Grandes edificios de oficinas públicas y privadas, hoteles, escuelas, hospitales y viviendas fueron desalojados en punto de las 11:00 de la mañana de este 19 de septiembre, justo cuando comenzó el Simulacro Nacional 2024 en el que participaron 9.7 millones de personas de 10 entidades y con el que las autoridades buscan apuntalar la cultura de la prevención frente a un desastre, y particularmente ante la ocurrencia de un sismo, no sin que rondara el fantasma del recuerdo de las tragedias de 1985 y del 2017.
En esta ocasión, en la Ciudad de México y el área conurbada se realizó la primera prueba piloto a nivel masivo del sistema de alerta mediante mensajería celular, lo que permitió evaluar su proceso de emisión e identificar las áreas de oportunidad.
La titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Rosa Icela Rodríguez, refirió que con ese alertamiento en teléfonos móviles se inicia la integración del Sistema Nacional de Alertas como otro mecanismo de prevención.
A siete años del temblor del 17 y a 39 del 85, aunque hay una mayor cultura de la prevención y más herramientas para hacerle frente a este fenómeno natural, el fantasma del miedo entre los ciudadanos sigue rondando en algunos casos, como en el de Juan Valerio, quien expresó su temor de que llegue septiembre.
“Sí, da miedo, porque yo ni me acordaba de la fecha, y ahorita que vi que empezaron a sonar las alarmas, dije: ‘quiúbole’. Sí, da como pánico”, expresó.
Además, hay ciudadanos que incluso creen que hay una “temporada de sismos” durante el año, aunque no haya alguna base científica para que esto suceda de esa manera.
Jesús Ocampo, trabajador del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, aseguró que “lo tomamos muy en serio; todo el personal desalojó el edificio”. Destacó que la alerta sonó en los altavoces de las calles aledañas y también “algunos recibimos la alerta en los celulares”.
Yareli, habitante de la ciudad, aseguró que participó en este simulacro evacuando el edificio de un importante banco y refirió que había sido alertada en días previos de los protocolos de seguridad que debía seguir.
José Carlos Islas, presidente de Protección Civil de los inmuebles del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) sobre Paseo de la Reforma, aseguró que la evacuación de mil 195 personas se hizo en aproximadamente ocho minutos.
En el Zócalo, el simulacro arrancó con la alerta sísmica en altavoces y teléfonos celulares, situación que tomó por sorpresa a algunos ciudadanos, debido a que muchos desconocían la nueva función de la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) en los dispositivos móviles.
El Simulacro Nacional tuvo dos eventos hipotéticos: la caída de un automóvil de un inmueble y el rescate de una persona de una estructura colapsada.
Durante el alertamiento, la gente que llegó al primer cuadro de la capital del país observó a los integrantes de las Fuerzas Armadas, Heroico Cuerpo de Bomberos, Protección Civil federal y local, así como a los binomios caninos, que fueron de los más aplaudidos.
Una vez que dejaron de sonar las alertas, de inmediato cayó un auto —previamente colocado en una superficie de poco más de un metro— para que comenzara el fuego y se atendiera en el acto.
La hipótesis fue que una persona quedó atrapada en el vehículo, por lo que elementos del Cuerpo de Bomberos arribaron al lugar para cortar con una sierra especializada el auto, sacar a la víctima y trasladarla a una zona segura.
En un segundo momento, los elementos de la unidad especializada de búsqueda y rescate de la Secretaría de Marina (USAR), acompañados por elementos caninos, prepararon su operación para rescatar a una persona que quedó atrapada en una estructura colapsada.
Después de algunos minutos de llegar hasta lo más profundo del inmueble colapsado, lograron rescatar a la víctima y ponerla a salvo, y en traslado a un hospital.
PARTICIPACIÓN MASIVA. Durante el simulacro participaron nueve millones 727 mil ciudadanos de 10 entidades, de acuerdo con la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC). En un reporte, tras el término del ejercicio, destacó que el objetivo de este año fue fortalecer las capacidades de respuesta y evaluar los protocolos de actuación dentro de sus respectivos ámbitos de competencia, además de fomentar la cultura de la protección civil.
La hipótesis general para todos los inmuebles fue un sismo de magnitud 7.5, con epicentro en Acapulco, Guerrero, que proyectó afectaciones severas en ese estado, además de daños fuertes y muy fuertes en Michoacán, Morelos y Oaxaca, así como efectos moderados en Ciudad de México, Colima, Chiapas, Estado de México, Puebla y Tlaxcala.
La alerta sísmica se activó en 14 mil 490 altavoces públicos instalados en Ciudad de México, Colima, Chiapas, Estado de México, Jalisco, Morelos, Michoacán, Puebla, Oaxaca y Tlaxcala.
La coordinadora nacional de Protección Civil, Laura Velázquez Alzúa, indicó que, como parte de este ejercicio, se instaló el Comité Nacional de Emergencia (CNE), que fue encabezado por las secretarias de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, y de Gobernación, Luisa María Alcalde Luján, en representación del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
De esta manera, en caso de cualquier desastre, se informó que se cuenta con una capacidad de un millón 957 mil 953 elementos de diversas instituciones para hacerle frente, además de 29 mil 515 vehículos terrestres especializados, 135 aeronaves, así como 39 mil 374 unidades médicas con 118 mil 297 camas. En el simulacro participaron 126 mil 513 inmuebles que fueron registrados previamente.
