Ninguno de los nueve estados donde hubo cambio de gobierno el año pasado ha logrado contener la incidencia de homicidios dolosos; y en secuestro, sólo lo han hecho Chiapas y Yucatán, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo de Seguridad Pública, actualizado a febrero de este año.
De esos estados, en siete hubo cambio de partido; en cinco ganó Morena, uno el PAN y otro Movimiento Ciudadano; sin embargo Guanajuato, donde se mantuvo Acción Nacional con Diego Sinhue Rodríguez, es el que tuvo el mayor crecimiento de asesinatos dolosos.
De acuerdo con una recopilación realizada por La Razón en los meses correspondientes al que asumieron el cargo en 2018 y hasta febrero de 2019, en contraste con el mismo periodo del 2017-2018, en ninguna de las entidades donde ganó Morena han bajado estos delitos: Chiapas, con Rutilio Escandón; Morelos, con Cuauhtémoc Blanco; Veracruz, con Cuitláhuac García; Ciudad de México, con Claudia Sheinbaum, y Tabasco, con Adán López.
Pero tampoco donde llegaron otros partidos, como Jalisco, donde Enrique Alfaro, abanderado por Movimiento Ciudadano, relevó al PRI; o en Yucatán, donde el panista Mauricio Vila Dosal derrotó al Revolucionario Institucional.
Incluso ni donde se mantuvo el mismo partido, como Guanajuato y Puebla, donde la panista Martha Erika Alonso ganó la elección poblana y actualmente encabeza el gobierno Guillermo Pacheco como interino, por el fallecimiento de la primera.
Los datos del Secretariado Ejecutivo refieren que después de Guanajuato, como el estado más violento, se coloca Yucatán con un repunte del 70 por ciento en asesinatos y Jalisco con 52 por ciento más.
En secuestros, la entidad con el mayor índice de crecimiento fue la Ciudad de México, con una variación de 475 por ciento.