El Gobierno federal reveló la supuesta estructura delincuencial que armó el exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, para presuntamente cometer extorsiones desde su alta encomienda en el servicio público.
En seguimiento a la orden presidencial para dar a conocer las irregularidades en que incurrió a quien identifican como mano derecha del expresidente Felipe Calderón, Ricardo Mejía Berdeja, subsecretario de Seguridad Pública, dijo que cuando se creó la Agencia Federal de Investigación en 2001, se consolidó este grupo identificado como el círculo cercano al extitular de Seguridad Pública.
Se autodenominó “Los siete jinetes del Apocalipsis”, conformado por exintegrantes del antiguo Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).
“Aquí hay un grupo compacto que venía del Cisen. Este grupo se hacía llamar ‘Los 12 apóstoles’. Después, en 2006, llegan a la Secretaría de Seguridad Pública Federal, a la cabeza Genaro García Luna; se hacen llamar ‘Los siete jinetes del Apocalipsis’. Entre ellos está Luis Eduardo ‘N’, está el propio García Luna; Facundo ‘N’; Edgar Eusebio ‘N’, ya finado, que fue asesinado hace algunos años; Armando ‘N’, y Francisco ‘N’ como coordinador de Seguridad Regional, y después estuvo en diferentes funciones”, expuso.
Mejía Berdeja añadió que estos exfuncionarios han sido señalados por integrantes de la delincuencia organizada que decidieron convertirse en testigos protegidos de las autoridades de EU.
“En diferentes carpetas y juicios, diferentes líderes criminales los han imputado por haber recibido este tipo de sobornos multimillonarios. Es el caso de Edgar ‘B’, alias La Barbie; de Sergio Enrique, alias El Grande; de Gerardo ‘N’, alias El Indio; todos parte de la organización criminal del Cártel de Sinaloa y del grupo también de Beltrán Leyva”, dijo el subsecretario de Seguridad. Todos los exfuncionarios enfrentan juicios en EU y en México por presuntos sobornos.
“Es el caso de García Luna, que, además del juicio que va a enfrentar, tiene carpetas de investigación por enriquecimiento ilícito y por haber permitido la introducción de armas, cartuchos y explosivos en la operación “Rápido y Furioso”, y también está imputado por ejercicio indebido de atribuciones, por contratos que hizo de centros federales de readaptación social”, explicó.
El resto de los implicados, Luis Cárdenas Palomino, Facundo Rosas, Ramón Eduardo Pequeño y Tomás Zerón, tienen cargos por el fallido caso “Rápido y Furioso”, mediante el cual se introdujeron cientos de armas a México y se dejó que la delincuencia organizada tuviera acceso a ellas, pero sin control por parte de las autoridades mexicanas.
El subsecretario de Seguridad Pública, de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), aseguró que no son los únicos involucrados, pero dado que el resto de los presuntos cómplices no cuenta con órdenes de aprehensión, no fueron mencionados en esta ocasión.
