Las torrenciales lluvias asociadas al paso del huracán John por territorio mexicano han cobrado la vida de 29 personas: 23 en Guerrero, cinco en Oaxaca y una en Michoacán; además, este fenómeno natural ha provocado que 11 mil personas sean desalojadas: cinco mil en Guerrero y seis mil entre Michoacán y Oaxaca, y también ya se registran actos de rapiña.
Aunque han comenzado a bajar los niveles del agua, continúan las lluvias en la región, y John y sus remanentes han dejado severas afectaciones, principalmente en Guerrero, Michoacán y Oaxaca, no obstante que los daños se han extendido a entidades como Puebla, Estado de México, Veracruz, Tabasco y Chiapas, donde también se reportan deslaves.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó ayer el fallecimiento de 15 personas en Acapulco, que se suman a los decesos de ocho más confirmadas por Protección Civil en la entidad.
Uno de estos rescates ocurrió en la barranca de Alpuyeca, de la colonia Emiliano Zapata; otro cuerpo corresponde al comisario de El Ciruelar, Crispín Barrientos; otro rescate sin vida fue el de un trabajador de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), identificado como David, quien falleció electrocutado en el poblado de Nuevo Tecomulapa, en el municipio de San Marcos, mientras que otro fallecimiento fue el de un joven de aproximadamente 18 años en la misma localidad y cuatro más permanecían aún sin datos de identidad en el estado de Guerrero.
Los cinco ciudadanos de Oaxaca y uno en Michoacán que murieron tras el impacto de John fueron confirmados por Protección Civil en sus respectivas entidades.
El mandatario compartió un informe de Protección Civil nacional sobre la inundación en Acapulco y aseguró que “está bajando el agua, aunque hay mucho lodo en las calles que ya empezaron a limpiarse”.
Declaró que, “lamentablemente, el número de fallecidos, según la Fiscalía estatal, es de 15 personas”, y señaló que “no hay saqueos”.
Sin embargo, el presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco-Servytur) de Acapulco, Alejandro Martínez Sidney, advirtió que “la situación en la ciudad está fuera de control” y dijo que “los comerciantes hemos logrado controlar la rapiña y el desabasto, pero ya se nos está saliendo de control y requerimos el apoyo en el reforzamiento en materia de seguridad”.
Aunque los niveles del agua comenzaron a descender, en Acapulco aún se mantienen inundadas decenas de colonias, hay miles de personas damnificadas y carreteras cerradas, además de personas atrapadas e incomunicadas.
Una de las imágenes que ayer causó impacto es la de cientos de autos nuevos que permanecen en lotes de venta en El Naranjito, Guerrero, y en el puerto de Lázaro Cárdenas, en Michoacán, que se encuentran anegados. Los vehículos son provenientes de China y de otros países. A través de redes sociales se han observado imágenes captadas por drones, que muestran las consecuencias del paso de John.
Además, el sábado por la noche, el gobierno estatal, a través de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, realizó el rescate vía aérea de cinco personas y un perro en Chilpancingo, luego de que resultaran atrapados en sus viviendas por el crecimiento del caudal del río Huacapa; y ayer por la mañana se intentó el rescate de otras 10 personas.
López Obrador expuso que está por concluir la primera fase del rescate humanitario del Ejército, la Marina y la Guardia Nacional, y que iniciará el censo casa por casa, con la participación de servidores de la nación, para entregar apoyo directo a los damnificados.
En Michoacán, para evitar incidentes mayores, el gobierno estatal informó que continuará con el desfogue de las presas de Cointzio, Infiernillo y La Villita, y se emitieron medidas de prevención por posibles afectaciones en varias colonias.
Mientras tanto, en Oaxaca, el gobernador Salomón Jara, en su último reporte, señaló que los albergues se han ido poblando de manera muy lenta, pero que están atentos a los reportes para resguardar la vida de la población.
Expertos ven riesgo por dengue, chikungunya...
