de mayoría opositora al PRI y en la que jugó un gran papel en favor de las causas que defendemos”.
Resaltó que desde la Corriente Democrática en el PRI contribuyó a la democratización del país, y luego con las reformas políticas y como líder de la Cámara de Diputados. “Lo vamos a echar de menos”, señaló el excanciller, quien mencionó que el legislador daba sus opiniones sin cortapisas y recordó que dio un gran discurso cuando contestó el informe presidencial de Ernesto Zedillo en 1997.
Adán Augusto López Hernández también reconoció a Muñoz Ledo, pese a las mutuas diferencias: “Falleció Porfirio Muñoz Ledo, un hombre eminentemente político que pavimentó la construcción democrática nacional. Fue mi compañero diputado en la LXI Legislatura, donde atestigüé su elocuencia: de él se aprendía incluso en la diferencia. Mis condolencias a sus seres queridos”.
Ricardo Monreal manifestó sus condolencias por el deceso de quien calificó como un hombre inteligente y “polemista por excelencia”.
Para Beatriz Paredes, Muñoz Ledo fue un político visionario; Santiago Creel consideró que fue quien enseñó a los mexicanos que el cambio democrático era posible por la vía pacífica, y José Ángel Gurría estimó que fue el político que contribuyó a la consolidación de las izquierdas.
Pero como el orador que era y que lo demostraba en el terreno en el que estuviera, al expresar sus condolencias, algunos señalaron lo importante que era prepararse para debatir con él.
“Porfirio Muñoz Ledo sabía de teoría del Estado como el más social demócrata convencido. De conversación profunda y siempre bien informado. Nadie podrá regatearle su participación en el proceso de transición. Se podía disentir con él, pero había que preparar bien los argumentos”, rememoró María Marván Laborde, académica investigadora.
En el mismo sentido se expresó el excandidato presidencial priista José Antonio Meade: “Porfirio Muñoz Ledo destacó en el Ejecutivo, los partidos, el Congreso y la diplomacia. Dejó honda huella en el debate de las ideas. Siempre cuestionando y cuestionándose. Deja testimonio de que la honestidad intelectual muchas veces implica, exige cambiar de opinión”.