El infectólogo de la Universidad de Guanajuato, Alejandro Macias, aseguró a La Razón que la primera mitad de 2022 México tendrá que ocuparse de los estragos que deje Ómicron, ya que el virus está llegando a su máxima potencia de transmisión.
“Pensamos que Delta había llegado a su máximo punto e íbamos saliendo de ella, y que por eso no aparecerían más complicaciones, pero Ómicron cambió todas las reglas del juego, es evidente que en México y en todo el mundo, será la variante que predominará durante gran parte de 2022. En nuestro país pienso que se va a ir presentando por regiones, no va a entrar igual en todos los estados”, aseguró.
Respecto al incremento de contagios en los primeros días de enero, el especialista dijo que apenas vamos a alcanzar el pico más alto debido a la expansión de esta variante, por lo que la mitad de la población se infectará en este tiempo, lo que logrará que algunos generen inmunidad.
“Las últimas dos semanas de enero México enfrentará una subida muy intensa de los casos y luego sí ocurre como en Sudáfrica, que es lo más probable, observaremos una bajada en el mes de febrero”, dijo.
Añadió que si bien ningún país estaba preparado para la pandemia, el sistema de salud en México ha cometido varios errores al tratar de controlarla, como no llevar un registro adecuado de secuenciaciones, para detectar los casos reales positivos y así advertir a las personas.
Pensamos que Delta había llegado a su máximo punto e íbamos saliendo de ella, y que por eso no aparecerían más complicaciones, pero Ómicron cambió todas las reglas del juego, es evidente que en México y en todo el mundo, será la variante que predominará durante gran parte de 2022Alejandro Macias, Infectólogo
“El semáforo epidemiológico que tenemos actualmente es de muy poca utilidad, porque en lugar de enfocarse en el número de camas ocupadas en los hospitales, tendría que guiarse por cuál es el porcentaje de positividad en las pruebas que se hagan, con eso sería suficiente para dar un aviso de que las cosas se están saliendo de control y no esperar a que nos avise que ya están llenos los hospitales”, agregó.
Ante el rápido esparcimiento de Ómicron en México y en el mundo, el experto afirmó que ve difícil que en el futuro se presenten otras variantes igual de contagiosas, ya que el virus ha demostrado que se está quedando sin repertorio, pues ha mudado tantas veces, que en un momento dejará de ser SARS-CoV-2.
“Lo que creo que va a pasar con esta nueva variante es que va a acelerar el paso de la pandemia, va a enfermar a mucha gente, esperemos que no de gravedad, pero hay que estar preparados para lo peor, esperando que ocurra lo mejor, ya que el virus está llegando a su máxima potencia de transmisión. Este año será la batalla contra Ómicron, pero después el virus se va a quedar reinfectando sin casos de gravedad, con cada vez menos posibilidades de cambiar”, dijo.
Aseguró que el proyecto del Conacyt para producir la primera vacuna anti-Covid-19 en México, Patria, es una buena iniciativa, que servirá para un futuro, “aquí el problema es que desarrollar una vacuna desde cero toma tiempo, no podemos esperar que esté lista en ocho meses, tengo esperanza que sea una buena vacuna, pero no estará lista pronto”.
Alerta experto efectos graves por escasez de pruebas ante contagios
La falta de pruebas para detectar Covid-19 en la Ciudad de México puede tener un efecto “negativo” en este nuevo repunte de contagios, consideró el especialista en salud pública de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Malaquías López Cervantes.
En entrevista con La Razón, el experto advirtió que se corre el riesgo de que haya casos graves de infección en el que las personas pueden perder la vida por acudir tardíamente a los hospitales, como ya ocurrió en otros momentos de la pandemia.
“Puede haber personas que se contagien y tengan una evolución desfavorable y se tendría la misma circunstancia de hace dos años, cuando se les dijo: ‘quédense en su casa’, porque cuando se ponen graves ya es muy poco lo que se puede hacer y mucha gente puede tener riesgo de morir”, explicó López Cervantes.
Recordó que la demanda de pruebas se vio rebasada en todo el país, pero especialmente en la capital, debido a que se “minimizó la preparación” ante la llegada de la variante Ómicron, lo que limitó la capacidad para atender las solicitudes de la población para acceder a una prueba.
“Esto de minimizar el peligro hizo que incluso se minimizaran la preparación y ni siquiera hubiera la capacidad de responder ante la demanda poblacional para tener una prueba”, expresó.
Por otra parte, resaltó que es verdad que si en una familia ya hay una prueba confirmada y otras personas del mismo hogar desarrollan síntomas, lo más probable es que resulten positivos, por lo que en casos como éste hacer un examen “no da un beneficio adicional”; sin embargo, en los casos de quienes no conviven con personas infectadas y presentan síntomas, se les debería dar la posibilidad para aplicarse un test.
hay suficientes. Ante el aumento en la demanda de pruebas para detectar el SARS-CoV-2, ayer, la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, descartó que pueda haber desabasto de las mismas y aseveró que su administración priorizará el uso de recursos para acelerar la aplicación de vacunas en lugar de pruebas.
“Hay suficientes pruebas y se están adquiriendo las pruebas necesarias, pero no es un asunto de adquirir muchísimas más pruebas, mejor orientamos los recursos a lo que se requiere, que es la vacunación, y también a que los centros de salud tengan los suficientes medicamentos”, indicó.
Puede haber personas que se contagien y tengan una evolución desfavorable y se tendría la misma circunstancia de hace dos años, cuando se les dijo: ‘quédense en su casa’, porque cuando se ponen graves ya es muy poco lo que se puede hacerMalaquías López, Especialista en Salud Pública de la UNAM
En rueda de prensa, resaltó que, aunque se aumentó la cantidad diaria de pruebas —con casi 30 mil diariamente—, explicó que la apuesta es acelerar la vacunación para garantizar las terceras dosis a todos los grupos de edad.
Asimismo, hizo un llamado a la población y, en especial a los empleadores, en no solicitar a sus trabajadores pruebas negativas para volver a trabajar.
“Vamos a insistir y a seguir difundiendo lo que nos ha orientado la Secretaría de Salud, que no es necesario realizarse la prueba si se tiene síntomas, que se resguarden durante siete días —si tienen dos o tres dosis de vacunación—, y también que, en caso de tener una fiebre, por dos días, alta que no disminuya, o en caso de tener una oxigenación menor, pues ahí sí, de inmediato acudan al hospital para que se les pueda atender”, dijo.
descartan saturación. La mandataria también negó que haya saturación de hospitales en la capital, y aseguró que en la medida de las necesidades se aumentará la capacidad de los mismos, e incluso aseveró que el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), que es el que recibe a pacientes con mayor gravedad, cuenta con disponibilidad para atender a quienes lleguen.
“No hay saturación de hospitales y, en la medida que se requiera, los hospitales van a seguir creciendo. Hay suficiente número de camas en caso de que creciera la hospitalización. En caso de que se necesite crecer, se va a hacer. Llegamos a tener 11 mil camas en la Zona Metropolitana del Valle de México para atender Covid y en la Ciudad de México nueve mil, entonces hay suficiente espacio”, sostuvo.
Con información de Frida Sánchez