Las inundaciones que se generaron en los municipios por donde pasó el huracán John, como Acapulco y Chilpancingo, deben ser drenadas a la brevedad, con el fin de que se evite la propagación de enfermedades gastrointestinales o dengue, ya que pueden ser un riesgo para la población afectada, advierten expertos.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud (Ssa), en México, el dengue sin datos de alarma aumentó del 1 de enero al 14 de septiembre 206 por ciento, en comparación con el mismo periodo del 2023; además, el dengue con datos de alarma también tuvo un aumento de 168 por ciento, mientras que el dengue severo tuvo un alza de 227 por ciento.
Además, las enfermedades infecciosas intestinales se han elevado 6.6 por ciento este año en comparación con el 2023. En este contexto, expertos en el tema advirtieron que hay enfermedades directamente relacionadas con el estancamiento de agua y, por lo tanto, a medida que se tarden los trabajos de drenaje, es mayor el riesgo de que se produzcan enfermedades como dengue, zika o chikungunya.
“En cuanto pase un poco la emergencia, de inmediato las autoridades deben realizar una campaña de fumigación, procurar que la gente ande con ropa larga para disminuir el riesgo de piquetes de insectos, uso de repelente y evitar que se extienda el estancamiento del agua en lo posible”, advirtió el epidemiólogo de la UNAM Rodrigo Jácome.
Explicó que este tipo de vectores son transmitidos por mosquitos que se generan a partir del agua estancada y, por ello, se debe desplegar a la brevedad un operativo que minimice el riesgo debido a que una enfermedad mal cuidada puede causar hasta la muerte.
Al respecto, Amuravi Ramírez Cisneros, director de Protección Civil de Michoacán, expuso que, en una emergencia por el paso de un huracán, y por el agua estancada que puede durar varios días, se deben aplicar diversos protocolos sanitarios, ya que se le debe dar atención inmediata.
“Se tienen que empezar a cercar las áreas para evitar el desarrollo de vectores con una fumigación efectiva; además, se deben erradicar los criaderos de estos animalitos”, indicó, aunque reconoció que es difícil sacar el agua ante una emergencia como ésta. Remarcó que los mosquitos son unos de los principales riesgos en una inundación, debido a las enfermedades que se pueden propagar.
Al referirse al tema, Alejandro Sánchez Flores, investigador del Consorcio Mexicano de Vigilancia Genómica, señaló que muchos de los moscos pueden sobrevivir hasta un año en condiciones de sequía, pero se reactivan con el agua, y por ello, el problema en zonas como Guerrero es que siempre tienen latente este tipo de infecciones.
Comentó que uno de los mayores problemas es el dengue hemorrágico, ya que, de no atenderse, puede causar la muerte, sobre todo en menores y adultos mayores, pues hay fiebres que no se pueden controlar y sangrado de órganos, entre otros riesgos.
El virólogo de la UNAM José Alberto Campillo explicó que a los mosquitos “les encanta el agua estancada para reproducirse”, ya que dicho estancamiento les da seguridad a las larvas, pues tienen una temperatura favorable y tienen los nutrientes para ello; incluso, hay otras enfermedades, como malaria, que pudieran propagarse.
Además, dijo, hay muchas infecciones bacterianas que se pueden contraer por la orina de los animales, como tifoidea, salmonelosis, disentería o infecciones en la piel. Señaló que hasta la poca agua que se estanque en una tapa de refresco es un hábitat para los mosquitos; por ello, las personas deben ahora incrementar las medidas de prevención para cubrir sus hogares y que no entren este tipo de mosquitos, además del uso de repelente y hervir toda el agua.
Helene deja 91 muertos en EU y temen peor daño
El huracán Helene devastó gran parte del sureste de Estados Unidos con 91 muertos, entre niños y rescatistas, a más de 72 horas de tocar tierra en Florida como categoría 4 y avanzar por más estados, superando la estela de destrucción de Beryl, que alcanzó nivel 5 en julio pasado.
