El subsecretario de Salud federal, Hugo López-Gatell, señaló que no se ha demostrado que la variante Ómicron de COVID-19 sea más virulenta, por lo que resultan poco útiles las restricciones o cierres de fronteras.
En su cuenta de Twitter, el funcionario recalcó que las restricciones o cierres de las fronteras “afectan la economía y el bienestar de los pueblos”.
“No se ha demostrado que sea más virulenta ni que evada la respuesta inmune inducida por las vacunas. Las restricciones de viajes o cierres de fronteras son medidas poco útiles; afectan la economía y el bienestar de los pueblos”, apuntó en un hilo de mensajes.
En ese tenor, sostuvo que “la información difundida sobre los riesgos de la nueva variante (Ómicron) es desproporcionada respecto a lo que muestra la evidencia científica existente”.
La nueva variante del coronavirus Ómicron (identificada primero en Sudáfrica, pero también detectada en Europa y Asia) está levantando preocupación en todo el mundo, debido al número de sus mutaciones, que podrían ayudar a su propagación o incluso a evadir los anticuerpos de una infección previa o la vacunación.
Con la noticia de la nueva variante, diversos países anunciaron nuevas restricciones en viajes y los laboratorios se apresuraron a comprobar si sus vacunas contra COVID-19 son efectivas contra Ómicron.
La Organización Mundial de la Salud clasificó como “preocupante” a la variante B.1.1.529, u Ómicron, del SARS-CoV-2, al señalar que puede propagarse más rápido que otras formas de coronavirus.
Además informó que esta variante es más contagiosa debido a las mutaciones genéticas que tiene y podrían tener más resistencia a la vacuna.
LRL