Partidos de oposición aseguraron que el inicio de la Nueva normalidad se realizó de manera irresponsable, pues los diagnósticos en torno al pico de la epidemia han sido erróneos y no se han aplicado las pruebas necesarias para detectar casos positivos en los sectores que retomaron actividades.
El martes pasado, La Razón dio a conocer que 46 por ciento de 68 zonas metropolitanas del país aún no supera los niveles máximos de contagios, de acuerdo con un análisis del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Al respecto, Ángel Ávila, dirigente nacional del PRD, aseveró: “al Gobierno lo que menos le importa es la salud de los mexicanos, pues ni siquiera las pruebas se han visto y, aunque la economía no se puede parar del todo, la reactivación debería estar acompañada de una estrategia de pruebas que refuerce la prevención de los contagios”.
Añadió que no existe una coordinación con los mandatarios estatales, a los cuales se les deja toda la responsabilidad de atender la emergencia sanitaria.
“Le tira la bolita a los gobernadores y empresarios, mientras (el Presidente) está de gira con sus obras, lo que es un completo desastre y falta de responsabilidad.
“Tiene razón el gobernador de Tamaulipas al decir que sin apoyo de la Federación van a poder hacer poco; por ello, López Obrador está cayendo en una inconstitucionalidad, ya que el Consejo Nacional de Salubridad es el encargado de dar la estrategia a seguir”, apuntó.
Por separado, el secretario general del PAN, Héctor Larios, urgió arealizar pruebas para detectar los contagios, ya que es mejor detectar “ese 46 por ciento” de regiones que aún no llega al pico para evitar que se extiendan las fechas.
Coincidió en que la autoridad federal traspasa a los gobernadores todo el tema del combate a la pandemia, quienes “lo han hecho bien sin apoyo extra”.