El Gobierno de México y la Organización de Naciones Unidas (ONU) se sumaron a las muestras de solidaridad para las familias de las 38 personas que perdieron la vida en el incendio en el centro de detención migrante de Ciudad Juárez, Chihuahua.
El titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), Adán Augusto López, envió su pésame y aclaró que migrar no es un delito y que, por ello, el Estado mexicano— dijo— está en la absoluta disposición de esclarecer los hechos.
“La tragedia ocurrida en las instalaciones del INM de Ciudad Juárez, Chihuahua, nos ocupa a todos los niveles de Gobierno, esperaremos que concluya el peritaje para dar atención puntual a los requerimientos de las autoridades judiciales”, aseguró.
El encargado de la política interior de México aseveró que el espacio sirva también para reconocer el trabajo de los bomberos, la Cruz Roja, Protección Civil, Guardia Nacional y Ejército Mexicano, el IMSS, ISSSTE, quienes apoyaron en el rescate y atención a las víctimas.
Mientras que el secretario General de la ONU, António Guterres, insistió a que se lleve a cabo una investigación exhaustiva del suceso y reiteró su compromiso de seguir trabajando con las autoridades de los países en los que se producen movimientos mixtos de personas, para establecer vías de migración más seguras, reguladas y organizadas.
El Sistema de Naciones Unidas en México pidió una investigación exhaustiva que deduzca responsabilidades en el suceso. Además, expresó su solidaridad y sus profundas condolencias a las familias y amigos de los fallecidos, y desea una pronta recuperación de los heridos.
La ONU México resalta los compromisos internacionales sobre la migración y asilo de los cuales México es parte, así como los Pactos Mundiales de 2018 para la Migración y sobre refugiados que llaman a establecer alternativas.