Presupuesto para contención, al alza

Escuelas, espacio donde alientan el consumo de chatarra

Ven inadmisible que en sólo 1 de cada 10 planteles se venda comida saludable; en el país, 4 de cada 10 menores sufre obesidad

Alumnos consumen comida chatarra en una escuela, en foto de archivo
Alumnos consumen comida chatarra en una escuela, en foto de archivoFoto: Especial
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En México, a pesar de que hace más de una década existe una regulación que prohíbe la venta de comida chatarra en las escuelas, estos espacios, además de las redes sociales, alientan el consumo, lo que abona a que cuatro de cada 10 menores de edad en México padezcan obesidad infantil y que el país ocupe el primer lugar mundial en niños con exceso de masa corporal.

Por ello, previo a que comience el ciclo escolar 2023-2024, activistas por los derechos de la infancia llaman a autoridades educativas a regular los entornos escolares, y a padres de familia a tener mayor observancia sobre lo que comen los menores.

Tania Ramírez, directora ejecutiva de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), opinó que, “al no tener cuidado con la alimentación de los menores, se está ejerciendo algún tipo de violencia porque, como adultos, caemos en la omisión de la alimentación de los menores”.

La experta indicó a La Razón que a través de la plataforma Mi Escuela Saludable se realizó el ejercicio de vigilancia ciudadana a nivel nacional durante el ciclo escolar 2022-2023, donde se mostró que 98 por ciento de las escuelas vende comida chatarra, mientras que 93 por ciento comercializa bebidas azucaradas y 6 por ciento vende refrescos; sólo dos de cada 10 vende alimentos saludables.

Al no tener cuidado con la alimentación de los menores, se está ejerciendo algún tipo de violencia porque, como adultos, caemos en la omisión de la alimentación de los menores

Tania Ramírez
Directora ejecutiva Redim

“Es un tema de salud en conjunto, porque seguramente en un futuro estos niños serán esos adultos con problemas de sobrepeso, obesidad, diabetes, hipertensión y lo lamentable es que es tarea del adulto vigilar lo que consumen. Muchos padres pueden poner alimentos saludables en la lonchera del niño, pero los niños suelen intercambiar sus productos en las escuelas, que es donde debería existir la vigilancia y mediación viendo qué ponen a su alcance”, expuso.

“Hay que proteger los entornos de los niños. Si decimos que es un consumo por imitación, debemos como adultos también verificar qué consumimos; incluso, han surgido polémicas en torno a una de las redes sociales más populares, TikTok, y la difusión que hace de la comida chatarra”, dijo Ramírez.

“En el estudio de BMJ Global Health, titulado “Unhealthy food and beverage brands encouraging TikTok users to market their products for them”, o “Marcas de alimentos y bebidas poco saludables que alientan a los usuarios de TikTok a comercializar sus productos”, los investigadores evaluaron el contenido de todos los videos publicados en las cuentas de 16 marcas líderes de alimentos y bebidas no alcohólicas y arrojó que el impacto en los usuarios se fijó básicamente a aquellos en edades entre los seis y 12 años de edad. Todo esto abona a que el problema crezca”, alertó.

Si no transformamos los ambientes escolares en saludables, no habrá forma de combatir a la obesidad infantil y sus consecuencias sociales y económicas

Liliana Bahena
Coordinadora de Mi Escuela Saludable

Liliana Bahena, coordinadora de la campaña Mi Escuela Saludable, dijo que es inadmisible que niñas, niños y adolescentes inicien un ciclo escolar en espacios que promueven obesidad y enfermedad, pese a que exista una ley.

“Nueve de cada 10 escuelas venden cualquier tipo de dulces, frituras y bebidas con azúcares, edulcorantes y colorantes que dañan la salud, la nutrición y el aprendizaje. Urge regular los entornos escolares sin conflicto de interés, que tengan disponibles únicamente alimentos naturales y cero acceso a productos chatarra. Si no transformamos los ambientes escolares en saludables, no habrá forma de combatir a la obesidad infantil y sus consecuencias sociales y económicas”, aseguró.

Agregó que cerca de cuatro millones de niñas y niños en edad escolar viven con obesidad infantil “y las escuelas son parte del problema: tan sólo en un día escolar, cada alumno consume tres productos chatarra que suman más de 550 calorías, provocando aumento de peso y el riesgo de desarrollar diabetes a lo largo de su vida”.

Finalmente, Mauro Brero, jefe de Nutrición en UNICEF México, afirmó que el sobrepeso y la obesidad infantil representarán, en un par de años, “una fuerte carga para la economía y el desarrollo nacional, estimada en 42 billones de pesos para los siguientes 65 años”.

El sobrepeso y la obesidad infantil representarán, en un par de años, una fuerte carga para la economía y el desarrollo nacional, estimada en 42 billones de pesos para los siguientes 65 años 

Mauro Brero
Jefe de Nutrición en UNICEF México

Afirmó que México tiene la oportunidad aún de prevenir un problema de salud pública, con acciones de bajo costo en las escuelas, que impliquen fortalecer “los lineamientos y los programas de promoción de alimentación saludable y sostenible, ambos contemplados en la iniciativa de reforma a la Ley General de Educación en materia de entornos alimentarios saludables”; sin embargo, enfatizó la importancia de que padres de familia, instituciones educativas y gobierno trabajen de manera conjunta.

De acuerdo con un ejercicio de vigilancia de El Poder del Consumidor y la Redim, por medio de Mi Escuela Saludable se recibieron 13 mil 432 reportes de nueve mil 381 escuelas del país, mientras que nueve de cada 10 no tienen un comité que vigile la regulación de alimentos.