El mayor impacto fue para las Carolinas que concentran casi la tercera parte de decesos tras la caída de árboles e inundaciones derivadas de las lluvias más altas, algunas de casi medio metro.
Los gobernadores confirmaron que en Carolina del Norte hubo 30 fallecidos y 25 más en la Sur y temen que la situación empeore con el pasar de los días u horas, pues las misiones de rescate en lanchas y helicópteros podrían dejar al descubierto más cuerpos bajo un escenario crítico por pérdidas que ascienden a casi 100 mil dólares, según cálculos de Reuters, y que el presidente Joe Biden declaró “trágico” tras observar tomas aéreas de los daños.
Roy Cooper, mandatario de Carolina del Norte, adelantó un panorama desolador al resumir a CNN que el impacto fue “de proporciones históricas”.
Y es que hay múltiples zonas aisladas por la caída de infraestructura eléctrica y telefónica y carreteras obstruidas tras deslaves. Además, con el pasar de las horas se reduce la posibilidad de hallar sobrevivientes; no obstante, siguen los recorridos con la esperanza de rescatar a víctimas al declarar las labores activas en medio de una de las peores temporadas en el Atlántico.
En la entidad vecina su homólogo, Henry McMaster, instó a no perder la calma, pues la ayuda está en camino y juntos lo superarán al enfatizar a residentes que hay puntos más complicados por cierres a causa del desbordamiento de ríos y hasta presas, tema ante el que el mandatario de Florida, Ron DeSantis, apuntó que el daño supera el golpe conjunto de los ciclones Idalia y Debbie, que pegaron en el último año.
Y mientras siguen los recuentos locales, la administradora de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), Deanne Criswell, admitió al programa Face the Nation, de NBC News, que la situación es muy complicada, con severos daños, 2.4 millones de hogares sin luz y cientos de personas que aún no pueden volver a su casa, pero recalcó igual que la Casa Blanca que no se escatimarían fondos para ayudar, garantizar comida y alimentos y reconstruir o hacer reparaciones en regiones azotadas.
La funcionaria agregó que la recuperación sería lenta, proceso en el que el saldo letal podría elevarse drásticamente, pues en la mañana había 40 víctimas y al cierre de esta edición casi se duplicó. Apuntó que ni el nivel de preparación fue insuficiente para mitigar el impacto climático, pues persisten las anegaciones tras fuertes lluvias, marejadas y ráfagas de viento que destruyeron viviendas en las costas y tierra adentro, por lo que vecinos realizan labores de limpieza tras perderlo todo, pues se les observó recolectando pertenencias entre los escombros.
Evidencia de esta magnitud es que en Tennessee contabilizaban 70 desaparecidos y en cuestión de horas el total brincó a 152, pero confían que la mayoría esté con vida y sólo perdió contacto por la falta de comunicación, luz o cierres carreteros que imposibilitan salir.
Por ello, sigue el despliegue de brigadas con apoyo de más de 10 entidades para rescatar a residentes atrapados en casas o autos arrastrados por el agua, luego de que el fin de semana 40 personas fueran halladas en el techo de un hospital y más pidieran ayuda en redes sociales y al teléfono 911.
Ante tales condiciones, vecinos relataron a medios que no habían visto daños como los de Helene, mientras meteorólogos anticipaban un año de récords por temporales que evolucionen a huracán y niveles mortales, mientras gobiernos piden calma, pues los apagones seguirán varios días más ante la dificultad de llegar a ciertos puntos.
Pese a la situación, Deanne Criswell ya recorrió Georgia para evaluar los daños y se reveló hoy viajará a Carolina del Norte, de los estados más afectados.
Pero no es la única que prevé visitas. La prensa dijo que el republicano Donald Trump acudirá a Georgia, estado que podría ser clave en la elección del próximo 5 de noviembre, por lo que prevén que aproveche para abundar en responsabilidades. Y a las pocas horas se reveló que Joe Biden alista un viaje a la zona golpeada por Helene, pero aguardará para no interrumpir los rescates.