Pablo Almícar Sandoval Ballesteros, delegado del gobierno federal en Guerrero, negó que la casa que tiene en Acapulco no esté dentro de sus declaraciones patrimoniales y también que sea una finca, como reportó hoy un diario nacional.
En conferencia de prensa, que convocó afuera de la casa señalada, reportó que en 2004 el inmueble se lo heredó su padre, Pablo Sandoval Ramírez, y que ha sido incluido en las declaraciones de los puestos que ha ocupado.
“Hasta la fecha he declarado la posesión de este inmueble como parte de mi patrimonio y tal como se comprueba en mi última declaración patrimonial, que es pública, y hoy les exhibo para demostrar que no hay nada irregular, ni nada que ocultar", dijo.
Acusó que la publicación del diario nacional es sólo para dañar su imagen y la de su familia, además de que los pone en riesgo al publicar datos privados.
El también hermano de la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, sostuvo que su patrimonio no ha aumentado y que todos sus bienes los tiene desde antes de ser delegado en Guerrero y diputado local.
"Mi paso por el servicio público, mi trayectoria y mi patrimonio son públicos, no tengo nada que esconder, porque todo lo que poseo es fruto de mi trabajo honrado y el de mi familia, lamento el dolo con el que Reforma pretende desvirtuar mi patrimonio y mi figura”, agregó.
Pablo Almícar aseguró también que la nota no siguió los "cánones del periodismo profesional" al no investigar y verificar los datos que fueron publicados este lunes en primera plana, por lo que pidió su derecho de réplica en el mismo lugar.
Aseveró que hay un "patrón común medios, vinculados a la derecha", que han lanzado "ataques arteros" contra su familia para acusarlos de poseer inmuebles de manera inexplicable e irregular, “deben probar sus dichos y les advertimos que no van a encontrar nada, pues estamos convencidos de que para poder avanzar en la instauración de un gobierno de transformación se requiere tener las manos y la cara limpias”.
Manifestó que en el actual gobierno no son los mismos pues no buscan riqueza ni poder, “vamos hacia la extinción de las prácticas deshonestas que han privilegiado a unos cuantos y que se enquistaron en un viejo régimen que está por irse”.
